Los titulares de las CGT opositoras, Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, juntos. Fue la primera reunión entre ambos luego de que el líder gastronómico hablara de eventuales estallidos y de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le saliera al cruce y advirtiera sobre la posible existencia de una campaña de desestabilización. En ese contexto, los gremialistas opositores evitaron alguna definición sobre próximas medidas de fuerza o protestas contra el gobierno nacional y, en lugar de convocar a un nuevo paro o a una movilización, sólo decidieron llamar a una reunión del Comité Central Confederal la próxima semana con el objetivo de “analizar el estado de situación política y socioeconómica”. En tanto, Facundo Moyano se diferenció de Barrionuevo y pidió “tener responsabilidad”.

En la sede de la Federación de Camioneros que encabeza Moyano, los principales dirigentes de la CGT Azopardo y de la Azul y Blanca de Barrionuevo acordaron reunirse nuevamente el próximo 25 de septiembre con los secretarios generales de los gremios que representan. La idea es que en ese futuro encuentro analicen nuevas medidas de fuerzas que ayer no pudieron consensuar. Además, buscarán ampliar luego el debate a las delegaciones regionales el próximo 7 de octubre.

Las declaraciones de la semana pasada de Barrionuevo sobre un “estallido” como para diciembre en el país provocaron la reacción de la Presidenta. “Están anunciando estallidos para diciembre”, advirtió la jefa de Estado el último fin de semana y alertó que los sindicalistas “posiblemente estén preparando alguna matineé para ahora, estén todos muy atentos”, en alusión a los días que estará fuera del país por su visita al Papa en el Vaticano y a Nueva York para participar de la Asamblea de Naciones Unidas.

Según el secretario de Prensa de la CGT Azopardo, Juan Carlos Schmidt, “las controversias” que causaron los dichos de Barrionuevo estuvieron dentro de los temas tratados. “Vamos a reunir a las regionales para tomar decisiones sobre el plan de lucha que anunciamos a principio de año”, apuntó Schmidt, titular del gremio de Dragado y Balizamiento. El sindicalista aseguró que desde las CGT disidentes reclamaron que el tema de la inseguridad se discuta “en un escenario nacional”, ya que “no es un problema del Gobierno, sino del conjunto de la sociedad”.

Junto a Moyano, Barrionuevo y Schmidt, del encuentro participaron el maquinista Omar Maturano, el titular de Udocba, Miguel Díaz; Abel Frutos, de los panaderos, y Julio Piumato, de judiciales.

“Nosotros desde la CGT nunca hablamos de una marcha. Queremos consultar a los secretarios generales y a las delegaciones regionales para ver cómo seguimos”, sostuvo, por su parte, el titular de la Unión de Trabajadores Rurales (Uatre), Gerónimo Venegas.

El gremialista dijo que espera que en la reunión de octubre se llegue a un acuerdo con medidas “que dupliquen las horas de la última medida de fuerza”, que fue un paro de 24 horas el pasado 28 de agosto, y que vayan desde movilizaciones hasta el pedido de apertura de paritarias.

Por su parte, el diputado nacional del Frente Renovador, Facundo Moyano, consideró que “objetivamente” hay situaciones que pueden crear “malestar en la sociedad”, pero cuestionó los dichos de Barrionuevo, porque “le han servido al gobierno nacional para justificarse en esta estrategia de siempre buscar algún culpable”. “En diciembre de 2013 con las huelgas policiales y los saqueos se buscaron culpables, se estigmatizó a la policía y después se dijo que era Sergio Massa. En diciembre de 2012, lo mismo”, remarcó.