La jueza federal María Romilda Servini de Cubría cuestionó ayer a la Cámara Federal porteña por haberle abierto un sumario ante su negativa a tramitar las causas por violaciones a los derechos humanos en el Primer Cuerpo del Ejército y la ESMA durante la dictadura y pidió al Consejo de la Magistratura que intervenga en el caso. “La Cámara ha violado mi derecho a defensa al dictar una resolución objetivamente arbitraria y que me causa agravio”, advirtió Servini y reclamó la apertura de un sumario en el organismo encargado de nombrar e investigar a los magistrados para explicar las razones por las que rechazó hacerse cargo de esos expedientes.
“Todo lo que hizo la Cámara tiene un denominador común: la parcialidad y animosidad que han manifestado los señores magistrados al dictar una resolución no sólo inicua sino también violatoria de las leyes y las garantías constitucionales”, señaló Servini en un escrito que presentó ante el Consejo de la Magistratura. La jueza concurrió personalmente a ese organismo y allí afirmó que sus superiores de la Cámara no atendieron los argumentos con los que justificó su decisión de apartarse de las causas sobre el Primer Cuerpo de Ejército y la ESMA.
Servini no sólo advirtió en su escrito que “se ha violado mi derecho de defender al dictar una resolución arbitraria y que me causa agravio”, sino que también destacó que “sólo el Consejo puede investigarme”.
La decisión de Servini de recurrir al Consejo de la Magistratura apunta a frenar el sumario que en su contra abrió la Cámara después de que se negara a intervenir en las causas del Primer Cuerpo de Ejército y la ESMA. Tras la anulación de las leyes de impunidad, ese tribunal resolvió reabrir ambos expedientes. Por sorteo el primero de ellos quedó a cargo del juez Sergio Torres y el segundo en manos de Servini, quien se excusó de intervenir en el caso con el argumento de que uno de los imputados había sido un ex empleado suyo. La Cámara dispuso entonces un “enroque” de los sumarios, pero la magistrada insistió en su negativa diciendo que no podía intervenir debido a la relación que mantenía con personas vinculadas a las Fuerzas Armadas que podían ser imputados en el proceso.
Ante el Consejo de la Magistratura Servini repitió la misma excusa: aseguró que su marido, el brigadier retirado Juan Cubría, podría figurar en los listados de la Conadep, según apareció publicado en los medios. “Mi marido mismo pidió al Ministerio de Justicia que le informe si era él quien figuraba y (el secretario de Derechos Humanos) Eduardo Luis Duhalde le contestó que había un brigadier Cubría en el legajo 60438, nombrado por un testigo que dijo que él conocía de su detención”, precisó la jueza en su presentación.
Frente a los argumentos dados por Servini, la Cámara consideró en su momento que no aportó “un solo fundamento objetivo y serio que permita justificar la alteración de su espíritu” y decidió investigarla por vía administrativa para evaluar una posible sanción. La palabra la tiene ahora en Consejo de la Magistratura.