Eduardo Fellner, uno de los aliados más fuertes del presidente Néstor Kirchner en el interior del país, consiguió cómodamente la reelección para seguir al frente de la provincia de Jujuy, tal como cantaban todos los pronósticos. Con 56 por ciento de los votos, se impuso sobre el radical Gerardo Morales, del Frente Jujeño, que obtuvo el 33 por ciento. En la elección de diputados provinciales y legisladores también triunfaba el peronismo. Hubo festejos callejeros.
“Fue un día soñado”, exclamó ayer Fellner, que tendrá como vicegobernador a Walter Barrionuevo. Lo dijo no sólo por la renovación de su mandato sino porque el PJ conquistó la intendencia de San Salvador de Jujuy, que llevaba doce años en manos de la UCR. Obtuvo, además, dos bancas de diputados nacionales, que serán ocupadas por Rubén Daza (actual vicegobernador) y Liliana Fellner, hermana del gobernador. El tercer escaño correspondía, según los cómputos de medianoche, al radical Miguel Giubergia, que se postuló por el Frente Jujeño, una alianza que incluía también al Movimiento Popular Jujeño y al ARI. En las elecciones de legisladores locales, se imponía igualmente el justicialismo.
“Hay un proyecto nacional detrás de esta elección”, dijo Fellner instantes después de depositar su voto. El mandatario jujeño tuvo un papel activo en la carrera a la presidencia de Kirchner, quien después le retribuyó con un importante apoyo a su campaña y lo postuló para conducir el Comité de Acción Política del PJ, desplazando al menemismo.
Fellner asumió en 1998 cuando Carlos Ferraro renunció al Ejecutivo en plena crisis institucional. Al año siguiente ganó en las urnas cuando, igual que ahora, compitió con Morales. No oculta sus aspiraciones en el orden nacional: baraja una candidatura como vicepresidente para 2007.