EL PAíS › BALEAN A DOS POLICíAS POR UN CASO DE GATILLO FáCIL
Los disparos se produjeron horas después de que el jefe de la policía de Ferguson anunciara su renuncia, tras la publicación de un informe oficial que afirma que el racismo era moneda corriente entre la policía de la ciudad.
› Por David Usborne *
Los dos oficiales que recibieron disparos y resultaron heridos durante una protesta en Ferguson, Missouri, fueron víctimas de una “emboscada”, dijo ayer la policía, mientras se comprometieron a localizar a los responsables.
Una cacería humana se centró desde el principio en una casa cercana. Las noticias en video mostraron a oficiales en lo alto de una casa, aparentemente tratando de pasar por el techo. “La gente fue sometida a interrogatorios”, dijo el vocero de la policía, el sargento Brian Schellman. “No se realizaron arrestos.”
Los manifestantes que se congregaron frente a la sede de la policía de la ciudad el miércoles por la noche comenzaban a dispersarse cuando se oyeron disparos y los dos oficiales fueron impactados, uno en el hombro y la otra en la cara. Fueron tratados en el hospital y ambos dados de alta ayer por la noche.
Los tiroteos prometieron una vez más inflamar las tensiones que estallaron después de la muerte de Michael Brown, un hombre negro desarmado, de 18 años, a manos de un agente de policía en agosto pasado. Ese incidente y la decisión de un jurado investigador local de no acusar al oficial desataron protestas en todo Estados Unidos. También dieron lugar a debates sobre la actuación policial y los prejuicios raciales.
La ira todavía hierve a fuego lento en algunas partes de la comunidad afroamericana en Ferguson. Eso fue despertado por la publicación, la semana pasada, de un informe del Departamento de Justicia que afirma que el racismo ya era moneda corriente en el departamento de policía de la ciudad. El informe dijo que el departamento operaba un sistema “tóxico” para la detención de los habitantes de Ferguson, en su mayoría negros, por delitos menores, tan a menudo como sea posible, para aumentar las arcas de la ciudad.
Eric Holder, el fiscal general, denunció el tiroteo como “repugnante” y Barack Obama también respondió. “La violencia contra la gente es inaceptable”, dijo un mensaje del Twitter de la Casa Blanca. “Nuestras oraciones están con los oficiales en MO (Missouri). El sendero de acceso a la justicia es uno que todos debemos recorrer juntos.”
Los disparos se produjeron horas después de que el jefe de la policía de la ciudad, Thomas Jackson, anunciara su renuncia. También recordaron la matanza de diciembre de dos oficiales de la policía de Nueva York, por un asaltante solitario que estaba aparentemente obsesionado con vengar los asesinatos policiales de los afroamericanos.
De acuerdo con una investigación inicial, las balas que hirieron a los oficiales llegaron desde 120 metros más allá de la protesta misma y fueron disparados por una pistola. Hubo información contradictoria sobre si el tirador estaba vinculado a la protesta o no. El jefe de la policía del condado de St. Louis, Jon Belmar, dijo que sólo la suerte había impedido que los funcionarios fueran asesinados. “Podríamos haber enterrado a dos policías la próxima semana por esto”, dijo. “Esto es realmente una emboscada ... Uno no la ve venir. Uno no entiende lo que va a suceder. Uno está básicamente indefenso.”
El caos estalló en la calle, afuera de la sede de la policía, después de que se oyeran los disparos, con los manifestantes buscando protegerse. En un video tomado en el lugar, otros agentes de policía pueden verse sacando armas y corriendo para ponerse a cubierto detrás de los vehículos policiales. Se pueden escuchar los gritos, presumiblemente de uno de los oficiales heridos, que pertenecían a las comunidades vecinas.
Belmar dijo que ahora la “prioridad número uno del condado de policía de St. Louis” era identificar al culpable, señalando que mientras que los oficiales en el lugar de los disparos no habían devuelto el fuego, podrían hacerlo en el futuro. Dijo que el tirador había sido “insertado en ese grupo” protestando, pero los activistas no estuvieron de acuerdo.
Entre los que condenan el ataque estaba un abogado de la familia de Brown. “Es posible que haya algunas personas que estén equivocadas o confundidas, pero en gran parte la mayoría de los manifestantes y la mayoría de los estadounidenses quieren la justicia”, le dijo Benjamin Crump a la CNN.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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