A cien días de gobierno, Néstor Kirchner consigue las mejores calificaciones en los tres aspectos que de entrada necesitaba, sí o sí, revertir. El menemismo y buena parte del empresariado decía que no tenía capacidad de iniciativa, y en ese terreno el 70 por ciento de la población le pone un bien o muy bien. Se decía que iba a ser “un chirolita de Duhalde”, y en el rubro independencia de criterio el Presidente registra un 67 por ciento de opiniones favorables. Se hablaba de que Kirchner podía conducir una provincia pequeña pero no un país, y en materia de liderazgo y capacidad de conducción un 60 por ciento le pone elevadas notas. Sin embargo, hay aspectos en que la visión de los ciudadanos no es muy elogiosa, principalmente en lo que se refiere a políticas de empleo, de seguridad y –curiosamente– de sensibilidad social.
“No hay dudas de que Néstor Kirchner es el presidente con más prestigio de los últimos años y a la gente le cuesta mucho dar una opinión negativa sobre algún aspecto de su gestión. Por eso, el Presidente debe fijarse mucho en los regulares que le ponen, porque allí están las luces amarillas. Es gente no quiere decir que tal cosa está mal”, explica el consultor Enrique Zuleta Puceiro. Las conclusiones surgen de una encuesta nacional realizada por la consultora OPSM, que encabeza Zuleta Puceiro. Se entrevistaron 1100 personas en forma directa, a domicilios, respetando las proporciones por edad, sexo, nivel económico-social y distribución geográfica, incluyendo las distintas regiones del país y ciudades grandes, pequeñas y localidades menores a 10.000 habitantes. La coordinación estuvo a cargo de Isidro Adúriz y Julián Lisa.
La libreta de calificaciones tiene, en primer lugar, los aspectos que tienen que ver con las características personales del Presidente en estos primeros cien días.
- Lo ven muy bien en iniciativa, independencia de criterio y liderazgo.
- Hay otra gama de temas en los que igualmente se lo evalúa bien, pero un poco menos: compromiso con la producción, eficiencia en la gestión de gobierno, honestidad y capacidad para detectar los problemas centrales del país. “En algunos de estos puntos los resultados no se ven, pero a la gente le importa el compromiso del gobernante. El ciudadano no cree que haya bajado la pobreza ni el desempleo, pero ve que Kirchner se mete en el tema. En honestidad Kirchner está bien porque hasta ahora no hubo ningún escándalo de corrupción”, sostiene Zuleta Puceiro.
- Resulta llamativo que el punto más flojo sea el de la sensibilidad social, justo un costado al que Kirchner le da importancia. “Tal vez la explicación sea que a la gente no le gusta demasiado que la política social consista en relacionarse con los piqueteros o entregar planes.”
En el terreno de las funciones, se presenta un panorama similar:
- Lo más valorado es el avance en las reformas que necesita el país y el estilo de gobierno. Parece que a los ciudadanos les parece bien el perfil de firmeza y, al mismo tiempo, las rupturas de protocolo.
- También Kirchner registra buenas opiniones en el rubro búsqueda de transparencia, tal vez por las peleas con Luis Barrionuevo, la intervención al PAMI y el debate con la privatizadas.
- Lo menos valorado son las políticas de empleo.
“Indudablemente los argentinos tienen una visión muy positiva de Kirchner”, señala Zuleta Puceiro. “Es más, les cuesta mucho decir que algo está mal, porque quieren creer en el Presidente. Pero en muchos aspectos de la calificación de sus funciones, la nota que sale como promedio es seis, o sea, regular o un poco mejor que regular. Y allí están las luces amarillas, porque esa gente quiere decir que en esos aspectos el Gobierno funciona mal, pero como existe la voluntad de abrirle un crédito, lo califican con un regular. El Gobierno debe mirar la columna del regular, porque allí está la amenaza de que se pasen a la columna de mal.”
El tercer aspecto evaluado es el de las medidas adoptadas:
- Lo que recoge mayor consenso, 70 por ciento positivo, es el rechazo en el aumento de las tarifas.
- También cayeron muy bien la reestructuración de los altos mandos de las Fuerzas Armadas y la relación con Estados Unidos.
- En un tercer nivel están los juicios políticos a los miembros de la Corte, la política en materia de derechos humanos y la relación con Fidel Castro y Hugo Chávez. En general el juzgamiento de los represores del Proceso registra un apoyo de cuatro de cada diez personas, mientras que los que se oponen suman entre el 15 y el 20 por ciento.
- El tema que suscita mayor controversia es la pelea con Daniel Scioli. Un 34 por ciento lo ve bien y un 30 por ciento lo ve mal.
- Las negociaciones con el FMI y la relación con los inversores externos registran bajos niveles de aceptación. En el caso de los inversores, hay más gente en desacuerdo que gente de acuerdo, aunque no queda claro si la gente quiere mayor dureza o no. Da toda la impresión de que es así, ya que se han visto opiniones de ese tipo en anteriores encuestas y el respaldo al congelamiento de tarifas indica que el ciudadano común espera que el Ejecutivo se haga fuerte en la negociación.
- Por último, la política de seguridad genera un altísimo regular, que supera el 50 por ciento. Una reciente encuesta de Ipsos/Mora y Araujo indica que el ciudadano piensa que las cosas han mejorado, pero se ve que –a raíz de la fuerte instalación que hacen algunos medios de este tema– hay demandas de mayor impulso.
“A cien días de gobierno, Kirchner se encuentra con una sociedad informada, que está atenta y le extiende un crédito. Pero al mismo tiempo analiza cada uno de los temas y distingue entre algunos que se manejan mejor, otros que regular y unos pocos mal. Una inmensa mayoría ve bien al Presidente, pero esa afirmación no basta. El desglose tema por tema sirve para orientar los próximos meses de gobierno”, concluyó Zuleta.