EL PAíS › LOS PRECANDIDATOS DEL FPV A GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES HABLARON CON PAGINA/12
A una semana de las primarias, Julián Domínguez y Aníbal Fernández bajan el tono de las críticas que por momentos elevaron la temperatura de la campaña. Ambos se muestran confiados para el próximo domingo y hablan de sus planes para la provincia y del escenario nacional.
Por Nicolás Lantos
“Tengo toda la percepción de que el que gana las PASO va a ser el próximo gobernador de la provincia de Buenos Aires”, manifiesta con confianza el precandidato bonaerense Julián Domínguez, a una semana de las primarias. Enfrascado en una interna que por momentos levantó temperatura, el presidente de la Cámara de Diputados asegura ser la figura que más puede contribuir, desde su sector de la boleta, a un triunfo de la fórmula presidencial del Frente para la Victoria, y descarta las denuncias de fraude que agitaron su rival interno y la oposición. Durante un breve parate en su campaña, dialogó con Página/12, definió “las metas de la década” a encarar durante su eventual gobierno y –a la par de lo que hizo Daniel Scioli a nivel nacional– prometió, en caso de alcanzar la gobernación, crear una serie de ministerios (de Derechos Humanos, de Lucha contra el Narcotráfico, de Cooperativas y Economía Social) que le permitan una mejor gestión de un distrito complejo.
–El tono de la interna fue bastante elevado e incluso llegó a preocupar en el comando de campaña de Scioli...
–Hubo discusiones a través de los medios de comunicación, pero en el territorio yo siento la movilización de la gente, el acompañamiento y la voluntad de privilegiar la defensa de un proyecto de país que encarna Cristina, los sueños de Néstor realizados y que el desafío es continuarlo con Daniel Scioli. También siento que somos la fórmula que podemos favorecer a un triunfo de Daniel en primera vuelta.
–¿Le hubiera gustado, de todas formas, una campaña menos virulenta?
–Me sorprendieron algunas expresiones de Aníbal. El cuestionamiento sobre las boletas. Cruces innecesarios. Desacreditación innecesaria de propuestas.
–Su candidato a vice, Fernando Espinoza, también tuvo declaraciones polémicas sobre la diferencia entre peronistas y comunistas, en referencia a Martín Sabbatella.
–Hablé con él al respecto. Fue una chambonada y no se condice con el frentismo que nosotros sostenemos. Somos esencialmente frentistas, el peronismo es frentista. Nosotros tenemos un movimiento nacional, plural, diverso, heterogéneo. Lo que sí creemos es que el peronismo es la columna vertebral y creemos en la unidad de concepción para lograr la unidad de acción a la hora de toma de decisiones políticas, por eso reivindicamos una fórmula que tiene una identidad política compartida.
–Lo han acusado de retrógrado por su posición respecto a la despenalización de drogas...
–Yo creo que sacar de las fuerzas de seguridad el combate al narcotráfico y ponerlo en la esfera de una conducción civil con acreditada trayectoria es bueno. Es un error depositar toda la estrategia de combate al narcotráfico en las fuerzas de seguridad. Por eso nuestra propuesta es llevarlo al máximo nivel de jerarquía institucional para darle una pelea frontal. El tema del consumo es otra historia, sobre todo en el caso de los pibes y los adolescentes. Yo creo que ahí el Estado tiene que acompañar. Hay un sector que puede bancar a sus pibes, y acá hablo como papá, por experiencia propia, por pertenecer a la clase media. Podemos darles asistencia terapéutica, podemos construir otros canales por donde puedan zafar. Pero hay un sector muy grande de la sociedad, esto lo charlé mucho con el cura Pepe, que necesita que el Estado le diga que no es todo lo mismo. Yo no creo en la cultura del perseguir al perejil. Hay que perseguir a la mafia organizada. No tiene sentido perseguir al perejil pero tampoco decirles a los pibes que todo está bien. A los pibes el mensaje de vale todo les hace mucho daño.
–Fernández dio a entender que hay intendentes alineados con ustedes que se proponen esconder boletas en el cuarto oscuro, o algo peor...
–Me parece una pavada. Ya pasó, no le doy mayor entidad. En la Argentina la voluntad popular se respeta.
–¿Tampoco da crédito a las advertencias por fraude que hizo la oposición en las últimas semanas?
–Vuelvo a repetir: son las elecciones primarias de la República Argentina. La democracia argentina está madura y si algo tenemos en nuestro gobierno es que siempre hemos respetado la voluntad popular y nos hemos sometidos a ella. A nosotros nos tocó perder siendo gobierno y nunca hubo problemas.
–Además de las elecciones a gobernador, se definen internas en varios municipios. El candidato de Fernández va de punto en Quilmes, pero usted en Chacabuco logró que haya una lista única. ¿Lo ve como un triunfo?
–Triunfo va a ser el 9 de agosto. Lo que sí, eso demuestra que hemos trabajado bien, que nuestro equipo tiene la amplitud para representar los sueños de los compañeros de la mayoría del Frente para la Victoria. Si no podés ganar tu distrito en la provincia de Buenos Aires, es complejo poder conducirla. Es una condición casi necesaria en la política. De Néstor Kirchner aprendimos esto, que fue intendente, fue gobernador y fue presidente.
