La Justicia uruguaya sigue con las pericias sobre los cuerpos de las diez víctimas del avión argentino caído en Laguna del Sauce, mientras algunos expertos alertaron que la falta de una caja negra en este tipo de aeronaves dificultará el conocimiento pleno de las causas del accidente. La intendenta de Maldonado, Susana Hernández, envió su pésame a “la presidenta Cristina Fernández, a los familiares de las víctimas y a todo el pueblo argentino”. Por su parte, fuentes de la aviación uruguaya estimaron que la Justicia puede demorar unos tres meses en establecer lo ocurrido con el avión que el jueves por la noche cayó, a poco de despegar. Los brigadistas y bomberos lograron recuperar todo el fuselaje del avión y lo colocaron en tierra para que los peritos puedan analizarlo. En el plano judicial, la jueza penal Adriana Morosini dispuso la extracción de fluidos de los pilotos para determinar si habían consumido alcohol o psicotrópicos. El diario El Observador, de Montevideo, aseguró que pidió muestras de ADN y la realización de las autopsias a las diez víctimas para precisar la causa de sus muertes. La jueza pidió al Instituto Técnico Forense y a la Policía Científica “máxima celeridad” en las pericias, a las que posteriormente se sumará el informe de la Comisión Investigadora de Accidentes e Incidentes de Aviación (Ciaia) del Ministerio de Defensa de Uruguay. De acuerdo con lo informado por fuentes de los bomberos uruguayos, cuando rescataron los cuerpos detectaron que los pilotos estaban sumergidos en el agua de la laguna, mientras los pasajeros estaban semicalcinados. A primera vista, estimaron que los pilotos pudieron haber muerto ahogados y los demás por asfixia y quemaduras cuando estalló y se prendió fuego la aeronave, que dio contra el fondo de la laguna, donde había un metro y medio de agua, casi frente al aeropuerto de Punta del Este, llamado Laguna del Sauce. El aparato cayó unos 30 segundos después de despegar; los pilotos no tuvieron tiempo de pedir auxilio.