EL PAíS
› EL PJ SE PREPARA PARA RECUPERAR LAS QUE PERDIO EN 1999
Guerra por las intendencias bonaerenses
Los justicialistas de la provincia esperan tener hoy una buena elección. Sueñan con recuperar el terreno perdido y pelearles a los radicales sus fortines tradicionales.
Por M. P.
Hace unos años, la frase circulaba como una ironía que acompañaba los esfuerzos de Eduardo Duhalde por ser presidente. “Lomas de Zamora es pródiga en intendentes”, era la expresión que recordaba el inicio de su carrera política con tono peyorativo. Sin embargo, tiempo después, los hechos demuestran que los municipios del Gran Buenos Aires siguen siendo claves en la discusión política nacional. Basta repasar sus números –La Matanza con un millón y medio de habitantes, Lomas de Zamora con 590 mil– para entender la influencia que tiene el PJ bonaerense y, por extensión, el propio Duhalde. Ahora en su mejor momento, las encuestas indican que el PJ ganará en varias intendencias que había perdido en 1999 y también en otras tradicionalmente radicales. Si los pronósticos se cumplen, el justicialismo romperá un equilibrio histórico de la provincia, donde la UCR dominaba el Interior mientras el PJ controlaba el Conurbano.
Desde que Duhalde hiciera famosa su adicción a las encuestas, los duhaldistas no dejan nada librado al azar. Miden todos los distritos, aunque luego sólo difunden los que se perfilan favorables. Actualmente, de los 134 municipios de la provincia, el PJ gobierna 62, el radicalismo controla 64 y el vecinalismo, los restantes. Confiados por los números, en el justicialismo dicen que ganarán más de 80 intendencias, lo que implicaría derrotas de la UCR, el ex Frepaso y los partidos vecinales. Para empezar, se propone recuperar los municipios que perdió con la Alianza en 1999: Quilmes, Lomas de Zamora, Avellaneda, San Martín y Morón. Pero los sondeos muestran panoramas muy distintos en cada distrito.
- En Quilmes, tierra del ministro del Interior Aníbal Fernández y del presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Camaño, la suerte parece echada en favor de Sergio “el Chino” Villordo, del PJ. Allí pesan las complicaciones judiciales del intendente radical Fernando Geronés, que le restarían chances a su delfín, José Salustio. Villordo es un incondicional de Aníbal Fernández. Un triunfo suyo será capitalizado por el ministro, que aspira a ser gobernador en 2007, como confió esta semana a otro ministro del Gabinete nacional (ver nota aparte).
- Por ser el distrito de Duhalde, Lomas de Zamora es un símbolo para el PJ. Hace cuatro años, perdió allí por escaso margen ante la Alianza, que postulaba al dirigente docente Edgardo Di Dío. Ahora llegó el tiempo de la revancha, y el ex titular de Loterías de la provincia, Jorge Rossi, se perfila para una victoria fácil. Los demás partidos no tienen chances porque se presentan fragmentados en la UCR, el ARI y la Unión Popular Lomense, que aglutina a lo que fue el Frente Grande bajo la conducción de Eduardo Sigal. Hoy subsecretario de la Cancillería, Sigal fue uno de los primeros dirigentes de la provincia que hizo campaña por la candidatura de Néstor Kirchner. El Presidente intentó incorporarlo a la lista de diputados del PJ, pero Duhalde no quiso.
- El caso de Avellaneda es distinto, porque ahí el resultado es incierto aunque las encuestas muestran una leve ventaja para Baldomero “Cacho” Alvarez (PJ). Históricamente, el distrito tuvo un comportamiento electoral más parecido al de la ciudad que al del Conurbano. Sin embargo, la caída de Fernando de la Rúa sumó un problema más a Oscar Laborde, actual intendente. Como otros ex frepasistas de la provincia, Laborde armó un partido vecinal para sobrevivir a la crisis de la Alianza: el frente vecinal “Avellaneda para Todos”, que se presenta sólo a nivel municipal. Como Sigal, Laborde apoyó a Kirchner en la campaña y esperaba que el Presidente le devolviera el gesto. Pero el PJ bonaerense también quería respaldo para su candidato. Kirchner hizo equilibrio hasta que hace tres días visitó Avellaneda y se sacó una foto con “Cacho” Alvarez.
- Con Morón y San Martín aparecen los problemas para el PJ. Las encuestas revelan que en esos distritos, al igual que en Esteban Echeverría, el justicialismo podría perder las elecciones a pesar de la oleada favorable a nivel nacional. El panorama parece definido en Morón, donde el ex frepasista Martín Sabbatella se postula por un partido vecinal. Según las encuestas, obtiene muchos puntos de diferencia por sobre el peronista Juanchi Zabaleta, quien saltó a la política de la mano del senador provincial Horacio Román y tiene contactos con la barra brava de Deportivo Morón. Pero la lista de Sabbatella es sólo municipal y, por eso, debe enfrentar el interrogante del corte de boleta.
El resultado promete ser más incierto en San Martín, donde gobierna el radical Ricardo Ivoskus, quien fue electo por la Alianza y ahora se presenta por el ARI con el apoyo de Elisa Carrió. Un distrito muy difícil –el más poblado del norte del Conurbano–, San Martín es también la “patria chica” de Luis Barrionuevo y Graciela Camaño. Sin embargo, el matrimonio nunca logró el control del PJ, que responde totalmente a Eduardo Duhalde, por lo que se resignó a la condición de aliado. El problema, para el PJ, es que hay dos candidatos de extracción peronista: el oficial es Eduardo Bustos, diputado provincial de la línea de Osvaldo Mércuri. El otro es Carlos Brown, ex ministro de Producción de Duhalde, quien va por fuera del PJ a pesar de las broncas del partido.
Esos son los cinco distritos del Gran Buenos Aires que el PJ pretende recuperar para superar las ochenta intendencias. A esos se les suman Esteban Echeverría, donde quieren desbancar al vecinalista Alberto Groppi; Escobar, donde el apoderado legal Jorge Landau intentará apoderarse del hogar de Luis Patti; y San Miguel, donde Joaquín De la Torre, un peronista atípico (entrenador de rugby y abogado con posgrado en la Universidad Austral, del Opus Dei), competirá con el candidato de Aldo Rico, Oscar Zilocchi, procesado en el caso de los prostíbulos ilegales. En los tres casos, la pelea es muy complicada para el PJ, casi imposible.
Lo demás, siempre dentro del segundo y tercer cordón, serán triunfos que renovarán la influencia de caciques como Alberto Balestrini (Matanza), Julio Alak (La Plata), Hugo Curto (Tres de Febrero), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Manuel Quindimil (Lanús) y Raúl Othacehé (Merlo), por citar algunos. En tanto, fuera del Conurbano la mira del duhaldismo estará colocada en Brandsen, Magdalena, Cañuelas –típicas plazas del Interior gobernadas por la UCR–, Lobos –que gestiona un partido vecinal–, más Ramallo, Arrecifes, San Antonio de Areco y Pergamino, entre otras localidades históricamente adversas. Así, habrá que ver los resultados para comprobar si la “oleada” duhaldista inunda toda la playa.
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