Eran cuatro muñecos. El primero mostraba a un buitre; el segundo era un hombre con un pin de Ledesma y una resma de hojas manchados de sangre; el tercero llevaba bajo el brazo un grueso diario, también teñido de rojo, y el cuarto era un juez que tenía toga y el emblema del Grupo Clarín. Los cuatro muñecos danzaban en la cabecera de la columna de HIJOS, cuya bandera sostenía un grupo de niños de menos de doce años: eran los hijos de los hijos de desaparecidos. La bandera decía: “Defendemos las victorias y vamos por más democracia”. Paula Maroni, de HIJOS, señaló hacia los muñecos y dijo a este diario: “Son las deudas pendientes: los grupos concentrados y la corporación judicial. No nos sorprenden los fallos sobre la complicidad civil. Estamos acá, como hace 20 años, para aguantar las victorias y para ir por mucho más”. El reclamo sobre la complicidad civil cruzó los planteos de toda la dirigencia política que acompañó la multitudinaria marcha convocada por los organismos de derechos humanos.

Las Madres de Línea Fundadora estuvieron al frente de la bandera larga con los rostros de los desaparecidos, detrás de un corralito que las cuidaba de los apretujones. “Después de estos 39 años seguimos caminando, llevando a nuestros hijos y seguiremos andando mientras anden nuestras piernas y nuestras cabezas. Queremos que se defiendan todas las conquistas y esperamos que Nunca Más”, dijo Vera Jarach, al frente de la marcha. A su lado, Laura Conte afirmó: “Todos los que quieren que se retroceda se encuentran con esta muralla, que está formada por todos los que estamos acá. A pesar de la corporación judicial, la Plaza está llena”.

Portando banderas de los ex combatientes de Malvinas, en silla de ruedas o caminando, iban los colimbas. “Como jóvenes vivimos y sufrimos la dictadura y la terrible decisión de recuperar Malvinas por la vía militar”, remarcó Ernesto Alonso, presidente de la Comisión Nacional de Ex Combatientes, del Ministerio del Interior. “Los métodos de los centros clandestinos de detención los llevaron a Malvinas. Lamentablemente, con el fallo de la Corte, se reivindica la doctrina del punto final. No sólo se libera a los cómplices civiles, sino que tampoco quieren juzgar los hechos criminales que se cometieron contra los soldados en Malvinas.”

Una batucada de La Cámpora, con trajes de murga y paraguas, avanzaba desde la 9 de Julio. No muy lejos, había una bandera de Seamos Libres. “Para nosotros es importante esta jornada en tanto jornada de lucha, más allá del ambiente festivo que se ve, porque el kirchnerismo logró que los juicios a los genocidas sean una política vanguardista a nivel internacional”, señaló Pablo Ferreyra, hermano de Mariano, el militante del PO asesinado en 2010. “Esta va a seguir siendo una jornada de lucha, porque los casos de violencia institucional no se visibilizan: falta incorporarlos a la agenda de derechos humanos. El caso Arruga es el más grave de una desaparición en democracia y Julio López tendría que ser la cabecera de esta marcha”, indicó el precandidato a jefe de Gobierno porteño. “Noso-tros expresamos nuestro repudio a la figura del general Milani. El CELS fue muy concreto con sus objeciones a la respuesta que les dio Milani. En este caso, sería mejor no aplicar el beneficio de la duda”, remarcó Ferreyra.

En la cabecera de La Cámpora, las banderas blancas y celestes ondeaban al ritmo de un militante que tocaba un instrumento de viento. El diputado Andrés “Cuervo” Larroque fue uno de los primeros en llegar para organizar la columna. “Cuando fue el foro en la UCA, estuvieron todos los precandidatos presidenciales para rendirle pleitesía a Magnetto. Aquella reunión tuvo como objetivo ponerle un límite a este tiempo político, donde se pudo avanzar sobre los responsables materiales del terrorismo de Estado, pero de ninguna manera quieren que se avance sobre el poder económico”, interpretó Larroque, que llevaba una campera deportiva como en sus viejos tiempos del secundario. “Hoy uno ve la fortaleza de Cristina y es porque el pueblo se moviliza para defender la democracia. Vemos una movilización que no es como la de los ’90, con poca convocatoria y muy dolorosa en sus consignas. Hoy se ve a un proyecto político de cara a la vida”, destacó.

