El massismo acusó a Darío Giustozzi de ser un “tibio” con “complejo de inferioridad” y hoy lo echarán del bloque de diputados. Tras la decisión de Giustozzi de abandonar el Frente Renovador, oficializada ayer, siguiendo los pasos de los intendentes del conurbano Jesús Cariglino, Gustavo Posse y Sandro Guzmán, la raleada tropa de Sergio Massa cargó contra el dirigente. Giustozzi dio el portazo desparramando críticas: dijo que se iba porque el FR “involucionó y se achicó”, que tiene personajes “nocivos y perversos” y que a Sergio Massa le “faltó experiencia para conducir”. En respuesta, Graciela Camaño adelantó que hoy expulsarán al jefe del bloque de diputados massista y elegirán nuevas autoridades.

“Vamos a sacar al miembro con problemas, la gangrena, y a seguir trabajando”, definió la legisladora.

La salida de Giustozzi, que era precandidato a gobernador, golpeó duro en el massismo, al que el ex intendente de Almirante Brown aportaba un caudal de votos importante. Giustozzi venía amenazando hacía tiempo con irse, amargado por los que consideró maltratos como precandidato a gobernador. Había sido uno de los que ayudó a Massa a fundar el FR, adonde saltó desde el Frente para la Victoria, y tras secundar a Massa en la boleta de diputados nacionales, contaba con ser este año su elegido para ir por el sillón de Dardo Rocha. Pero el ex intendente de Tigre comenzó en cambio a coquetear con la llegada al FR de Martín Insaurralde. Y cuando esto no se concretó, Massa empezó a pensar en alguna otra figura taquillera. Luego, el empresario Francisco de Narváez desembarcó en el massismo y su precandidatura a gobernador fue un nuevo golpe a las aspiraciones del ex intendente.

Giustozzi no adelantó ahora si su intención es aliarse al macrismo –como hizo Posse– o volver al Frente para la Victoria. En el PRO aseguraron que “no hubo conversaciones formales hasta ahora, pero las puede haber” porque en ese espacio “las puertas no se cierran”. A su vez, desde el oficialismo, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, sugirió la posibilidad de que Giustozzi regrese al FpV al comentar que “no es un tipo que haya querido hacer daño” cuando dejó al kirchnerismo. Y el jefe del bloque de diputados bonaerenses del FpV, Fernando “Chino” Navarro, coincidió en que “las puertas están abiertas para todos los que vengan”. “Me alegra y espero que se reincorpore a nuestro espacio porque quiero construir mayorías”, señaló, aunque con la advertencia de que, si regresa, “no puede pretender ser titular ni capitán del equipo” porque “todo tiene un costo”.

Indignados, los intendentes del Frente Renovador salieron a comerse crudo al desertor. “Es un chico con complejo de inferioridad”, definió José Eseverri (Olavarría). “En lugar de recorrer la provincia hace un año que está como bola sin manija. Al ver que los intendentes decidimos rechazar su extorsión de ser único candidato por dedazo, decidió correrse.”

Su par de San Miguel, Joaquín de la Torre, acusó a Giustozzi de “sólo trabajar para su propio beneficio”. “Darío nunca pudo superar este dilema. No entendió que el verdadero motor de la política es trabajar por el bien común. Lo único que le importa son sus aspiraciones personales”, se quejó.

También llovieron críticas de sus antiguos aliados en la Legislatura bonaerense. “Durante mucho tiempo estuvimos junto a Darío conteniéndolo, lo acompañamos hasta la puerta del cementerio, pero hasta acá, ahora que entre solo. No nos gustaría verlo cerca de (el vicepresidente Amado) Boudou o (el gobernador bonaerense Daniel) Scioli”, declaró el vicepresidente del bloque del FR en el Senado, José Luis Pallares.

Otros pusieron el acento en que Giustozzi quería llegar a dedo. “Su individualismo lo llevó a exigir en todo momento que lo bendigan a él sin jugar internas, y debe saber que la mejor bendición es la elección popular”, indicó el diputado provincial Carlos Acuña. En el mismo sentido, su par Daniel Monfasani lo calificó de egoísta. “Había que jugar la interna, esperábamos dar pelea, eso es lo que nos inculcó Massa. Yo como tantos otros dirigentes que trabajamos para la candidatura de Darío nos tuvimos que enterar de su decisión por un diario. El verdadero maltrato es el egoísmo. Nos quedamos con ‘Massa Presidente’, Giustozzi se va solo y repudiado.”

Sincero, Alberto Assef, integrante del frente massista con su partido UNIR, reconoció que la salida del dirigente “es una nueva señal de alarma”. Assef advirtió que el hecho de que “un fundador de la renovación se vaya denunciando ‘maltrato’ y falta de genuinidad renovadora nos preocupa a todos y a mí particularmente. Es la misma inquietud que causa la salida de un gran intendente como Jesús Cariglino”. Para el dirigente, Massa es “un lúcido dirigente”, pero en el Frente Renovador todos los días se cometen errores inexplicables como los que motivaron el apartamiento de un hombre notablemente querido como el Lole Reutemann, a lo que “se suman estos alcaldes del conurbano”.