El Gobierno dispuso la creación de una comisión para investigar el caso de los dichos que se le atribuyen al jefe del Ejército, Roberto Bendini, sobre la existencia de un plan de “pequeños grupos israelíes” para apoderarse de la Patagonia. En la Casa Rosada confían de la palabra de Bendini, quien desmintió haber hecho semejante afirmación y sospechan que el hecho formaría parte de una campaña para perjudicarlo, montada por sectores militares enemistados con el presidente Néstor Kirchner. La investigación estará orientada en ese sentido.
Aunque la reacción inmediata fue pedirle “las explicaciones correspondientes”, desde un primer momento el Gobierno dejó la puerta abierta a la posibilidad de que Bendini no hubiera dicho lo que se le atribuye. “Quien conoce a Bendini sabe que es un general democrático, sabe cómo piensa”, sostuvo el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, apenas cobró publicidad la versión de que el jefe del Ejército habría advertido a sus pares sobre un presunto plan para ocupar la Patagonia.
La versión sobre las afirmaciones de Bendini en ese sentido la difundió ayer Infobae. Según ese diario, el jefe del Ejército estuvo hace un mes en la Escuela Superior de Guerra ante un grupo de capitanes de esa fuerza y dijo que Kir- chner definió las pretensiones de potencias extranjeras sobre la Patagonia y el Litoral como una de las principales hipótesis de conflicto de las Fuerzas Armadas. El matutino agregó que el jefe del Ejército identificó como enemigos a “pequeños grupos israelíes” que llegarían detrás de la “cortina” del turismo y algunas ONG, cuyo interés sería la reserva de agua potable y de hidrocarburos que hay en la zona. Bendini –también afirmó ese mismo medio– negó ante sus pares la existencia de un plan de robo sistemático de bebés durante la dictadura militar.
La supuesta existencia de un “complot sionista” para adueñarse de la Patagonia no es nueva: los militares hablaban de eso en los años ’60 y ’70. Lo llamaban el Plan Andinia.
El ministro de Defensa, José Pampuro, citó a Bendini, quien le explicó lo mismo que más tarde expresaría en un comunicado oficial del Estado Mayor General del Ejército: “Bendini desmiente categóricamente que haya expresado que cree o considera que existen planes para invadir la Patagonia.” El texto difundido por esa fuerza añadió que tampoco “ha manifestado o identificado a países o grupos de personas interesados en la ocupación de esos espacios”, y que Bendini descalificaba “toda expresión de intolerancia”, así como condenaba “cualquier tipo de expresiones discriminatorias de carácter religioso o político”.
Palabras más, palabras menos fue lo que Bendini –quien también manifestó estar de acuerdo con la política de derechos humanos de Kirchner– le expresó también al titular de la AMIA, Abraham Kaul, en un diálogo que ambos mantuvieron por teléfono. También una delegación de la DAIA –encabezada por su titular, José Hercman– se entrevistó con Pampuro para transmitirle la preocupación de la comunidad judía frente a la posibilidad de que fueran ciertas las afirmaciones atribuidas al jefe del Ejército.
Fue después de esa audiencia que Pampuro anunció que el próximo lunes se constituirá una comisión con representantes de Defensa y el Ejército para investigar el caso. La sospechas no radican en Bendini sino que en el Gobierno creen que el titular del Ejército habría caído en las redes de una operación que apunta a desprestigiarlo. “Llama la atención que la información sobre supuestos dichos de Bendini se dé a conocer el mismo día que el Presidente firmó el decreto que convoca al consejo de guerra que juzgará a los militares retirados que reivindicaron la represión ilegal”, remarcó el vocero presidencial, Miguel Núñez.
Fuentes militares aseguraron a Página/12 que “en la Escuela Superior de Guerra Bendini habló de la situación mundial y de Medio Oriente, pero no del Plan Andinia. La única mención que hizo fue precisamente para advertir a sus subordinados que no hicieran caso a la existencia de ese plan”. En la Casa Rosada tienen ese mismo dato y tampoco desconocen otro, que también fue revelado a este diario por voceros militares: que en ciertas usinas del Ejército –fogoneadas por aquellos que cuestionan la política de derechos humanos del Gobierno– se viene diciendo desde hace un mes que el Plan Andinia existe y que es el propio Kirchner quien alienta la entrega de la Patagonia.