–¿Le preocupa el crecimiento de María Eugenia Vidal y de Felipe Solá en las encuestas?
–A mí lo único que me preocupa es hacer las cosas bien en el Frente para la Victoria y garantizar el triunfo de Daniel Scioli en la primera vuelta. No tengo tiempo para mirar para otro lado.
–¿Cree que está en riesgo un triunfo del peronismo en la provincia?
–No veo ningún indicador de eso.
–¿Le preocupa que, a causa de la interna, el candidato más votado el 9 de agosto en la provincia sea un opositor?
–Es una posibilidad. Desde el primer momento sabemos que es una posibilidad.
–Se van dibujando reordenamientos hacia adentro del PJ: por un lado La Cámpora, por otro los gobernadores, la CGT en vías a unificarse... ¿Cómo cree que será la convivencia después de diciembre? ¿A cuál de esos grupos se siente más cercano?
–También están los movimientos sociales, los aliados frentistas, el movimiento cooperativo y los nuevos actores políticos y culturales de este tiempo. Yo soy peronista. Yo fui formado en el humanismo social revolucionario de Mugica, por eso yo llegué al peronismo. la profundización de este proceso político requiere de una dirigencia que piense la Argentina como generadora de riqueza, creo que soberanía es generación de riqueza, soberanía es el desarrollo tecnológico, soberanía es el desarrollo nacional volcado a la producción, soberanía es la Argentina desendeudada, soberanía es profundizar las políticas sociales. Yo me siento cómodo en ese escenario. Cristina tiene un liderazgo que no necesita moldes institucionales para expresarse porque el pueblo la eligió y ella nunca tomó decisiones en contra de los intereses del pueblo. Y yo estoy cerca de ese espacio. Yo soy eso, me siento muy cómodo en ese espacio y si tengo la oportunidad de gobernar trataré de hacer el gobierno que tome a las mejores experiencias y a los hombres más formados, con una visión de los desafíos del momento. Ese análisis en compartimientos tiene que ver más con desafíos del pasado que del tiempo que viene. Tenemos que concentrarnos en las metas de la década.
–¿Cuáles son esas metas?
–Cómo sostenemos el Estado de Bienestar y un Estado que proteja a los niños y a los abuelos. Cómo apostar a la educación. Cómo industrializamos para incluir. Cómo hacemos para que todos participen del proceso de movilidad social ascendente. Si nosotros nos tomamos en serio esa tarea, se va a conformar un nuevo escenario con toda la dirigencia enfocada en los desafíos de la década. Cristina lo dijo: “Ojalá no necesiten de mí”. Ese es el desafío que tenemos por delante.
Por Fernando Cibeira
Aníbal Fernández asegura que no está cansado pero que le gustaría mucho dormir largo, algo que le viene resultando difícil dado que al trajín de la campaña para la candidatura a gobernador del Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires le tiene que agregar la tarea habitual de un jefe de Gabinete, que no es poco. A veces divide tareas con su compañero de fórmula Martín Sabbatella y otras, como ayer en Mar del Plata, se muestran juntos. “Nos llevamos cada vez mejor”, asegura en diálogo con Página/12.
–¿Sigue preocupado por aquello que había denunciado sobre la posibilidad de que escondan sus boletas el domingo que viene?
–Eso se agotó en la denuncia. Alguien de ellos, que sé quién es, levantó el teléfono y llamó a veintipico de intendentes, de los cuales por lo menos diez me llamaron, que él les había pedido que no repusieran nuestra boleta. Pero ahora nosotros vamos demasiado bien adelante y ninguno se pega un tiro en el pie. En líneas generales, lo que busca todo el mundo es preservar lo suyo y si tiene una boleta que tira, la agarra.
–Prácticamente todas las encuestas que se publicaron lo dan arriba en intención de voto pero, al mismo tiempo, se percibe que la estructura del peronismo bonaerense simpatiza más con la fórmula Domínguez-Espinoza. ¿En las recorridas ustedes sienten lo mismo?
–La estructura por definición literal no existe más. Cuando yo gané la interna para intendente en 1991 era la estructura la que movía los votos. Hoy no existe eso. Es una primaria abierta, simultánea y obligatoria. ¿Apareció algún intendente de ellos diciendo desde un palco “votemos a fulano”? Si lo hace con sordina es un militante. Puede no repartir nuestra boleta, pero no puede decir eso. No puede ir contra la realidad y contra todas las encuestas que nos dan 10 o 15 puntos de ventaja.
–¿La estructura no tiene ninguna incidencia en una primaria?
–Ninguna. Lo único que pueden hacer es entregar la boleta de ellos. Adentro del cuarto oscuro la gente hace lo que se le antoja.
–Hubo algunos intendentes peronistas que se la agarraron con Sabbatella porque no es del PJ. ¿La de ustedes fue una fórmula pensada más para la elección general que para la interna del Frente para la Victoria?
