Estudiantes secundarios y universitarios, organismos de derechos humanos, movimientos piqueteros, partidos de izquierda y agrupaciones juveniles conmemoraron ayer el 27 aniversario de la denominada “Noche de los Lápices”, en la que desaparecieron 6 estudiantes secundarios por reclamar el boleto estudiantil en plena dictadura militar.
Los actos centrales en memoria de los estudiantes secuestrados mayoritariamente el 16 de septiembre de 1976 se desarrollaron en la Capital Federal y también en La Plata. En esta ciudad, un grupo de jóvenes rompió a piedrazos los vidrios del frente de la comisaría 1ra., en la que estuvieron detenidos antes de desaparecer los estudiantes recordados.
Por la mañana, el director general de Cultura y Educación bonaerense, Mario Oporto, encabezó un acto en la Escuela Técnica 6 de La Plata en el que estuvo acompañado de estudiantes secundarios; la presidenta de la Comisión Provincial de la Memoria, Estela Carlotto, y el secretario de Derechos Humanos bonaerense, Remo Carlotto.
El titular de la cartera educativa sostuvo que la realidad histórica determinó que “el 16 de septiembre se haya establecido como el Día del Estudiante Secundario” y aseguró que los adolescentes de hoy “deben continuar lo que hicieron los estudiantes de esa década”.
En Buenos Aires, la agrupación Juventud de Fierro realizó un escrache contra el ex comisario general de la Policía Bonaerense, Miguel Etchecolatz, quien se desempeñó como segundo responsable de la fuerza, detrás de Ramón Camps, y tuvo a su cargo la administración de 21 campos de detención clandestina. La manifestación comenzó frente al domicilio de la avenida Pueyrredón 1035, y luego continuó entre Congreso y Plaza de Mayo. El 16 de septiembre de 1976, estudiantes secundarios se concentraron frente al edificio del Ministerio de Obras Públicas para pedir por el boleto escolar en La Plata. Ese día, fueron secuestrados seis alumnos: Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone, Claudio de Acha, Horacio Ungaro, María Clara Ciochinni y Daniel Racero son los seis estudiantes que permanecen desaparecidos. El séptimo, Pablo Díaz, fue liberado tiempo después del secuestro.