Luego de una semana de expectativas cesó el movimiento en los despachos de Comodoro Py, donde el fiscal Alberto Nisman denunció a la presidenta Cristina Fernández, funcionarios de su gobierno y dirigentes políticos cercanos al kirchnerismo por intentar apartar a Irán de la investigación del atentado a la AMIA. Tanto en el Juzgado Federal N° 4, a cargo de Ariel Lijo, cuanto en la Fiscalía Federal N° 7, en manos de Ramiro González, abrieron un compás de espera: recién en febrero, cuando concluya la feria judicial estival, analizarán su competencia en el expediente, que por lo pronto solo cuenta con la denuncia de Nisman propiamente dicha y los escritos que certifican la “puesta a disposición” de dos de los acusados.

El abogado Fernando Burlando y su socio Fabián Améndola se presentaron ayer en el juzgado como defensores del dirigente de la comunidad islámica, Jorge Alejandro Khalil.

En las oficinas de Lijo y de González consideraron que ya fue hecho todo lo que se debía hacer para preservar la prueba que Nisman presentó para respaldar su denuncia. El próximo paso será analizar la competencia judicial sobre el expediente que la contiene para definir si el trabajo queda en manos de ambos o si corresponde que la causa sea sorteada. El primero que debe dar su opinión en el tema es el fiscal. En base a ese dictamen, luego, decidirá Lijo. Si bien no existen desgrabaciones de las intervenciones telefónicas completas que Nisman presentó como prueba –más de cinco mil horas de charlas–, fuentes judiciales consideraban ayer suficientes las transcripciones que Nisman citó como ejemplo del presunto delito que entendió se cometió en torno de la investigación del atentado a la AMIA, en julio de 1994. Si no se presenta ningún imponderable, la feria no será habilitada y recién en febrero quedará establecido en manos de qué juez y qué fiscal queda.

Las medidas

La denuncia se apoya en la intervención de cuatro líneas telefónicas de Jorge Alejandro “Yussuf” Khalil –más de 5 mil horas de diálogos varios registradas en 19 CD–, los testimonios del periodista José “Pepe” Eliaschev y el dirigente kirchnerista y ligado a Irán Luis D’Elía, decenas de recortes periodísticos. Por fuera de la preservación de esos elementos, el expediente también cuenta con la desmentida del titular de la Secretaría de Inteligencia respecto del vínculo laboral de Ramón “Allan” Héctor Bogado y Héctor Yrimia con esa dependencia. Ambos son mencionados en el texto incriminador de Nisman. Bogado como agente de inteligencia; Yrimia como un hombre con “vínculos con un sector de la ex SIDE”. El último, de hecho, es uno de los acusados por el fiscal.

Frente a esa desmentida, Lijo solicitó el miércoles al Ministerio de Seguridad la disposición de custodia para ambos. Ayer recibieron la confirmación de la puesta en marcha de esa custodia en el caso de Bogado. A Yrimia no lo encontraban aún.

Las escuchas

En cuanto a las escuchas, lo primordial fue preservarlas. Es decir, hacerse de una copia. Desde el lunes, tanto Lijo como González aseguraron a la prensa tener en sus manos esos discos. Aparentemente, de ese material no existe transcripción total o parcial por fuera de lo que Nisman reescribe en sus casi 300 páginas de denuncia. El fiscal solicitó que se consultara en la unidad fiscal especial dedicada a la causa AMIA; Lijo cumplió. Pero allí no hay transcripciones. Se espera que se ordene comenzar con esa tarea, que llevará varias semanas. Aún no está claro si la grabación se solicitará a alguna fuerza de seguridad o si se llevará a cabo con empleados judiciales.

Ayer se difundió en los medios un diálogo entre D’Elía y Khalil en el que se menciona una reunión, la necesidad de mantener “bajo perfil” y un consejo ofrecido por Oscar Parrilli. En el despacho de Lijo negaron rotundamente haber habilitado esa grabación.

Las tareas en Comodoro Py relativas a desgranar la denuncia presentada por Nisman cuatro días antes de morir mermaron y se espera que así permanezcan hasta el final de feria, cuando el objetivo sea determinar si la investigación corresponde al Juzgado Federal de Lijo y a la Fiscalía de González, por conexidad con el expediente que indaga sobre presuntas irregularidades en la investigación del atentado. No obstante, no es seguro que cuenten con la transcripción de los diálogos interceptados para ello.

Los denunciados

Al igual que el dirigente de Quebracho Fernando Esteche el miércoles, Jorge Alejandro “Yussuf” Khalil se presentó en la causa ayer. Ambos comparten abogado defensor: la dupla de Fernando Burlando y Fabián Améndola. “Vengo a ponerme a disposición de la Justicia”, advirtió Khalil a través de un escrito presentado por Améndola. Esos no fueron los únicos escritos que recibieron ayer en el despacho del Juzgado Federal Número 4. Una asociación vecinal, por ejemplo, solicitó al juez que se frene la investigación de la muerte de Nisman; que se frene, incluso, la del atentado en general y que se traspase todo aquello a un juzgado internacional. El pedido fue rechazado por “improcedente”. Una señora, por su parte, denunció al ex presidente Carlos Menem en la misma ventanilla. Ese expediente sí fue enviado a sorteo.