Como aquel 27 de abril que parece tan lejano, Néstor Kirchner vivirá hoy en Santa Cruz la jornada electoral más importante de su gestión. Desde su provincia natal seguirá lo que suceda en Capital Federal –el resultado más incierto–, y en Buenos Aires, Chaco y Jujuy. Al mismo tiempo, le irán llegando los números de la elección local, donde su amigo Sergio Acevedo competirá para ser gobernador y suceder al mandatario actual e inminente jefe de la SIDE, Héctor Icazuriaga. En los comicios votarán 130.272 santacruceños, que elegirán también dos diputados nacionales y varios provinciales. Será la primera vez en doce años en que Kirchner no se presente como candidato en Santa Cruz. Allí gobernó por tres períodos consecutivos pero su influencia –mucho más ahora que es Presidente– se mantiene tan intacta como siempre. Todos los sondeos pronostican un amplio triunfo de Acevedo, en detrimento de la alianza opositora con predominio radical, Convergencia por Santa Cruz, y de la tercera fuerza, el izquierdista Frente de Unidad Trabajadora (FUT).
En la provincia patagónica anunciaron la elección como “histórica”, porque se trata de la primera vez que Kirchner no figura entre los candidatos a gobernador. Aunque –pequeño detalle– ahora es Presidente y eso determinará la elección que, de cualquier manera, parece decidida de antemano. Ayer, los candidatos del justicialismo, Acevedo y Carlos Sancho, prometieron darle “continuidad” al proyecto que inició Kirchner en 1991. A la mañana, Icazuriaga recibió al Presidente en la Casa de Gobierno de la provincia, donde repasaron encuestas y analizaron cuestiones organizativas para las elecciones de hoy.
Todo indica que lograrán una victoria sobre las dos fórmulas que compiten con el PJ, Martínez-Padres (Convergencia por Santa Cruz) y Del Plá-Aramayo (FUT). En relación a las dos bancas de diputados nacionales, el PJ impulsa al ex senador Eduardo Arnold, quien fue vicegobernador de la primera gestión de Kirchner y hoy es subsecretario de Relación con las Provincias. La oposición de Convergencia propone al ex gobernador Arturo Puricelli, quien ocupó el mismo puesto que hoy tiene Arnold durante la gestión de Eduardo Duhalde. Según los analistas, Puricelli representa al menemismo en la provincia.
Palpitando esa elección –pero con la ansiedad puesta más en el comicio porteño–, Kirchner pasó casi todo el día de ayer junto a su madre, que en Río Gallegos es conocida como Doña María, y con su hijo Máximo. Para no violar la veda electoral se preocupó por eludir el contacto con la prensa. También eludió el acto de despedida del general Roberto Bendini, quien ayer dejaba su puesto en la XI Brigada de Infantería Mecanizada. Aunque su ausencia fue interpretada como una reacción ante los supuestos dichos del militar, los dos se habrían reunido en la noche del viernes (ver página 16).
Hoy al mediodía, para repetir los rituales de cada elección, Kirchner participará de un asado. La comida será organizada por su amigo Francisco “Batata” Mansilla, uno de los cuatro candidatos a intendente de Río Gallegos que presenta el justicialismo gracias a la Ley de Lemas. Unas horas después del asado, entre las cuatro y las cinco de la tarde, Kirchner se presentará a votar a la Escuela EGB 70. Así lo suele hacer en cada comicio, y la cábala hay que respetarla. Mucho más en una jornada decisiva por la elección en la ciudad entre Aníbal Ibarra y Mauricio Macri. La esposa del Presidente, Cristina Fernández, llegará recién hoy a Santa Cruz y votará media hora más tarde que su esposo.
También votará en Santa Cruz una buena parte del gabinete nacional. No podía ser de otra manera tratándose de los “pingüinos”, como les dicen en la Rosada: estarán los ministros de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, de Planificación Federal, Julio De Vido, además del secretario legal y técnico Carlos Zanini. En tanto, el candidato Acevedo votará en la localidad de Pico Truncado, en el norte de la provincia.