Lun 08.09.2014

EL PAíS  › ARGENTINA LLEVA A LA ONU SU INICIATIVA PARA REGULAR LAS REESTRUCTURACIONES DE DEUDA SOBERANA

El debate sobre un nuevo marco legal

El canciller Timerman encabezará la delegación oficial que mañana participará del inicio de las discusiones. La propuesta cuenta con el respaldo del G-77, que decidió plantear el tema en las Naciones Unidas.

El canciller Héctor Timerman encabezará la delegación argentina que este martes, en Nueva York, participará del debate en Naciones Unidas sobre la creación de un nuevo marco legal para las reestructuraciones de deuda soberana. La redacción de un marco regulatorio para el tratamiento de la deuda de países es una iniciativa argentina, que busca frenar embestidas como la de los fondos buitre contra el país, y que cuenta con el respaldo del G-77 más China.

El tema será discutido mañana en la ONU, donde se votará una resolución sobre la necesidad de crear una convención sobre el tema. El objetivo es que el nuevo esquema pueda implementarse de acá a un año.

La Argentina presentará su propuesta concreta antes de diciembre, según adelantó Timerman. El proyecto plantea que si un país reestructura su deuda y ese plan es aceptado por el 66 por ciento de los tenedores de bonos, el otro 33 por ciento debe aceptar esas condiciones, como en cualquier proceso de reestructuración del ámbito comercial.

El G-77 decidió de manera unánime elevar al ámbito de Naciones Unidas el debate sobre la deuda y la creación de una nueva convención. El canciller ha señalado que la decisión de llevar la cuestión a la ONU fue tomada, porque Naciones Unidas es el máximo organismo multilateral, que ya ha aprobado marcos legales regulatorios, apuntando a la resolución pacífica de los conflictos y la protección de los derechos de las poblaciones.

El caso judicial que enfrenta la Argentina contra los fondos buitre en Estados Unidos y los coletazos de crisis del 2008, aún vigentes, fueron motivo de preocupación del G-77, que teme que el fallo del juez Thomas Griesa tenga un impacto nocivo en otros países. El G-77 es un grupo de países mayoritariamente emergentes, pero que cada vez tiene más peso en el ámbito internacional. Por caso, los países del Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) componen el Grupo, y también se expresaron en contra del accionar de los fondos buitre.

En el ámbito diplomático anticipan que el debate en la ONU será acalorado. Si bien hay cierto consenso generalizado en que hay que ponerle un freno a los fondos buitre, existen países que ponen resistencia y quieren que el FMI siga con el monopolio de la tarea de conducir y condicionar las reestructuraciones de deuda. Por estas razones, y al ser la primera vez que se lleva el tema a este foro, se esperan para las próximas horas, contactos y encuentros con distintas delegaciones, antes de la votación que se producirá mañana por la tarde.

No está clara todavía la posición que tomará en el debate Estados Unidos. Hasta el momento, el país norteamericano ha mostrado una postura “ambivalente”, según definió Timerman.

El fallo de Griesa perjudica el liderazgo de la plaza financiera de Nueva York, como emisor de bonos soberanos, y ese punto ya fue tomado en cuenta por el Departamento de Estado de EE.UU., que alentó a que la Asociación Internacional de Mercado de Capitales se apurara para cambiar normas que servirán de base para la redacción de futuros contratos entre acreedores y deudores. Allí se definió el alcance del pari passu, el tratamiento igualitario a los acreedores, y se fijó que el “emisor no tendría obligación de igualar o pagar a prorrata en cualquier momento, respecto de cualquier otra deuda externa, y en particular no tendrá la obligación de pagar otra deuda externa al mismo tiempo o ser una condición para pagar vencimientos”: exactamente lo contrario de la interpretación de Griesa.

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