La salida del diputado Darío Giustozzi del massismo sacudió al Frente Renovador (FR), que encabeza el ex intendente de Tigre Sergio Massa. “Si frente a situaciones de mayor tensión, donde hay que administrar relaciones con otros países, dando confianza y certeza a sectores económicos, el Frente Renovador se maneja como hasta ahora, vuela todo por el aire”, aseguró Giustozzi sumando con su nombre a la persistente sangría que sufre la fuerza de Massa desde que comenzó a bajar en las encuestas. Giustozzi era miembro fundador del Frente Renovador, jefe de la bancada renovadora en la Cámara de Diputados y precandidato a gobernador bonaerense, además de ser uno de los intendentes que más votos aportaban al armado massista.

“Sergio fue decepcionando a distintos sectores sociales, se desdibujó y perdió su esencia y fortaleza renovadora. Empezó a retroceder y se transformó en otra cosa, y a veces las palabras y las acciones no iban por el mismo lugar. En definitiva, es víctima de sus errores y de su falta de experiencia”, señaló Giustozzi al explicar su abandono del FR conocido durante el fin de semana, generando un cisma interno que derivó en una reunión de urgencia de los dirigentes massistas para rearmar su estrategia. El ex intendente de Almirante Brown hizo foco en “la inexperiencia en la conducción” de parte de Massa, lo que generó que “muchos dirigentes importantes que estaban por venir nunca vinieran por la enorme desconfianza que genera la falta de organización y de capacidad de liderazgo”, como uno de los puntales que lo llevaron a tomar la decisión de retirarse del armado político massista.

El FR no logra detener la sangría de dirigentes. El primero fue el intendente de Escobar, Sandro Guzmán, quien anunció su regreso al Frente para la Victoria, que lo recibió sin remordimientos ni pases de factura. Luego fue el intendente radical de San Isidro, Gustavo Posse, que también anunció que dejaba el espacio massista. En un principio coqueteó con el PRO, pero finalmente anunció que, por el momento, se presentará con una boleta corta, sin candidato a gobernador. Luego está el caso del jefe comunal de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, quien también se acerca al macrismo (ver aparte). Con la suma de Giustozzi al equipo de quienes dejaron el massismo, son al menos tres de los fundadores del espacio político que, al observar cómo se desmorona poco a poco el exitoso FR que crearon para las elecciones legislativas del 2013, optaron por migrar y buscar otro horizonte.

Mientras arrecian las críticas de parte de sus ex compañeros de bancada, Giustozzi apuntó al caos interno del FR al señalar que “si frente a situaciones de mayor tensión, donde hay que administrar relaciones con otros países, dando confianza y certeza a sectores económicos, el FR se maneja como hasta ahora, vuela todo por el aire”. Ya con problemas al interior de su armado político, el 1º de mayo Massa había relanzado su figura y su espacio político para intentar repuntar en las encuestas que lo muestran por debajo del FpV y del PRO. El alejamiento del senador santafesino Carlos Reutemann también fue achacado por Giustozzi a la “falta de conducción” de Massa. “No se puede quedar con Dios y con el diablo, como dice un párrafo del libro de José Manuel de la Sota. Después, cuando uno lee las columnas de periodistas prestigiosos respecto de las situaciones que pudieron derivar en el alejamiento de Reutemann y tantas otras situaciones en las que se advierte que hay manejos que no generan certezas, que no generan confianza”, señaló apuntando a la inconsistencia de la propuesta como uno de los puntos destacados del alejamiento.

“Lindos actos, buenas propuestas elaboradas por buenos equipos técnicos, pero para gobernar un país se necesitan otras cosas, otra actitud”, señaló.

Giustozzi siempre vio su precandidatura a la gobernación bonaerense obstaculizada por decisiones de Massa. Primero, con el coqueteo nunca concretado con el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. Luego, con el desembarco de Francisco De Narváez, que generó la primera de las muestras de división interna entre los precandidatos a gobernador del espacio. “Esperaba que se corrigieran esos errores, pero fue todo lo contrario, se profundizaron y esto me obligó a mi alejamiento”, sostuvo Giustozzi, quien adelantó que creará su propio bloque en la Cámara baja junto al diputado Eduardo Fabiani. “No voy a ir con nadie porque si no iría en contra de lo que estoy diciendo; no puedo teñir esto de una especulación porque no tiene que ver ni con las encuestas”, agregó el diputado dando a entender que ya había recibido propuestas y apuntó que había “sentido la impotencia de no poder lograr modificar el curso de las cosas que vienen en el FR y es definitivo. Puse mucho mientras que otros solo vinieron a especular”, en obvia referencia a De Narváez.

Mientras, el massismo movía anoche sus fichas para acomodar el bloque del FR en el Congreso. Se reunieron en el sindicato de Petroleros Privados para analizar la situación de crisis interna que viene sufriendo a partir de la seguidilla de deserciones. En principio, definieron que sea el anfitrión de anoche, el sindicalista Alberto Roberti, quien reemplace a Giustozzi como jefe del bloque de diputados. Una de las posibles consecuencias de estas salidas para el FR sería que se convierta en la cuarta fuerza legislativa. Si se confirman las salidas de los chubutenses Mario Das Neves y Elia Lagoria, el massismo quedaría con 19 legisladores mientras que el PRO tiene 20, con lo que podría reclamar la tercera vicepresidencia.