El justicialismo bonaerense se quedó con 75 de las 134 intendencias de la provincia, mientras que la UCR perdió 24 municipios. Con la finalización del recuento, el nuevo esquema territorial muestra un fuerte control del peronismo sobre el conurbano: gobernará todo el sur –los distritos con mayores niveles de pobreza– y los principales municipios del oeste, como La Matanza y Merlo. En el norte del Gran Buenos Aires, en cambio, tendrán presencia varios vecinalistas y el ARI, que consiguió su primera victoria con la reelección de Ricardo Ivoskus en San Martín. El candidato de Elisa Carrió le ganó a Eduardo Bustos, hombre de Barrionuevo, con el apoyo de sectores kirchneristas y una diferencia de apenas siete mil votos.
Los partidos vecinales gobernarán doce ciudades, aumentando en seis sus administraciones. Considerarlos una tercera fuerza, como si fueran un conjunto homogéneo, sería un error. En este caso, la etiqueta sirvió para designar a postulantes tan dispares entre sí como Gustavo Posse (ex UCR- San Isidro) y Martín Sabbatella (ex frepasista-Morón) o Ricardo Ubieto, un ex funcionario de la dictadura que fue reelecto en Tigre.
“Para nosotros se confirmó lo que imaginábamos, una diferencia de 30 puntos que convalida la gestión de Felipe Solá, el liderazgo político de Eduardo Duhalde, las políticas sociales de Chiche y los primeros 100 días de gestión de Néstor Kirchner”, dijo un ecuménico Alfredo Atanasoff, quien fue jefe de la campaña bonaerense.
El justicialismo recuperó 25 ciudades y perdió diez. Avellaneda, Lomas de Zamora, Quilmes y Bahía Blanca son consideradas clave por su ubicación y peso poblacional.
También se anotó en el haber la Legislatura bonaerense, donde Solá tendrá mayoría y quórum propios. El ministro de Desarrollo Social Mariano West, el viceministro de Defensa Julián Domínguez, los ex secretarios de Agricultura y Legal y Técnica de Duhalde, Haroldo Levet y Antonio Arcuri, pasarán a engrosar el bloque oficialista (ver aparte).
La UCR se defendió bien en el interior, zona en la que el aparato partidario tiene mejor armado. En el conurbano sólo consiguió retener una intendencia, la de Vicente López. Será la segunda fuerza provincial, con el gobierno de 45 distritos.
“Una cifra extraordinariamente alta teniendo en cuenta que las 63 que teníamos las habíamos ganado con la Alianza”, dijo a Página/12 Federico Storani. “No estamos eufóricos, pero es un primer paso para ponerle un piso; por lo menos demostramos que no estábamos muertos y que vamos en un camino de reconstrucción de un partido nacional”.
Todavía quedan algunos lugares en disputa. En Salto, el ARI se atribuía el triunfo sobre el PJ por cien votos. Los colaboradores de Carrió contaban como logros propios a Ensenada y Pergamino, sitios en los que son parte de coaliciones con vecinalistas.
La izquierda no obtuvo ninguna localidad ni nuevos legisladores, ya que por segunda vez Juan Carlos Giordano (Izquierda Unida) se quedó sin banca: le faltaron 16 mil votos para superar el piso electoral.
Luis Patti (PAUFE) y Aldo Rico (FREPOBO) conservaron sus intendencias de Escobar y San Miguel, que gobernarán Sergio González y Oscar Zilocchi respectivamente.