EL PAíS › EL NIETO DE ESTELA CARLOTTO SE REUNIO CON SUS PARES
Tras hablar con la prensa, Guido (Ignacio) compartió un encuentro íntimo con otros nietos, familiares y colaboradores de Abuelas. Hubo un brindis y acordaron hacer un asado “cuando él pueda”.
Después de la conferencia de prensa, el nieto de Estela de Carlotto, Guido (o Ignacio, como dijo que prefiere que lo llamen) se juntó con otros nietos recuperados, con los Carlotto, los Montoya y con colaboradores de Abuelas de Plaza de Mayo para celebrar la nueva restitución y seguir conociéndose. El lugar seguía lleno de gente, aunque ya quedaba menos que durante el diálogo con los medios. Hubo un brindis, comida y una torta. Se trató de una celebración con el nieto 114 en un ambiente íntimo. “Fue un encuentro entre las Abuelas, Guido, su compañera Celeste, primos, tíos, los nietos. La idea era darle la bienvenida entre todos por un ratito donde pudimos comer con toda la alegría de tenerlo entre no-sotros”, contó a Página/12 Victoria Montenegro, nieta restituida y actual secretaria de Derechos Humanos de la agrupación Kolina. “Nada muy formal, fue para que lo conozcamos”, añadió el diputado nacional del Frente para la Victoria, Horacio Pietragalla, cuya identidad también fue restituida gracias al trabajo de Abuelas.
Ya había pasado la conferencia del nieto recuperado 114, que por primera vez respondía públicamente las preguntas sobre su caso. “No queríamos invadirlo”, explicó Pietragalla. Por eso, en la reunión íntima en la sede de Abuelas arreglaron para organizar el asado que hacen cada vez que restituyen la identidad de un nieto. Será “en los tiempos en que él pueda”, aclaró el diputado nacional.
Aunque no lo cargaron con más preguntas que las que ya había contestado a la prensa minutos antes, aprovecharon para conocerlo un poco más. Era la primera vez que Ignacio (Guido) estaba en la sede de Abuelas con el conocimiento sobre sus padres biológicos, y esa parte de su pasado que le había sido ocultada. Se había acercado con dudas el 4 de junio último y casi dos meses después volvió ya con la certeza de ser la persona que Estela buscó por 36 años. “Es una persona que se nota que está bien parada, que sabía lo que estaba haciendo cuando fue a consultar a Abuelas y que está parado de este lado del que estamos casi todos los que militamos acá”, sostuvo Pietragalla. “Lo vi bastante bien –añadió el diputado–, va a ir cayendo, los primeros días se te borra todo, después te vas acordando de a poco.”
Montenegro señaló que “es lo más natural del mundo que (Guido) esté sumamente movilizado por los últimos días y la confirmación de que es hijo de desaparecidos”. A ese hecho, dijo, se le suma “esa cuota extra” de ser el nieto de Estela, un caso muy simbólico que involucra a la presidenta de la organización. “Hay que reacomodar esto con los afectos que tiene de toda su vida e incorporar esta familia enorme, que encima son muy familieros y él es totalmente diferente”, agregó ella, que recuperó la identidad hace catorce años. Luego de conversar y compartir un rato con él, Montenegro destacó que el nieto de Estela “tiene mucho sentido del humor”, y que esa característica es como la que tienen también el resto de los jóvenes de la entidad. “Se sumó enseguida a los chistes que hacemos a veces. Es uno más”, afirmó.
“A mí me hizo acordar un poco a cuando recuperé mi identidad, que participé de la conferencia cuando ya había decidido todo”, recordó Pietragalla, quien sin embargo marcó una diferencia. “Acá lamentablemente se filtró la información y nosotros estábamos tratando de que no se conociera, porque nunca se da el nombre y el apellido con el que fue criado”, cuestionó el diputado del FpV. Fue la jueza María Romilda Servini de Cubría quien dio su nombre completo durante una entrevista radial, el mismo día en que se conoció la noticia. Esa situación había generado cierto malestar en Abuelas, aunque lejos está de empañar la alegría del reencuentro.
En este contexto, los otros nietos intentaron no cansarlo de más, porque el joven criado en Olavarría contó con una exposición mucho mayor y en un tiempo mucho más corto. Apenas hace dos meses se enteró de que era adoptado. El análisis de ADN fue el primer paso. Ahora, comienza el proceso de reconstrucción de los vínculos tras recuperar la identidad. Las Abuelas, en especial Estela, saben mucho sobre los tiempos que los jóvenes necesitan para adaptarse a su nueva situación. “Nos alegramos de que haya salido tan rápido a dar la conferencia, pero les pedimos a todos respeto, porque no es para nada fácil asumir esto a los 36 años. Ahora necesita un poco de paz”, finalizó Montenegro.
Informe: Aldana Vales.
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