Funcionarios, legisladores y referentes del oficialismo cuestionaron la decisión del fiscal Alberto Nisman de acusar a la Presidenta y al canciller, entre otros, y la calificaron como absurda, inexplicable, violatoria de la Constitución, un manotazo de ahogado, así como producto de operaciones de los Servicios de Inteligencia.

- Jorge Capitanich, jefe de Gabinete: “Se trata de una decisión disparatada, absurda, ilógica, irracional, ridícula y violatoria de artículos esenciales de la Constitución nacional, como son el 75, sobre las atribuciones del Poder Legislativo, y el 99, sobre las atribuciones del Poder Ejecutivo (...) Advertimos claramente una actitud desde algunos miembros del Poder Judicial, una estrategia corporativa no del conjunto sino de algunos miembros, con grupos mediáticos concentrados y grupos económicos, con el objeto de hostigar y pretender desestabilizar, en una clara actitud golpista”.

- Aníbal Fernández, secretario general de la Presidencia: “El fiscal está respondiendo a otras estructuras que al propio poder jurisdiccional”, evaluó y consideró que el desplazamiento de Jaime Stiuso de la dirección de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia “algo tiene que ver” con la decisión de Nisman. “Pareciera que la designación de Oscar Parrilli al frente de la SI conlleva a personajes que formaron parte de estas estructuras tangencialmente, por lo menos como el fiscal Nisman, a tirar manotazos de ahogado.”

- Agustín Rossi, ministro de Defensa: “Hicimos el acuerdo con Irán porque había que ir a buscar ciudadanos iraníes imputados por decisión de la Justicia argentina a través del fiscal Nisman, y acusar a la Presidenta por hacer uso de las facultades que le confiere la Constitución nacional resulta de un alto grado de irresponsabilidad institucional”. Para Rossi, es “canallesco” intentar “dividir o escindir las acciones del gobierno de Néstor Kirchner de las acciones del gobierno de Cristina Fernández”, como declaró Nisman, y también remarcó que la causa AMIA “estuvo en la más alta jerarquía”, junto a la recuperación de las Islas Malvinas, en las asambleas de Naciones Unidas.

- Julián Domínguez, titular de la Cámara de Diputados: “Es una clara actitud de oposición política que se vale de la judicialización para dañar la investidura presidencial y a nuestro gobierno. Denunciar a la Presidenta, a ministros y diputados por un acuerdo de cooperación judicial aprobado por el Congreso de la Nación nada tiene que ver con la administración de justicia independiente”.

- Luis Beder Herrera, gobernador de La Rioja: “No están bien claros los fines de esta acción” del fiscal. “Es de esperar que no haya detrás de esta medida otras intenciones que no estén vinculadas justamente a la resolución de la causa”.

- Héctor Recalde, diputado nacional (FpV): “Da vergüenza, es una mentira y busca causar daño institucional. Es inadmisible que se involucre a nuestra Presidenta como encubridora, cuando fue ella quien dispuso de la voluntad y la decisión política de avanzar en pos de la verdad y la justicia en los atentados sufridos por el pueblo argentino a la AMIA y a la embajada de Israel”. Para Recalde, Nisman es “funcional y obediente a las corporaciones”.

- Gustavo López, subsecretario de Relaciones con la Sociedad Civil de la Presidencia: “Nisman es un operador de los servicios que oculta su incapacidad en una denuncia descabellada contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. En 34 años de abogado y 24 de profesor universitario nunca vi un mamarracho más grande que el de Nisman”, destacó el presidente de Forja.

- Mara Brawer, diputada nacional (FpV): “Como argentinos, como sociedad, no se puede permitir que se utilice a los muertos de la AMIA como títeres para este tipo de maniobras de politiquería de tan bajo nivel. Contrariamente a lo que hace, Nisman debería dedicarse a explicar por qué no hubo avances en la causa”.

- Carlos Heller, diputado nacional (Partido Solidario): “Resulta inexplicable, o es lo que algunos dicen, una gran operación de inteligencia en connivencia con sectores políticos que tratan de crear desestabilización”.