EL PAíS
Una encuesta acerca de quién ganó y quién perdió el domingo pasado
El gran ganador, Kirchner; el gran perdedor, Macri. Así revela la opinión de porteños y bonaerenses un sondeo realizado por la consultora Equis. Duhalde, Ibarra y Solá entre los victoriosos.
› Por Raúl Kollmann
Más de la mitad de los ciudadanos de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires consideran que el presidente Néstor Kirchner fue el mayor ganador de la jornada electoral del domingo. A considerable distancia, pero también señalado como fuerte ganador por el 22 por ciento de los consultdos, aparece Eduardo Duhalde y, curiosamente, más atrás los dos candidatos que en verdad ganaron, Aníbal Ibarra y Felipe Solá. “Da la impresión que el domingo se completó un ciclo inacabado que empezó en abril y que se frustró porque Carlos Menem desertó del ballottage. La gente en ese momento quería darle un respaldo a Kirchner y se lo terminó dando ahora. Además, se sigue viviendo la política argentina como si fuera una interna peronista, porque los ganadores son dos justicialistas que ni siquiera compitieron. Eso también marca la ausencia, por ahora, de una oposición”, explicó el consultor Artemio López, quien justamente sondeó la opinión de la gente sobre quiénes fueron los ganadores y perdedores del domingo.
Las conclusiones surgen de un encuesta realizada por Equis, la consultora que lidera Artemio López y que entrevistó por teléfono a 565 personas de Capital y Gran Buenos Aires, respetando la distribución geográfica y las proporciones por edad, sexo y nivel socioeconómico.
“Nuestro trabajo refleja un poco que en esta elección el ciudadano común percibió una especie de enfrentamiento entre el modelo Kirchner y los años 90 –señala López–. Lo que más quedó en la gente es que el Presidente fue el ganador, sobre todo porque realizó una jugada muy osada que fue el apoyo a Aníbal Ibarra, frente a un candidato que aparecía con enormes chances de ganar y que estaba de alguna manera relacionado con los ‘90 y el menemismo. Eso se ve también en que Macri es considerado el mayor perdedor, porque era también el candidato que la gente creía que podía ganar. Patti y Rico ni aparecen en la lista de perdedores porque no había ninguna expectativa de que pudieran ganar.”
“El hecho de que la gente sigue viviendo la política como una interna peronista se ve en que, por lógica, el encuestado debería decir que los ganadores son Solá e Ibarra, porque efectivamente fueron los candidatos que se impusieron a sus rivales, en distritos claves y por diferencias importantísimas. Sin embargo, hay una mirada que va más allá y tiene que ver con los modelos. Los mayores ganadores, Kirchner y Duhalde, los perdedores, quienes representan a los ojos de la gente algo parecido al modelo de los ‘90, Macri y López Murphy”, insiste el titular de Equis.
–¿Por qué aparece Elisa Carrió en la lista de perdedores? –preguntó este diario.
–En primer lugar hay que decir que no son muchos los que opinan así: un 13 por ciento. Es curioso. En verdad, la líder del ARI tuvo que ver con el triunfo de Ibarra en Capital e hizo una elección apreciable en provincia de Buenos Aires, donde su candidato a gobernador, Carlos Raimundi, sacó más del ocho por ciento de los votos. Sin embargo, la gente le da a Carrió un lugar mucho más importante que ése. Hay una fuerte expectativa que tiene que ver con su protagonismo a nivel nacional, su presencia de dirigente de envergadura y sus permanentes apariciones en los medios de comunicación. La gente espera más porque la ponderan mucho en todos los terrenos, entonces el ocho por ciento no parece corresponderse con esa expectativa.
“Pese al dato que ubica a Kirchner como el principal ganador, en nuestro trabajo no son todas rosas para el Presidente. Siete de cada diez personas no perciben un descenso de la pobreza y más de la mitad de los encuestados tampoco ve que esté bajando la desocupación. ¿Cómo pueden ver a Kirchner ganador pese a esos datos? Básicamente porque hay un gran optimismo. El 75 por ciento de los consultados se considera optimista respecto del futuro del país. De todas maneras, no hay que olvidarse que las elecciones son importantes, que pueden dar ganadores y perdedores, pero no son la realidad del país. La vida cotidiana sigue siendo durísima y para la mayoría las cosas están muy mal”, concluyó López.