EL PAíS › LA JUEZA SUGIRIó A LA FISCAL FEIN QUE CITARA A LA PRIMA DE NISMAN
Andrea Garfunkel, prima de Nisman, publicó un libro en el que sostiene que el fiscal fue asesinado. Asegura que su primo dormía con pijama y no con short y remera, por lo que entiende que la noche del sábado no durmió en su cama.
La jueza Fabiana Palmaghini le sugirió a la fiscal Viviana Fein que cite a declarar como testigo a Andrea Paula Garfunkel, una prima de Alberto Nisman que acaba de publicar un libro en el que dice que su muerte no fue un suicidio. El libro es difundido en una nueva etapa de revuelo y también de definiciones en la causa. La semana que viene estará el resultado de la pericia criminalística –que analiza la mecánica con que se produjo el hecho y todo indica que se acercaría a la teoría de que el fiscal se disparó a sí mismo– y faltan importantes puntos del peritaje tecnológico, que en estos días reveló datos desconcertantes, como el registro de un ingreso a la computadora personal de Nisman horas después de que había fallecido, el domingo 18 de enero a las 20.07.
In Memoriam es el título de Garfunkel, quien asegura en sus páginas que su primo “dormía en pijama” y, sin embargo, cuando fue hallado sin vida tenía puesta una remera y un pantalón corto deportivo. La mujer, en base a eso, supone que el fiscal fallecido “no durmió en su cama”. “Al despertar cada mañana –como cualquier hombre–, se lo quitaba y lo dejaba tirado. Quien haya podido acceder a las imágenes de su dormitorio que constan en el expediente descubrirá el pijama de mi primo doblado sobre una banqueta al costado de la cama. Ese detalle ‘intrascendente’ tiene una única explicación: mi primo Alberto, el sábado por la noche, no durmió en su cama. No hubiera podido. Agonizaba en el baño. Caso resuelto”, afirma la autora, aunque no aporta más elementos.
Su planteo, como está a la vista, coincide con el que insiste en instalar Sandra Arroyo Salgado: que Nisman murió el sábado 17 de enero entre la tarde y la noche, lo que coincidiría con la presencia del técnico Diego Lagomarsino en su vivienda una primera vez que el fiscal le pidió prestada un arma, y la segunda cuando, al rato, se la llevó. La realidad es que hasta ahora la junta médica, que analizó la autopsia, concluyó por 13 votos a 2 (los dos peritos de la querella) en que no hay ningún elemento para suponer que a Nisman lo asesinaron. Incluso ratifica que murió el domingo entre la mañana y la primera tarde. En la misma dirección se encaminan las conclusiones de todos los criminalistas excepto, otra vez, el que designó Arroyo.
La prima de Nisman sostiene: “Cuando el Poder está involucrado, la Verdad acaba siendo un nuevo desaparecido, un desaparecido más. No existe esclarecimiento posible si se actúa sólo con el ánimo de la obstrucción, que desvía irremediablemente el rumbo de cualquier caso en el laberinto intencional y malicioso de la irresolución y da la impunidad. Un nuevo caso de encubrimiento”, dice el texto.
La semana pasada la jueza Palmaghini sugirió otras medidas de prueba adicionales a la fiscal Fein, como ampliar el entrecruzamiento telefónico al mes de diciembre y establecer los movimientos de Lagomarsino en el edificio Le Parc. La fiscal no dispuso todas las medidas. Una de las que sí pidió son las imágenes de las cámaras donde Nisman tenía caja de seguridad, donde solía ingresar también su madre, Sara Garfunkel (en el Banco Patagonia, en el Ciudad y la empresa Hausler).
Esta semana Palmaghini mostró preocupación por la difusión de documentos de la causa, como las filmaciones del procedimiento en el departamento de Nisman la noche en que fue hallado sin vida. Pidió copia del programa Periodismo Para Todos, porque allí aparecía Carlos “Moro” Rodríguez, en España, con supuesta información. Rodríguez, que era agente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, fue mencionado públicamente por Lagomarsino el hombre a través del cual conoció a Nisman. La jueza le pidió a Fein que acompañe la documentación entregada a las partes por “marcas de agua” para reconocer eventuales filtraciones.
Así como el estudio criminalístico estará listo el próximo martes, el peritaje tecnológico demoraría un mes y medio más, más aun ante los datos más recientes que despistan a los investigadores, como los “eventos” múltiples en la notebook Samsung de Nisman pasadas las ocho del domingo en que falleció, horas antes, y todavía la madre no había logrado entrar al departamento. Lo que está registrado es la conexión de tres pendrives, pero la máquina tenía dos puertos USB. Los expertos consideran que si se hubiera utilizado un “hub USB”, también debería haber quedado registrado. No está claro si hubo una adulteración, si hubo una falla del sistema operativo o todo se produjo en otro momento. Esto está siendo analizado ahora. Ese domingo, además, hubo conexiones a Internet que sí están corroboradas, a las ocho de la mañana: la visita a tres diarios, al mail y una búsqueda en Google, de la palabra “psicodelia”.
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