EL PAíS
› DOS CIUDADES
Ibarra pica en punta para el segundo turno
En la primera encuesta después de la primera vuelta, el jefe de Gobierno muestra una ventaja de tres puntos sobre Macri. Cómo se reparte el voto que fue de Bullrich, Zamora y otros.
› Por Raúl Kollmann
Aníbal Ibarra le saca una diferencia de tres puntos a Mauricio Macri en la primera encuesta que se conoce sobre el ballottage. La ventaja del jefe de Gobierno porteño viene de tres fuentes: la mitad de los votos de Luis Zamora, uno de cada cuatro votos de Patricia Bullrich y la mitad de los que apoyaron a los demás partidos chicos o votaron en blanco. Macri, en cambio, recoge muy pocos votos de Zamora o de los partidos chicos, pero se queda con buena parte de los votantes de Bullrich. De todas maneras, es un primer sondeo respecto del ballottage y cuando todavía están calientes los resultados de la primera vuelta.
Las conclusiones surgen de una encuesta realizada por la consultora Opinión Pública, Servicios y Mercados (OPSM), que lidera Enrique Zuleta Puceiro. En total se relevaron 800 personas a través de entrevistas telefónicas, un método que favorece levemente a Ibarra, ya que Macri se hizo fuerte en los sectores de bajos recursos, donde una proporción no tiene teléfono. Sin embargo, en el caso del distrito porteño, esa desviación no es de gran envergadura, ya que hay teléfonos en la gran mayoría de las viviendas. La encuesta de Zuleta respetó las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social.
–¿Cuánta consistencia tiene esa ventaja de Ibarra? ¿Puede darse vuelta la elección?
–En primer lugar hay que decir que la ventaja es consistente, porque en las dos hipótesis que elaboramos el actual jefe de Gobierno se mantiene adelante. Si asignamos los indecisos en forma matemática, o sea que los distribuimos exactamente igual a como votan los decididos, la ventaja de Ibarra será de tres puntos. Si asignamos los indecisos de acuerdo a lo que nos dijeron como probable voto, la diferencia a favor del jefe de Gobierno se duplica.
–¿Pero puede darse vuelta la elección?
–Por supuesto que puede darse vuelta. Es más, en nuestra encuesta para la primera vuelta establecimos con máxima precisión cuántos votos sacaría Macri, pero en los últimos días hubo un bajón de Ibarra, descendió tres o cuatro puntos y por ello terminó ganando Macri por una luz de tres puntos (OPSM, una de las consultoras que pronosticó con mayor precisión la elección presidencial, sostuvo antes de la elección porteña que Ibarra estaba arriba por un punto).
Para Zuleta, la elección será muy pareja si se mantiene la tendencia actual: nadie comete grandes errores, no se producen hechos de impacto, Macri mantiene la elección como un tema local e Ibarra se mete más en el tema ideológico, sin acelerar demasiado la campaña negativa contra Macri. Kirchner se mete, pero de vez en cuando. Con todos esos supuestos, la campaña es tranquila y Zuleta cree que Ibarra ganaría por una diferencia muy estrecha. Lo que falta saber es cuánto se moverá el tablero y qué impacto puede tener la campaña en los votantes de Zamora –el 40 por ciento está indeciso o vota en blanco–, en los de Bullrich –el 25 por ciento en la misma situación– y en los que no fueron a votar o lo hicieron en blanco en la primera vuelta.
–¿Por qué las encuestas no percibieron ni perciben que, por ejemplo, uno de cada tres porteños no fueron a votar?
–En general, el encuestado no dice que no concurrirá a las urnas. En principio dice que va a votar y después no lo hace. Además, hay que tener en cuenta que en ese porcentaje hay personas de mucha edad, enfermos y gente que se fue a vivir al Gran Buenos Aires o al exterior y que el día de la elección están ausentes. Por la crisis económica, son muchos los que dejaron sus domicilios porteños y se fueron al Gran Buenos Aires, no hicieron el cambio de domicilio y no vienen a votar.