EL PAíS › CRISTINA KIRCHNER LLEGO AYER A ITALIA Y HOY SE REUNIRA CON LULA
El ex presidente brasileño viajó para participar de la reunión de la FAO, en la que también estará CFK. La Presidenta saludó a simpatizantes en la puerta del hotel. Mañana será el encuentro con el papa Francisco.
› Por Santiago Rodríguez
Desde Roma
En la puerta del Hotel Edén, ayer a las tres de la tarde, todo estaba preparado: la alfombra roja, las flores y un grupo de empleados formados frente a la conserjería para darle la bienvenida. Cristina Kirchner llegó casi quince minutos después y cuando bajó del auto agarró el ramo de rosas blancas con que la recibió un conserje y, sin más, dejó de lado las formalidades porque tres argentinas la saludaron a los gritos y le pidieron sacarse una foto. “Somos de La Pampa y venimos a verte”, le contaron cuando ella se abrió paso entre la custodia para retribuirles el saludo. No sólo se sacó esa foto, sino también otra con un hombre que le dijo que venía de Buenos Aires y posó a su lado con una remera de La Cámpora. Recién entonces entró, saludó uno por uno a quienes la esperaban con todo el protocolo del caso y subió a su habitación. Hoy se reunirá en el mismo hotel con el brasileño Lula da Silva y mañana se encontrará con el papa Francisco en el Vaticano. Completará su agenda en Roma el lunes con su exposición en la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), donde recibirá un premio por la lucha de la Argentina contra el hambre, y con un almuerzo con el presidente italiano, Sergio Mattarella. El martes visitará en Milán el stand argentino en la Expo 2015.
El Tango 01 aterrizó en el aeropuerto romano de Ciampino a las 14.47. A esa hora la temperatura superaba los 30 grados y el sol daba de pleno en la pista donde una guardia de honor le dio la bienvenida a Italia. Allí la esperaron también los funcionarios argentinos que viajaron con antelación para preparar la visita. Con la Presidenta llegaron el canciller Héctor Timerman y el secretario de Comunicación, Alfredo Scoccimarro, y también la periodista Alicia Barrios, amiga del Papa, junto a su marido. El Tango 01 había partido de Buenos Aires el miércoles a última hora de la tarde e hizo dos escalas para reabastecerse: una en Recife y otra en Málaga.
Precedida por una formación de seis motos de la policía, del aeropuerto al hotel la comitiva tardó una media hora. Un instante antes de que llegara al hotel un colectivo turístico se paró donde no debía, demoró el último tramo del avance de la caravana presidencial y alteró el ánimo de los encargados del operativo de seguridad.
“¿Y es la primera vez que vienen”?, les preguntó CFK, después de saludarlas, a las pampeanas que la estaban esperando. Las tres mujeres le contaron que ya habían estado en Roma hacía unos años. También le dijeron que tenían planeado ir hoy al Vaticano y que habían pensado que allí podrían verla. Al Vaticano Cristina Kirchner irá mañana a las cinco de la tarde. La única actividad prevista para hoy en su agenda es un encuentro con Lula en el mismo hotel, adonde ayer en su ingreso quedó claro que la Presidenta tiene un empleado predilecto: el chef ejecutivo Fabio Ciervo. De impecable chaqueta, delantal y gorro blanco, el chef fue uno de quienes la esperó formado delante de la conserjería para darle la bienvenida. “¡Ay, está mi chef! ¡El empleado más importante del hotel!”, exclamó Cristina Kirchner apenas pasó la puerta y lo vio.
CFK llevaba puesto un conjunto de remera y pantalón y anteojos de sol. El protocolo para la visita al Papa establece que debe llevar ropa de color negro. Así, y con algún tocado en la cabeza, fue a las anteriores tres audiencias en el Vaticano. El de mañana será el quinto encuentro entre ambos, ya que a mediados de 2013 también se vieron en Río de Janeiro, cuando Francisco concurrió a esa ciudad brasileña para las Jornada Mundial de la Juventud.
Quienes conocen de los asuntos y los modos del Vaticano arriesgan que este encuentro entre la Presidenta y Jorge Bergoglio durará alrededor de una hora. El Papa arrastrará el cansancio del viaje que hoy realizará a Sarajevo para promover la convivencia pacífica entre cristianos y musulmanes. Además, los domingos no suele tener otra actividad que no sea la bendición a la hora del Angelus y mañana no sólo recibirá a Cristina Kirchner, sino también al presidente venezolano Nicolás Maduro.
En Roma hay por estos días varios jefes de Estado que vinieron a participar de la Conferencia de la FAO, adonde también vino a hablar Lula. Una de esas presidentas es la chilena Michelle Bachelet, a quien Francisco recibió ayer. Entre los temas que hablaron estuvo el de la visita que el Papa anunció que hará a Chile, Argentina y Uruguay recién en 2016 (ver aparte). En el Vaticano no hay siquiera una fecha concreta prevista para esa gira y en Chile existe algún malestar por eso, habida cuenta de que el Papa visitará ahora Bolivia –como parte de un periplo que incluye Ecuador y Paraguay– y que se habla de que propicia una salida al mar para los bolivianos. Los chilenos entienden que hay cierta desigualdad en el trato.
El tema de Latinoamérica estará presente en el encuentro de mañana entre CFK y Bergoglio. En el repaso del escenario internacional seguramente tampoco pasarán por alto el viaje que Francisco realizará a Estados Unidos con una escala previa en Cuba, en septiembre, ni tampoco la situación que atraviesa Siria. Algún comentario también puede llegar a darse frente al hecho de que el próximo miércoles el Papa recibirá a Vladimir Putin, a quien Cristina Kirchner visitó hace poco más de un mes en Moscú en el marco de su estrategia de relacionarse con potencias que en los últimos años han cobrado relevancia a nivel global, como Rusia y China. La agenda, como en anteriores ocasiones, será abierta.
El lunes, la Presidenta combinará los otros dos tramos de su visita a Roma: el de la FAO y el de la relación entre Argentina e Italia, que será abordado durante el almuerzo con que la agasajará Mattarella. El presidente italiano la espera en el Palacio Quirinale, adonde CFK llegará tras hablar ante la FAO. Allí recibirá de manos de su director general, José Graziano da Silva, el premio que reconoce a la Argentina por haber mantenido por debajo del 5 por ciento el nivel de desnutrición en los últimos 25 años. Firmará un “acuerdo de sede” que jerarquizará la relación entre ese organismo y la Argentina. Milán, para la visita del stand argentino en la Expo 2015, será el martes casi una escala en su regreso, y volará ese mismo día.
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