–Ratifico absolutamente la decisión de armar esta fórmula. Estoy convencido que debemos ampliar la base de sustentación y seguir respetando la idea del kirchnerismo. Néstor hubiese aplaudido lo que hice. Y Cristina lo miró con muy buenos ojos, porque lo tuvo que aprobar, por supuesto.
–La interna del Frente para la Victoria en la provincia pinta como la más fuerte para el domingo. ¿Eso es bueno?
–Bueno, habrá que discutir. Toda mi vida siempre bregué por la competencia, aun cuando las listas no me beneficiaron.
–También los criticaron de otros partidos. Por ejemplo, Felipe Solá lo acusó por el narcotráfico.
–Yo no quiero opinar de ellos. A los otros les encanta tenerme adentro de su boca y a mí no me gusta meterme en la boca nada. Yo me ocupo de mis cosas y le cuento a la sociedad bonaerense lo que soy capaz de hacer desde una gestión de gobierno seria.
–¿Cree que el cambio en el discurso del macrismo de las últimas semanas puede incidir en el voto en la provincia?
–Es vergonzante ese discurso, ellos saben que no es cierto. En 2011 se presentó una familia indigente ante el gobierno de Macri que reclamaba un subsidio que tenían por alquiler porque vivían con un chiquito de 6 años con una encefalopatía crónica. Pedían nada más que le mantuvieran el subsidio. Avanzó hasta que se hizo una audiencia en la Corte y Macri mandó a su ministra de Desarrollo Social, por entonces María Eugenia Vidal. Y lo que ella dijo fue que los derechos sociales eran programáticos y dependían de los fondos presupuestarios. Obligaron a la familia a tener que litigar y por supuesto la Corte condenó a la Ciudad. Así que ¿por qué les voy a creer? Simplemente están sumando farsa contra farsa para tratar de sacarle ventaja a una discusión política y después, si eventualmente les toca llegar al gobierno, harían lo que les antoje.
–Esta semana reiteró que no está en sus planes subir ni crear impuestos en caso de llegar a la gobernación. ¿Con el presupuesto actual alcanza?
–No pienso incrementar la presión tributaria. Los problemas de presupuesto no se pueden resolver incrementando la presión tributaria.
–¿Y cómo se pueden resolver?
–Buscando nuevas riquezas, nuevos de producción, duplicando la cantidad de hectáreas bajo riego para la producción agropecuaria, multiplicando producciones no tradicionales, aumentando las paridas, muchas cosas.
–¿Cuál es el problema más urgente que tendrá que enfrentar si llega a gobernador?
–No sé si es el más urgente pero es el que más solicita la sociedad bonaerense es el de la seguridad.
–¿El desarrollo de las policías locales que viene impulsando Daniel Scioli le parece una buena solución?
–No discuto eso. Yo digo que no voy a romper nada sino que me voy a subir a lo que encuentre y de ahí pegar los ladrillos que tenga que pegar para adelante. Tengo que proponerme hacer lo que tengo que hacer y nada más.
–¿Entonces las policías locales las mantendría?
–En principio, sí.
–¿Y en cuanto a la organización del resto de la Policía Bonaerense?
–Un ministro civil, un jefe de policía de buena estatura y todo por debajo del gobernador y el vicegobernador. Los responsables de la seguridad tienen que ser el gobernador y el vicegobernador.
–¿La salud y la educación también se encuentran entre las cuestiones preocupantes?
–Son otro dos de los puntos que vengo planteando: seguridad, salud, educación, producción industrial y producción agropecuaria. La salud es muy importante. Planteamos seguir con el esquema de los UPA, que dan mucho resultado. Con más atención primaria descomprimís los hospitales y se puede armar la logística para que los hospitales cumplan con su cometido.
–¿Y la educación? En los últimos tiempos cada principio de año la paritaria bonaerense resultó complicada.
–Hay que discutirla, no hay que temerle a eso. No conozco forma de resoluciones políticas que no sean negociando. Tenemos que pensar en dos cosas muy importantes: resolver toda la problemática de la educación en sí misma, no puede haber despilfarro de ninguna característica y tiene que estar garantizado el cumplimiento en metas y en tiempos y en niveles. Queremos aumentar mucho el nivel en términos educativos.
–Siempre se habla del alto porcentaje de presupuesto de la provincia que se va sólo en pagar los sueldos docentes. ¿Eso le preocupa?
–A la educación hay que redimensionarla, garantizar que no se despilfarre un solo peso. No hablo de ajuste, hablo que no se puede despilfarrar. Si nos proponemos hacer esa transformación nos va a dar como garantía una respuesta saludable para la educación que queremos nosotros.
–¿Qué pronóstico tiene para el domingo?
–Que ganamos por una diferencia importante.
–¿Quien gane la primaria del FpV ya queda definido como el próximo gobernador?
–No, yo no subestimo a nadie.
–¿Cómo calificaría la gestión de Scioli?
–No estoy para eso, no califico la gestión de nadie. Quiero la provincia, agarrarla como está. Dámela así, que a mí no me vas a escuchar nunca que hable de herencias recibidas ni de papas calientes. Que me den la provincia como está, que yo la voy a gobernar.
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