Al poco tiempo, se fueron sumando a la cabecera otros dirigentes de La Cámpora, como Mariano Recalde o Juan Cabandié. “Este nuevo 24 de marzo es muy emotivo, porque está con nosotros el nieto de Estela. Además, es una emoción estar marchando junto a Lidia y Osvaldo Papaleo. Esta política de derechos humanos tiene que seguir avanzando para condenar a los responsables civiles, muchas veces beneficiarios de la dictadura”, indicó Recalde. “Se cumplen 11 años de que los derechos humanos se convirtieron en política de Estado –recordó Cabandié–. Ese día, en la ex ESMA, se tomó la acertada decisión política de avanzar, y hoy la política de derechos humanos es irreversible: se le va a complicar al próximo hacer la plancha y ni te cuento si quiere retroceder.” La bandera de La Cámpora, justamente, decía “irreversible”. Como una advertencia.

“Siempre que llega esta fecha tiene el doble sentido de la memoria, pero también de los juicios que avanzan. Y esperemos que los cómplices civiles sean juzgados. Hay sectores del Poder Judicial que van a tratar de impedirlo, pero hay un pueblo que no va a dejar pasar a los que piensan que los derechos humanos son parte del negocio”, sostuvo Daniel Filmus. “Los que venimos pateando la calle desde la dictadura estamos orgullosos de terminar el gobierno de Cristina con los militares presos”, afirmó la diputada Mara Brawer. A escasos metros, el vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, dijo a este diario: “Estos 39 años muestran distintos 24 de marzo: éste tiene a miles de jóvenes en las calles que recuperan las banderas de los que perdieron su vida luchando por la democracia”.

Tras las columnas de La Cámpora y de la JP, una de menor cantidad llevaba los colores del radicalismo. “El 24 de marzo nos da la posibilidad de unificar al campo popular en un solo lugar –consideró Leandro Santoro, de Los Irrompibles–. En los juicios se empieza a discutir la complicidad civil, el vaciamiento económico que estuvo entre las causas de la dictadura. Los responsables no estaban socialmente sindicados. Se empieza cuestionar la impunidad del poder económico.”

Por una de las diagonales avanzó la columna de Nuevo Encuentro, que encabezó Martín Sabbatella. “Argentina necesita que el próximo 24 de marzo volvamos a encontrarnos con un presidente o presidenta lo más parecido a Néstor y Cristina”, consideró el titular de la Afsca. “A 39 años de la dictadura, marchamos y seguiremos marchando, hasta desentrañar toda la verdad y encontrar la Justicia”, sostuvo Gabriela Cerruti, precandidata a jefa de Gobierno porteño. “La derecha plantea políticas de restauración conservadora y el Partido Judicial intenta boicotear los juicios en los que se investiga a los cómplices civiles. Para defender los logros, es necesario que la ciudadanía se exprese masivamente”, advirtió Carlos Heller (Partido Solidario), también precandidato a jefe de Gobierno. “La mejor manera de homenajear a nuestros compañeros es profundizar este proyecto nacional que fundó Néstor y que conduce Cristina”, se sumó el legislador José Campagnoli. Cerca de allí, estaba Aníbal Ibarra, que marchó junto con Jorge Taiana y el ex juez Raúl Zaffaroni. “Hoy vivimos en una época que es la contracara de la dictadura. Hay que seguir profundizando la democracia”, sostuvo el ex jefe de Gobierno.

Las pancartas con las siluetas de los desaparecidos se alzaron detrás de la columna de la Asociación de Actores Argentinos, que también acompañaban banderas de Teatro por la Identidad. “El 24 de marzo es una fecha trascendental para afianzar la democracia”, sostuvo Juan Palomino, secretario adjunto de la Federación Argentina de Actores. “Hay que profundizar la búsqueda de la verdad y de los responsables del terrorismo de Estado que vivimos 39 años atrás –afirmó la actriz Alejandra Darín–. Tenemos que estar atentos para defender nuestro derecho a vivir en libertad y lograr que hasta la última persona que tuvo que ver con la apropiación de niños haya pagado. El futuro depende de nosotros.”