EL PAíS
Detienen a militantes de Mujeres en Lucha por resistir una subasta
Ocurrió en Chivilcoy. Se estaba por rematar un pequeño campo. Integrantes de Mujeres en Lucha y productores agropecuarios impidieron la venta, cantando el Himno. El juez suspendió el remate, pero luego los hizo arrestar. Hubo violencia policial. Y el campo se vendió.
› Por Laura Vales
Cinco integrantes de la organización Mujeres en Lucha y dos productores agropecuarios fueron detenidos ayer cuando intentaron frenar el remate de un campo en la localidad de Chivilcoy. Las mujeres habían conseguido suspender la venta durante la mañana, cantando el Himno cada vez que el martillero trataba de iniciar el trámite. Por la tarde se presentó en el lugar el juez de Mercedes, Rogelio Massón, quien reabrió la subasta y dio la orden de reprimir cuando volvieron a empezar los cantos.
Anoche permanecían arrestadas, acusadas de resistencia a la autoridad y lesiones, Ana Galmarini, Ana María Ribeiro, Ema Martín y Sara Kol (de Mujeres en Lucha) y los propietarios del campo –Ricardo y Mónica Vasallo- junto a un sobrino del matrimonio.
Una de las detenidas dijo a Página/12 que fueron maltratadas en el operativo. “A Sara un policía la agarró de los pelos y la tiró sobre un patrullero, a mí me doblaron un brazo, fue una cosa muy violenta”, sostuvo Ana Galmarini. En la comisaría, las mujeres se negaron a firmar ningún papel. Mientras tanto, el remate siguió su curso y las tierras fueron compradas.
El predio en conflicto era de poca extensión, 40 hectáreas, aunque en una zona agrícola valorizada. “La venta fue pedida por uno de los acreedores de la quiebra. Estábamos en contacto con los dueños desde hacía un año, trabajando junto a ellos, y lo que esta familia reclamaba era algo más de tiempo porque ellos viven del campo, no les quedaba otra cosa”, agregó Galmarini.
Ante el anuncio de la subasta, un grupo de mujeres del movimiento viajó desde Rosario para impedirla.
El acto se hizo en el Centro Comercial de Chivilcoy, un edificio con un salón en un primer piso donde se reunieron, a las 11 y media del mediodía, dos grupos con intereses contrapuestos, las manifestantes y los compradores. En total serían de 100 a 120 personas. El martillero abrió el acto pero no pudo avanzar por los cantos, por lo que llamó a un cuarto intermedio hasta la una y media de la tarde. Finalmente la subasta se reabrió pasadas las dos y media, con la presencia del juez de Mercedes Rogelio Massón, quien al llegar anunció que había viajado especialmente para ocuparse del tema.
Antes de reanudar formalmente la escucha de las ofertas, en el local y las calles cercanas se desplegó un fuerte operativo policial. En el local del Centro Comercial el juez dijo que no quería ningún tipo de disturbios y que cualquiera que los iniciara sería detenido. Luego, cuando ellas empezaban la segunda estrofa del Himno, dio la orden a la policía de reprimir.
“Jugar con el Himno Nacional para que una subasta no se lleve a cabo me parece una total falta de respeto, más que hacia mi investidura”, le dijo después el juez al periodista del diario La Razón, de Chivilcoy. Consultado por las características del operativo, Massón contestó que “el personal policial actuó como pudo, porque fue agredido por las personas que estaban cantando el Himno. Yo, que estaba viendo el tumulto, escuchaba que la gente decía que le estaban pegando pero veía que en realidad no era así”.
Las mujeres fueron trasladadas inicialmente a la comisaría local con la idea de mantenerlas allí durante toda la noche, por lo que algunos diputados nacionales como Oscar González intervinieron para reclamar al fiscal de turno, ya que el delito por el que fueron acusadas es excarcelable.
Tras las detenciones, el remate siguió su curso y las tierras fueron vendidas en 155 mil pesos, un precio considerado muy barato, para los valores manejados en la zona.
Integrantes del movimiento dijeron a este diario que el operativo fue filmado por cámaras de televisión, material con el cual podrán mostrar cómo ocurrieron los hechos y cuál fue el accionar del juez y de los policías.