EL PAíS › TAMBIEN LA ESPOSA DE MASSA LE RECLAMO A MAURICIO MACRI QUE ACEPTARA UN ACUERDO PARA QUE NO GANE EL KIRCHNERISMO
Malena Galmarini reclamó una gran interna opositora porque “el kirchnerismo está cada vez más cerca de ganar en primera vuelta”. Massa la siguió. Macri, desde Entre Ríos, insistió en que el suyo es “un partido nuevo” y descartó acuerdos.
› Por Miguel Jorquera
“Hoy la oposición tiene dos proyectos. Para ganarle al kirchnerismo, la gente tiene que elegir cuál es el mejor”, sostuvo Malena Galmarini. La esposa de Sergio Massa salió a cuestionar a Mauricio Macri por negarse a pactar una gran primaria opositora en la que se defina el presidenciable que pueda vencer a un kirchnerismo, al que ven cada día más fuerte y con la posibilidad cierta de “ganar en primera vuelta” en las generales de octubre. “Es necesario una gran interna opositora”, insistió Massa después en un encuentro con periodistas en su intento de forzar al PRO a un acuerdo y donde ratificó que no bajará su candidatura presidencial. “Si no hay acuerdo, Macri, que ya llegó a su techo, pagará el costo político de privilegiar sus aspiraciones personales y favorecer al oficialismo”, afirmaron a Página/12 desde el bunker massista. En el macrismo, no obstante, siguen aferrados a las ideas del gurú ecuatoriano Jaime Duran Barba, que aconseja al alcalde porteño rechazar a Massa y encabezar, con fórmula propia, una alianza no peronista.
“Desde nuestro espacio planteamos que la oposición debe unirse para que se termine el kirchnerismo representado por (Daniel) Scioli. Pero juntos no significa amontonados o todos mezclados. Significa que hay dos proyectos, ambos de oposición. Queremos que los argentinos sean quienes elijan cuál de esos proyectos es mejor”, sostuvo Malena Galmarini en una entrevista radial, ya definitivamente lanzada a ocupar un nuevo protagonismo en la campaña. Luego de que la idea fuera expresada por varios referentes del Frente Renovador, ayer Massa decidió que por primera vez saliera su mujer a plantear el tema que los preocupa.
Los estrategas electorales del massismo quieren que Malena ocupe un lugar cada vez más destacado en la disputa electoral y que en estos 20 días que faltan para el cierre de alianzas electorales, intente forzar un acuerdo opositor entre el Frente Renovador y el PRO. “Malena es una mujer muy sensible, muy creíble, con perfil social y peronista con muy buena llegada a la gente”, afirman.
Galmarini ya mostró sus dotes de organizadora en la puesta en escena del relanzamiento electoral de Massa en el estadio de Vélez. Integra el “consejo y comando general de campaña” que todos los jueves define las líneas de acción del candidato renovador. Y ayer salió a ocupar su nuevo rol con todo el bagaje discursivo que idearon consultores, publicistas y dirigentes políticos del espacio.
“Sergio es el candidato más incómodo para el poder porque no responde a ningún interés y el único compromiso que tiene es con la gente. Los otros candidatos vienen del mundo empresarial, tienen muchos intereses cruzados”, expresó Malena ayer. La idea es presentar a Massa como “el candidato menos dócil para el círculo rojo”, como lo definieron los comunicadores massistas ante este diario, para diferenciarlo de Macri, paradójicamente a quien buscan aliarse.
Otro de los que saldrá al ruedo es el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, en un nuevo intento por despertar la alicaída campaña renovadora. Los consultores massistas se entusiasmaron con “la repercusión de identificar a Lavagna con el massismo, a (Domingo) Cavallo con Macri y a (Axel) Kicillof con Scioli”. “Muestra la idea de ‘un cambio justo’ (otra de sus consignas) en lo económico. Macri no puede explicar sus ideas privatizadoras ni Scioli puede despegarse de Axel”, sostienen.
Aunque todo el esfuerzo de estos días estará puesto en tratar de doblarle el brazo al macrismo y forzarlo a un acuerdo opositor que incluya a Massa. Así también lo expresó Malena: “El Frente Renovador fue acordando con el PRO y otras fuerzas políticas en distintas provincias. Macri se sumó al proyecto de José Cano (el candidato radical a la gobernación tucumana), que nosotros venimos acompañando hace varios meses; por eso es extraño que no quiera ir a unas PASO con Sergio Massa”.
En el PRO tienen una idea bien distinta. Esta semana, en la reunión de la mesa partidaria, se resolvió cerrar cualquier posibilidad de negociación y adherir con fervor a la idea de “pureza amarilla” que propone Duran Barba, quien asegura que la fórmula ganadora pasa por diferenciar al PRO de los partidos tradicionales para potenciar la idea de “cambio”. Por eso, la ratificación de la postulación en la provincia de Buenos Aires de la vicejefa María Eugenia Vidal –descartando un posible acercamiento a Francisco de Narváez, hoy en el Frente Renovador– y hasta se comenzó a especular con el secretario de Gobierno porteño, Marcos Peña, como posible compañero de fórmula de Macri.
La idea no sólo cierra la puerta a la gran interna opositora que impulsa Massa, sino que también mantiene a distancia al radicalismo con el que ya tejió un acuerdo electoral, evitando incluso las fórmulas mixtas. El alza de Macri en los sondeos desde fines de año pasado a esta parte, entienden, les da la razón. “El nuestro es un partido nuevo en el país, que hace política de forma diferente, pensando para la gente”, machacó ayer Macri en su visita a Entre Ríos (ver aparte).
Desde el massismo aseguran que se trata de un gran error. “El escenario electoral está dividido en tercios”, insisten. Aunque admiten que “Scioli está cerca de los 40 puntos, Macri y Sergio, con 25 cada uno, ellos unos puntos más que nosotros”. “Con estos números, Scioli gana en primera vuelta”, afirman y cargan toda la responsabilidad de un posible triunfo kirchnerista “al egoísmo de Macri por no aceptar una gran interna”. “Si no lo hace, pagará un costo político en las PASO”, imaginan.
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