El gobierno de Mauricio Macri evalúa unificar las elecciones a jefe de Gobierno del año que viene con las presidenciales. El argumento principal que bosquejan en la mesa chica del PRO es evitar que los porteños tengan que ir a votar hasta seis veces en un año (en las dos PASO, en las dos primeras vueltas y en los eventuales ballottages). Dentro de la interna del PRO, la medida –que está en estudio y no es una decisión tomada– beneficiaría principalmente al jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, dado que iría pegado a la boleta presidencial de Macri y eso despejaría dudas sobre su performance. La principal perjudicada sería Gabriela Miche-tti. Otros macristas contraargumentan, a favor de las elecciones separadas, que le serviría a Macri una victoria a mediados de año, previo a las presidenciales.

La misma discusión, calcada, ya la tuvo la mesa chica del PRO en 2011, cuando se dividieron entre los que querían unificar las elecciones y los que querían que fueran separadas. Con la caída de la candidatura de Macri a presidente, ganó la opción de mantener las elecciones separadas. Este año, por ahora, son mayoría los que piensan que las elecciones deben ser unificadas, aunque todavía no está dicha la última palabra. Por lo pronto, Macri estuvo consultando a todos sus dirigentes de confianza sobre qué piensan al respecto.

Por ley, las elecciones porteñas deben ser separadas de las nacionales. La Constitución porteña le permite al jefe de Gobierno elegir la fecha a discreción. Si fueran separadas, podrían ser en junio (con las primarias en marzo y un verano de campaña) o bien en julio (con las primarias en abril). La ley en las que se crearon las PASO porteñas agrega algunas restricciones: según el legislador porteño Aníbal Ibarra, el gobierno de Macri tenía plazo hasta junio de este año para reglamentarla y aún no lo hizo. Desde Bolívar 1 hacen otra cuenta –en lugar de días corridos, cuentan días hábiles– y esto les da una fecha límite: el 25 de agosto. “Si no resolvemos algo para agosto, nos van a meter un amparo”, indica uno de los dirigentes macristas. En su última visita a la Legislatura porteña, Rodríguez Larreta discutió con Ibarra por este tema y no pudo esbozar una respuesta clara a por qué todavía no la reglamentaban.

No hubo respuesta, tal vez, porque la unificación es todavía un debate interno no saldado en el PRO. Extrañamente, Larreta por estos días sigue argumentando a favor de las elecciones separadas, aunque sus acólitos interpretan que le conviene más ir pegado a la boleta de Macri.

De la misma manera, a Michetti la potencian las elecciones separadas donde tendría una intención de voto mayor a sus contrincantes, tanto Larreta como Diego Santilli y Cristian Ritondo. En el entorno de Miche-tti, sin embargo, no se oponen a la unificación. “La verdad es que Gabriela les puede ganar a los otros con elecciones separadas o con unificadas”, analizan cerca de ella.

Otro sector del PRO evalúa que a Macri le conviene más tener una elección previa a las presidenciales donde uno de sus delfines se anote una victoria, para potenciar su figura hacia las PASO y luego la primera vuelta de las presidenciales. Algunos de los contertulios de Macri sostienen, no obstante, que “él quiere que sean unificadas. El argumento de la plata le entra a la gente”. Estas versiones van de la mano con quienes advierten que Macri lo quiere a Larreta como su sucesor. Esa pretensión podría chocar contra las perspectivas de Michetti, a quien algunos imaginan como compañera de fórmula presidencial de Macri. La ex vicejefa ya le dijo que no una vez al procesado jefe de Gobierno, cuando le pidió que pasara a ser candidata en la provincia de Buenos Aires. Esa escena se podría repetir en este caso.

Si finalmente Macri opta por la unificación, tendrá que pasar una ley por la Legislatura antes de diciembre. En el PRO estiman que no habrá problema para reunir los votos, dado que al kirchnerismo también le convendría que las elecciones porteñas vayan junto con su candidato nacional.