EL PAíS
“Un fallo contra los análisis de ADN sería como poner una lápida”
Las Abuelas de Plaza de Mayo advirtieron ayer en una rueda de prensa sobre el peligro de que la Corte Suprema falle en contra de los exámenes genéticos para identificar a hijos de desaparecidos.
› Por Victoria Ginzberg
“Un fallo de la Corte Suprema en contra de los análisis de ADN para los hijos de desaparecidos sería como poner una lápida sobre estos chicos, que están como rehenes, secuestrados e influenciados por sus apropiadores”, aseguró ayer Estela de Carlotto. Las Abuelas de Plaza de Mayo se pronunciaron con dureza contra una eventual decisión del máximo tribunal que trabaría los estudios genéticos para establecer la identidad de los niños, hoy jóvenes, robados durante la última dictadura militar. La institución anunció que, si eso se concreta, va a recurrir a organismos internacionales. “Si tienen hijos y nietos, que entiendan lo que es buscarlos durante tanto tiempo”, dijo, para los Supremos, Angélica Bauer, quien podría ser la abuela de Evelyn Vázquez.
La Corte Suprema se apresta a dictar una sentencia referida a Evelyn, una joven que habría nacido en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y sería la hija de los desaparecidos Susana Beatriz Pegoraro –secuestrada cuando estaba embarazada de cinco meses– y Rubén Santiago Bauer. “Sus ladrones la apropiaron siendo una frágil bebita, arrancándola de los brazos de su mamá”, narró Carlotto ayer en una conferencia de prensa en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo.
Evelyn fue ubicada por las Abuelas en marzo de 1999. Había sido inscripta como hija propia por el suboficial de la marina Policarpo Vázquez y su esposa Ana María Ferrá, quienes confesaron ante la Justicia que la niña les fue entregada por personal de la Armada. En un primer momento Evelyn accedió a hacerse el estudio de ADN pero luego se echó atrás. Las Abuelas creen que el cambio de postura se debió a “la influencia de su entorno y a los consejos de los abogados de Vázquez”.
“Las instancias judiciales nos sitúan en que la solución a esta gravísima situación se encuentra en un dilatado e injusto tiempo en la Suprema Corte. La extracción compulsiva es la única salida para una necesaria reparación. La compulsividad no ha sido nuestro deseo y objetivo, sino recuperar a nuestros nietos robados. Si la inoperancia, errores, malos o equivocados procedimientos de la Justicia llevan a la aplicación de esta situación, la misma deberá resolverse con respeto y mesura”, afirmó Carlotto.
Ramón Torres Molina, abogado de la institución, adelantó que ante un fallo contra los análisis de la Corte –que según se prevé va a salir el martes próximo– denunciarán ante organismos internacionales al Estado argentino por violar pactos sobre derechos humanos, como la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención sobre Desaparición Forzada de Personas.
Angélica Bauer, quien sería la abuela de Evelyn –y sólo el análisis podría disipar esta duda– afirmó que no quiere presionar a la joven. “Ella puede hacer su vida, lo que quiero es la posibilidad de saber si es mi nieta”, aseguró. Silvia Stritzler, la tía del joven que fue anotado como Carlos Ferettón, quien también se niega a realizar el análisis de ADN y en cuyo caso se expidió la Cámara de Casación –en contra del estudio– acompañó a las Abuelas en la conferencia de prensa. “Fallar contra los análisis es encubrir el secuestro del que los chicos y las familias seguimos siendo víctimas. Por eso esperamos que el Presidente de la Nación se pronuncie sobre este tema”, aseguró Stritzler.
“Sabemos que Evelyn está mal. ¿La vamos a condenar a seguir viviendo en esta incertidumbre?”, se preguntó Carlotto. Las Abuelas también tienen dudas acerca de por qué ahora la Corte cambiará su jurisprudencia, si cuando los hijos de desaparecidos eran menores de edad, el tribunal convalidaba los estudios genéticos.
Entre los periodistas y miembros de distintos organismos de derechos humanos que poblaron ayer la casa de las Abuelas, estaba Horacio Pietragalla, quien recuperó recientemente su identidad. “Hacerse el análisis cuesta, da temor por lo que pueda pasarle a tus ‘viejos’, pero yosabía que había una familia con la esperanza de encontrarme. El análisis no produce daño, el daño fue hecho hace 26 años”, dijo a Página/12.