EL PAíS
“Las estructuras políticas de siempre están vacías de contenido”
Martín Sabbatella fue reelegido intendente de Morón por su nuevo partido y con el 52,7 por ciento de los votos. Su relación con Duhalde, Solá y el PJ.
› Por Irina Hauser
A los 33 años, Martín Sabbatella se convirtió por segunda vez consecutiva en intendente de Morón y quedó como el único exponente del centroizquierda en medio de un mapa con dominio peronista. Fue una de las sorpresas de la elección del domingo: ganó en todas las mesas de su municipio y se consagró con 31 puntos de diferencia sobre el candidato del PJ, Juan Zabaleta, gracias al corte de boleta. Alejado de su militancia frepasista, se presentó con un partido propio, Nuevo Morón, que no llevaba candidato a gobernador. “Las estructuras políticas tradicionales están agotadas, se enviciaron y se vaciaron de contenido”, sentencia. Dice que Eduardo Duhalde “es parte de lo viejo”. Con Felipe Solá, diferencia, “compartimos opiniones, visiones y trabajo”.
Del 52,7 por ciento que eligió a Sabbatella, un 16 por ciento votó en blanco para gobernador y diputados. El resto optó en primer lugar por la lista de Solá, luego por Carlos Raimundi (ARI) y, tercero, por el socialista Jorge Rivas. En el distrito hubo más votos positivos para intendente que para gobernador. En el Concejo Deliberante cambió la relación de fuerzas: nueve bancas fueron para Nuevo Morón y sólo tres por el PJ.
–¿Cómo explica que un municipio que reelegía a Juan Carlos Rousselot, a pesar de todas las irregularidades de su gestión, lo vote a usted?
–Antes de asumir como intendente (del Frepaso) en 1999 fui concejal y presidí la comisión que pidió la destitución de Rousselot por causas graves y perjuicio al patrimonio municipal. Morón estaba ante un Estado ausente, se había convertido en paradigma de la corrupción menemista en la provincia y nosotros marcamos un rumbo distinto. Pudimos mostrar otra forma de hacer política, con transparencia y capacidad de gestión.
–¿Por qué esta vez se postuló por fuera de los partidos tradicionales?
–Había que armar una estructura política diferente, porque las tradicionales están agotadas, se enviciaron y se vaciaron de contenido.
–¿Por eso usted se distanció del Frepaso?
–Sí, porque fue una gran frustración. Aparecía como una fuerza emergente para construir lo nuevo pero que terminó reciclando lo viejo.
–¿Qué distingue al partido Nuevo Morón?
–Busca armar una nueva transversalidad en Argentina. Hoy el corte de las pertenencias partidarias es falso. En nombre de un mismo partido se hacen cosas muy distintas. El corte debe ser horizontal, e implica otra relación con la sociedad.
–¿Quiénes integran esta nueva fuerza?
–Hay gente que viene del Frepaso, del peronismo, de la militancia social, del socialismo, del ARI, y hay quienes recién se incorporan a la vida política. Nos consideramos parte de un espacio progresista, que muestra que se puede gobernar con lo que uno piensa.
–¿Es coherente que lo voten a Solá gobernador o a Luis Patti o a Aldo Rico y a usted intendente?
–En el caso de Solá tiene que ver con qué busca la gente en los candidatos. Sí es contradictorio que me voten con Patti o con Rico, porque somos opuestos. Pero esto ocurrió en poquísimos casos.
–¿Cómo hará para convivir con el aparato peronista bonaerense?
–En realidad ya lo vengo haciendo. Son estructuras políticas ancladas en lo viejo, basadas en el clientelismo político. Pero yo no pacto.
–¿Qué opina de Solá?
–Tengo muy buena relación con él. Cuando (Carlos) Ruckauf era gobernador la relación era pésima. Con Solá compartimos opiniones, visiones y trabajo. Y como yo no pertenezco a sus estructuras políticas me permito plantear las diferencias que tengo.
–¿Y de Duhalde, cuál es su concepto?
–Es claramente parte de lo viejo.
–¿Cuáles son sus prioridades inmediatas como intendente?
–Trabajar fuerte para mejorar las cloacas, duplicar el parque industrial La Cantábrica reclamando tierras residuales del ferrocarril, de manera de poder generar mil puestos de trabajo, avanzar con la remodelación del área central de Morón y de la entrada, así como con un programa de descentralización administrativa y participación comunitaria.
–¿Hasta dónde aspira a llegar, a la gobernación?
–Sinceramente no. Tengo la cabeza puesta en Morón. Espero poder colaborar con un proyecto nacional o provincial pero desde acá.