EL PAíS
En diputados la alegría no fue sólo justicialista
El lento escrutinio repartía sonrisas entre el PJ, que soñaba con llegar a las 21 bancas, los radicales, que sorpresivamente conseguían cinco, los del ARI, con Maffei, que rozaban las cuatro.
› Por Felipe Yapur
Demorado, lento, así se desarrollaba anoche el escrutinio bonaerense para definir las bancas de diputados nacionales. No había dudas sobre el triunfo justicialista, pero la discusión se centraba en la cantidad de escaños que le correspondería a cada fuerza política. En el PJ se animaban a decir que tendrían 21 legisladores pero reconocían que “alguno se nos puede caer”. El ARI se aferraba a sus tres diputados y los radicales hacían lo propio con los cinco que dicen obtener. Los socialistas, en tanto, aseguraban que “algo raro está pasando, pasada la medianoche y siguen sin conocerse el escrutinio del conubarno”. Al fin y al cabo, lo único cierto era que el PJ bonaerense afianzaba su hegemonía en la Cámara baja. Eduardo Duhalde, en tanto, no podía disimular su alegría.
Uno de los hombres del duhaldismo con mayor peso en el Congreso aseguró a Página/12 que “la elección no pudo ser mejor”. Si bien quiso morigerar su entusiasmo, indicó que el número de diputados que obtendrá el PJ no será menor a 21. De todas formas, el resultado está demostrando que a partir del 10 de diciembre el ex presidente acrecentará sus dominios en la Cámara baja y será árbitro en la definición de la estrategia parlamentaria del gobierno de Kirchner.
Con los números que barajan los justicialistas ya saborean el quórum propio y, por ende, la mayoría asegurada en la Cámara a la hora de votar iniciativas parlamentarias. Anoche no sólo contaban los votos que obtenían sino que incluso miraban la nómina de diputados de las boletas de Aldo Rico y de Luis Patti. “Algunos de los que están con ellos terminarán con nosotros”, aseguró este legislador oriundo de la zona norte de la provincia.
No sólo en esas listas depositaron sus ojos sedientos de bancas. También miran a los que llegarán de la mano de Aníbal Ibarra. Consideran que el reelecto jefe de Gobierno porteño deberá agradecer la mano que le dio Kirchner “entregando” sus diputados al bloque oficialista.
No menos alegres se los veía a los radicales. Las encuestas les presagiaban un terrible horizonte. Sin embargo, ayer se relamían contando las bancas que habían conseguido. “Tenemos cuatro seguras. Habrá que esperar el recuento para ver si el sistema D’Hont no regala una quinta”, sostenían en el comando de campaña de Federico Storani. Este número les permite soñar con un bloque que oscile entre 40 y 50 legisladores que los colocaría como segunda fuerza en la Cámara baja.
Los rostros de felicidad también eran comunes entre los representantes del ARI. Al cierre de esta edición se acercaban al mágico 9 por ciento de votos que les estaría permitiendo incorporar, además de Marta Maffei, a tres diputados más. “Estoy feliz, nos estamos consolidando como partido y como oposición. Y todo esto sin un peso para la campaña”, indicó a Página/12 una exultante Elisa Carrió.
Los socialistas seguían el escrutinio dudando de los datos que escupía la página web del Ministerio del Interior. “Algo raro está pasando. No hay datos del primer y segundo cordón del conurbano”, lanzó el candidato a gobernador del PS, Jorge Rivas. El socialista se mostró dubitativo con respecto a los guarismos: “No vaya a ser que durante la madrugada el PJ aparezca con 26 legisladores electos”, indicó al tiempo que sostenía que su advertencia no significa que haya una campaña en contra de su partido, “acá la maniobra será para perjudicar a todos aquellos que no somos justicialistas”.
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