Aníbal Fernández, Julián Domínguez y Fernando Espinoza ratificaron sus aspiraciones en los últimos días.
Imagen: DyN & Télam.

La propuesta llegó hasta la Casa Rosada. Los intendentes kirchneristas bonaerenses plantearon la necesidad “política” de contar con un solo candidato a gobernador provincial “para ordenar” la disputa hacia abajo y no ofrecer flancos a sus principales adversarios opositores. Los jefes comunales no quieren un festival de boletas en el cuarto oscuro que multiplique la oferta y “confunda” a los electores, especialmente en el último tramo de las largas papeletas –el séptimo, de los municipios– para acotar la competencia en el pago chico. Aunque todos reconocen que la decisión final será la de la Presidenta, tampoco descartan que “el baño de humildad” que propuso Cristina Fernández de Kirchner a sus candidatos termine por mojar a algunos de los que todavía están anotados en la carrera por la gobernación de la provincia de Buenos Aires.

“Los intendentes lo venimos proponiendo porque no hay ningún otro frente que se haya presentado ayer que tenga una elección competitiva en las Primarias a nivel provincial, por eso vemos este paso innecesario. Se lo planteamos al Gobierno para que la Presidenta tome una decisión”, señaló el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, en una entrevista de una radio platense. “Es un desgaste innecesario. Si vamos con tres listas y sacamos 45 por ciento de votos y dividimos en 15 cada uno, en ese escenario, el PRO con 17 te ganó la elección en la provincia de Buenos Aires”, completó Ferraresi, con la idea de no ofrecer ningún flanco sus principales contrincantes.

Otros jefes comunales brindaron a Página/12 una explicación más pragmática y operativa. Los precandidatos a gobernadores e intendentes irán colgados de los dos precandidatos presidenciales del oficialismo. Si se mantienen los tres precandidatos bonaerenses, las boletas oficialistas se multiplicarán por seis en el primer tramo provincial. Si bien se descuenta que las listas de legisladores nacionales y provinciales será una sola, igual que los candidatos al Parlasur (nacionales y del representante provincial), las boletas volverían a multiplicarse con las precandidaturas municipales. Los intendentes no quieren que la multiplicidad de boletas del oficialismo termine por confundir al elector para concentrar sus esfuerzos en el ámbito local, en muchos de los cuales habrá una dura pelea interna y externa.

El otro costado de su argumentación es una señal hacia el interior del oficialismo. “Ninguno de los tres candidatos descuella ni les saca ventaja importante a los otros en las encuestas. Cualquiera de ellos puede representarnos, porque la suerte electoral está atada al proyecto nacional que encabeza la Presidenta. Todos los intendentes estamos trabajando sobre esa idea: que haya un solo compañero como candidato a gobernador, claro que tendrá que contar con el aval de Cristina”, dijo a este diario otro intendente del sur del conurbano bonaerense.

La postura de los intendentes llegó hasta la Casa Rosada, donde el interlocutor fue el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini. Pero por ahora, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez; y el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, ratificaron sus candidaturas con el argumento que cuentan con la venia del gobierno nacional.

El jefe de Gabinete le salió al cruce a la propuesta en la red social Twitter: “Nunca creí en las listas únicas, ni aun cuando fui beneficiado por éstas, lo más honorable es competir siempre”, posteó Fernández. Desde el Gobierno siguen de cerca los pasos de los precandidatos. Allí, algunos advierten que no cayó nada bien que Espinoza “se haya cortado solo” para designar a la diputada nacional Verónica Magario como su sucesora en el principal y más populoso distrito del conurbano.