Con el apoyo de un sector de la oposición, el kirchnerismo logró aprobar en el Senado el adelantamiento de la entrada en vigencia del nuevo Código Civil y Comercial. La iniciativa presentada por Aníbal Fernández y Miguel Pichetto dispone que comience a aplicarse el texto reformado a partir del 1º de agosto de 2015, cinco meses antes de lo establecido en el proyecto original. “Yo no termino de comprender por qué hay que esperar para tener mejores alternativas para el ejercicio de los derechos que tiene la sociedad y por qué seguir estirando el tiempo si no hay nadie de los que tengan que trabajar en consecuencia que no lo conozca”, afirmó Fernández, antes de iniciar la sesión. La medida fue girada ahora a Diputados y aprobada por 50 votos afirmativos (FpV, UCR y otros) contra 13 negativos (Peronismo Federal, FAP-Unen y PRO).

Por la decisión del Frente para la Victoria de tratar la nueva ley de telecomunicaciones Argentina Digital en la sesión de la semana próxima, el Senado tuvo ayer una sesión breve y bastante armoniosa. En un tono sereno, el radical Gerardo Morales insistió en pedir una cuestión de privilegio contra el vicepresidente Amado Boudou, a pesar de que ya fueron rechazadas en la reunión de comisión de Asuntos Constitucionales de este martes. Al reclamo se sumó también la cordobesa Norma Morandini, que a diferencia de la fundamentación jurídica de Morales, prefirió argumentar que por “sentido común” el presidente del Senado debería apartarse del cargo. En esa misma reunión de Asuntos Constitucionales se firmó el martes el dictamen para adelantar la entrada en vigencia del nuevo Código Civil y Comercial, por lo que se necesitaban siete días corridos para llevar el tema al recinto. Como esos plazos no se cumplieron, el kirchnerismo propuso el tratamiento sobre tablas, para el que necesitaba dos tercios de los votos. Desde la oposición, el PJ disidente habilitó los dos tercios para el tratamiento sobre tablas del proyecto aunque luego rechazaron que se adelante la entrada en vigencia del Código por considerar que “no es necesario el adelantamiento” y falta que “la comunidad” conozca su contenido. En cambio, bloques como la UCR rechazaron el tratamiento sobre tablas, aunque luego se pronunciaron a favor del adelantamiento.

“Me siento parte del Código. Hago campaña con el Código. Este Código nos pertenece como a otros sectores”, aseguró el senador radical Ernesto Sanz, quien junto a Morales aseguró que la UCR no derogaría el Código en caso de llegar al Gobierno, sino que le haría algunas modificaciones puntuales. “Estamos de acuerdo con la esencia del Código. Obviamente cuando podamos lograr una mayoría en Diputados o en el Senado vamos a promover algunas reformas”, señaló Morales, en referencia a cuestiones como la responsabilidad del Estado, el acceso al agua y temas vinculados con los pueblos originarios.

El senador Rubén Giustiniani fue uno de los senadores que se opusieron tanto al tratamiento sobre tablas como al adelantamiento. El socialista se quejó de las modificaciones realizadas por el Frente para la Victoria al anteproyecto del Código y consideró que no era necesario tampoco adelantar su aplicación.

A su turno, el jefe del bloque del oficialismo, Miguel Pichetto, afirmó que no había “ninguna cuestión” extra para el apuro en su aprobación, sino que se debía a las dificultades de la Cámara de Diputados para tratar el tema antes de fin de año. De aprobarse en ambas Cámaras, la aplicación de la nueva norma se realizará durante el mandato de la presidenta Cristina Fernández.