EL PAíS
› EL PJ TIENE LA MAYORIA DE LAS INTENDENCIAS
Lo que soñaba el peronismo
› Por Laura Vales
El PJ pasó a controlar la mayoría de los municipios del conurbano, donde recuperó el grueso los distritos que había perdido en 1999. El Gran Buenos Aires, clave por su peso electoral y escenario del conflicto social, quedará a partir de diciembre bajo el gobierno de intendentes peronistas, con la excepción de cinco distritos. En el interior de la provincia, históricamente radical, la UCR no hizo tan mal papel y retuvo más de 40 intendencias. El corte de boleta fue muy alto en Morón, donde Martín Sabbatella fue reelecto con un partido vecinalista.
Quilmes y Lomas de Zamora fueron las dos incorporaciones de peso del justicialismo en el conurbano. En el primero de esos municipios el cambio no era difícil de anticipar. Después de la gestión de Fernando Geronés (UCR), pródiga en hechos de corrupción (su última ocurrencia había sido irse de vacaciones al sur conduciendo una camioneta robada), era difícil que la UCR retuviera el poder. Sergio “el Chino” Villordo (PJ), un hombre muy cercano al ministro del Interior Aníbal Fernández, se impuso sobre José Salustio (UCR) con holgura. Villordo es considerado un incondicional del ministro del Interior Aníbal Fernández, quien podrá capitalizar el triunfo en favor de sus aspiraciones a ser gobernador en el 2007.
En Lomas de Zamora el ex titular de Loterías de la provincia, Jorge Rossi, le ganó a una centroizquierda fragmentada entre el ARI y la Unión Popular Lomense, fuerza que reúne a lo que fue el Frente Grande bajo la conducción de Eduardo Sigal, subsecretario de la Cancillería y uno de los primeros dirigentes de la provincia en apoyar a Kirchner. El municipio volverá así a manos justicialistas, luego de la traumática experiencia del frepasista Eduardo Di Dío. En Avellaneda, el recuento daba una leve ventaja a Baldomero “Cacho” Alvarez (PJ) sobre el también ex aliancista Oscar Laborde y el resultado se peleaba voto a voto.
La gran sorpresa estuvo a cargo de Martín Sabbatella, en Morón, quien consiguió que los votantes de su distrito entraran al cuarto oscuro con la tijera en el bolsillo. Sabbatella (también ex frepasista) fue reelecto con un muy alto porcentaje de corte de boleta. Se presentó con una fuerza vecinal, por fuera de las grandes estructuras partidarias, y consiguió el 53 por ciento del padrón, 30 puntos adelante del peronista Juanchi Zabaleta (quien obtuvo un 22 por ciento).
De acuerdo con los datos de su equipo, del total de sus apoyos un 38% lo eligió cortando boleta y un 16 por ciento puso sólo la lista municipal, votando en blanco a gobernador. “No hay en la historia del municipio un antecedente de esto, es un punto de inflexión. Demuestra que ninguna estructura política puede sentirse propietaria del voto de la gente”, dijo Sabatella a Página/12.
En San Martín, la otra gran incógnita de esta elección, Ricardo Ivoskus (ARI) también estaba muy parejo con el candidato del PJ.
De las 63 comunas que tenía, el radicalismo va a quedarse con unas 40: se defendió bastante bien en el interior y perdió por paliza en el gran Buenos Aires. Su derrota más sentida fue la de Bahía Blanca, un tradicional bastión radical, donde el justicialista Rodolfo López se impuso sobre Jaime Linares, quien iba por su cuarto período. Mantuvo en cambio las ciudades de Mar del Plata (donde fue reelecto Daniel Katz), Olavarría, San Isidro (con la reelección de Gustavo Posse), Vicente López, Azul, Pergamino y Junín, entre otras.
En el comando de campaña anoche decían que, después de la caída de Fernando de la Rúa, los resultados eran más que favorables. “De la 64 comunas que teníamos vamos a retener 50”, aseguró Federico Storani. Por su parte el jefe de campaña de Stolbizer Ricardo Vázquez se dijo “satisfecho porque vemos una recuperación. En las presidenciales sacamos 85 mil votos y ahora vamos a superar el medio millón”.
Luis Patti mantuvo su poder dentro de Escobar y Aldo Rico en San Miguel, donde gobernarán respectivamente Silvio Víctor González y Oscar Zilocchi.
Encabezados por Julio Alak (La Plata), los hombres fuertes del peronismo bonaerense confirmaron su peso. Con el 50 por ciento de los votos escrutados, Alak tenía el 39,3 por ciento dejando lejos al segundo, (Bruera, también peronista, con 20,5%), resultado por el que nombrará a los tres senadores provinciales de su sección. Alberto Balestrini en La Matanza, Hugo Curto en Tres de Febrero y Raúl Othacehé en Merlo revalidaron su gestión, mientras que en Moreno Andrés Arregui, impulsado por el ministro de Trabajo bonaerense Mariano West, ganó la elección.
Al cierre de esta edición, cuando el recuento de votos no había finalizado, el PJ se adjudicaba 83 intendencias mientras que el radicalismo mantenía 44.