EL PAíS › INTERPOL CONFIRMO QUE EL GOBIERNO ARGENTINO NUNCA QUISO MODIFICAR LOS ALERTAS ROJOS DE LOS ACUSADOS DEL ATAQUE A LA AMIA
La denuncia del fiscal Alberto Nisman asegura que el objetivo del supuesto plan de impunidad era que se levantaran las notificaciones rojas. Interpol aseguró que el gobierno argentino “se mantenía ciento por ciento comprometido a que permanezcan en efecto”.
› Por Raúl Kollmann
El canciller Héctor Timerman leyó ayer una carta firmada por el ex secretario general de Interpol, el norteamericano Ronald Noble, en la que el funcionario de la policía internacional desmiente las afirmaciones del fiscal Alberto Nisman. “En cada ocasión que usted y yo hablamos o nos vimos, usted indicó que Interpol debía mantener las notificaciones rojas en vigor. Su posición y la del gobierno argentino fueron consistentes y firmes.” Las notificaciones o alertas rojos son un refuerzo o un status superior de las órdenes de captura internacionales, una especie de prioridad en esas capturas. En el caso AMIA, los alertas rojos fueron emitidos contra cinco funcionarios o ex funcionarios de Irán. Noble, que estuvo a la cabeza de Interpol desde 2000 hasta noviembre de 2014, enumeró una serie de encuentros, llamadas telefónicas y reuniones en los que Timerman sacó el tema de las notificaciones o alertas rojos y le insistió a Interpol en que no debía haber ningún cambio en el status de los requerimientos. En su denuncia, Nisman afirma que “el plan criminal” consistió en firmar el Memorándum de Entendimiento y a cambio de ello se prometió a Irán el levantamiento de los alertas rojos. Noble sostuvo ayer todo lo contrario.
La denuncia de Nisman ya había sido desmentida con una prueba incontrastable: la carta que Timerman le dirigió a Interpol para informarle que se había firmado el Memorándum con Irán. El facsímil fue adelantado en forma exclusiva por Página/12 el jueves. Esa carta tiene fecha del 15 de febrero de 2013, dos semanas después de la firma del Memorándum, cuyo contenido se le adjuntaba a la organización internacional de policía. En las 20 líneas de la carta de Timerman a Interpol, el canciller menciona que cualquier cambio en las capturas internacionales solo podía ser decidido por el juez de la causa, Rodolfo Canicoba Corral, y que la forma del memorándum no producía cambios en el “status de los requerimientos”.
Nisman buscó ayer confirmar su posición diciendo que no es lo mismo órdenes de captura que alertas rojos, pero Timerman no sólo habló de órdenes de captura, sino específicamente del “status” de esas órdenes de captura. La carta dice, en forma textual: “La firma del Memorándum no produce cambio alguno en el status de requerimiento de captura internacional arriba mencionado”. El status, como es obvio, es el que regía hasta ese momento y sigue rigiendo: captura con notificación o alerta rojo.
Que ayer Noble haya salido a avalar lo dicho por Timerman y a dejar en claro la postura del gobierno argentino es un golpe fuerte para el propio Nisman. Durante los años que lleva el fiscal al frente de la causa AMIA no se cansó de elogiar a Interpol y a su cabeza norteamericana. Antes de ser el secretario general de la organización internacional de policía, Noble fue uno de los máximos jefes de los servicios secretos de Estados Unidos, de la agencia antidrogas y titular de investigaciones de lavado de dinero. Es decir que no puede ser sospechoso de favorecer a Irán. Que Noble diga que la posición de Timerman y el gobierno argentino “fue consistente y firme” en relación con los alertas rojos, es una derrota para la denuncia del fiscal.
Desde el inicio, el departamento legal de Interpol vio con buenos ojos el Memorándum. Lo expresó en marzo de 2013, poco después de la firma del acuerdo. “El referido acuerdo es un desarrollo positivo en el esclarecimiento de la causa.” El texto llevó la firma del juez francés Joel Stollier, Consejero General de Interpol y número uno del departamento legal. Como es obvio, la carta tenía el visto bueno de Noble. En ese mismo mensaje, la Oficina de Asuntos Jurídicos de Interpol ratifica que “dicho acuerdo no implica ningún cambio en el status de las notificaciones rojas”.
Interpol trata de que sus miembros busquen soluciones a conflictos por capturas y en ese marco sostuvo, por escrito, que el Memorándum constituía un desarrollo positivo. Nisman, en cambio, operó bajo cuerda contra el acuerdo, como lo señaló en este diario en forma reiterada el periodista Horacio Verbitsky.
La concreción de una indagatoria a los acusados llevaba a poner sobre la mesa las pruebas acumuladas por el fiscal que tenían un marcado acento de informes de Servicios de Inteligencia –volcados en especial por su mentor en la Secretaría de Inteligencia, Jaime Stiuso– y que tenían dificultades para ser probados judicialmente. Lo reiteró en estos días el juez Canicoba Corral: “Cuando firmé las órdenes de captura contra los iraníes, dejé por escrito que el fiscal debía profundizar la investigación de la misma pista porque sus evidencias estaban demasiado basadas en informes de Inteligencia. Y además, le puse por escrito que debía investigar la pista siria y la conexión local. Nada de eso hizo”.
“Recuerdo específicamente –dijo ayer Noble en su mail– cuando hablamos por teléfono (con Timerman) después de los informes de los medios de comunicación en Argentina e Irán que falsamente indicaban que el Memorando de Entendimiento afectaba la validez de las notificaciones rojas de Interpol. He dejado claro a usted oralmente y posteriormente por escrito que Interpol dio la bienvenida a todos los esfuerzos de Argentina e Irán para cooperar en el caso AMIA. Usted pidió que Interpol exprese por escrito si las notificaciones rojas se mantenían sin cambios, válidas y vigentes. El 13 de marzo de 2013, el Consejero General de Interpol declaró inequívocamente por escrito que la validez y la situación de las notificaciones rojas no se vieron afectados.”
“En mayo de 2013 –continúa el relato del ex secretario general de la organización de policías–, usted visitó la sede de Interpol. Usted declaró en esa ocasión, expresamente, que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, usted como ministro de Relaciones Exteriores y todo el gobierno argentino se mantenían ciento por ciento comprometidos a que las notificaciones rojas de Interpol permanezcan en efecto.”
En el mismo mail, Noble relata otras dos veces en que personalmente Timerman se interesó en que de ninguna manera se modificaran los alertas rojos: fue en noviembre de 2013 y noviembre de 2014, en la propia Asamblea General de Interpol, en Mónaco. “Recuerdo la pasión con la que usted habló”, señaló Noble.
Nisman dice en su denuncia que “el objetivo de todo el plan criminal de la Presidenta fue bajar los alertas rojos” para que se pusiera en marcha un intercambio de petróleo iraní por granos argentinos. Ese intercambio comercial no existió nunca. Y el principal testigo, el hombre fuerte de Interpol, el funcionario de origen norteamericano cabeza de la organización a la que Nisman rindió pleitesía en forma permanente, lo desmintió. En cambio, enumeró todas las veces en que el Gobierno insistió en que no podían ni debían tocarse las notificaciones rojas.
Basta ver lo que ocurrió: los alertas rojos siguen vigentes. Interpol ayer, a través de su referente máximo, dijo que fue clave la firmeza de la postura argentina.
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