El fiscal Horacio Azzolín pidió a la Cámara Federal de Salta que endurezca la situación procesal del ex juez federal Ricardo Lona, procesado como encubridor del homicidio del ex gobernador de la provincia, Miguel Ragone, y el homicidio de un testigo y las heridas a otro, y que cambie su calificación a partícipe de los hechos.

Azzolín expuso en una audiencia oral ante los camaristas Enrique Jiménez Montilla, Juan Carlos Reynaga y María Alejandra Cataldi en la instancia de revisión de los recursos interpuestos por las partes contra la resolución del juez de primera instancia, Fernando Poviña.

Durante la audiencia, Azzolín volvió a rechazar el pedido de Lona para que se los aparte a él y a los fiscales Jorge Auat y Javier de Luca de la causa.

Azzolín, que estuvo acompañado por el fiscal ad hoc Juan Manuel Sivila y el fiscal general Francisco Snopek, señaló que Lona intervino “en colaboración” con los autores de los hechos, para quienes se constituyó en “una garantía de impunidad”, y no fue encubridor sino partícipe.

El médico Ragone, por entonces ya ex gobernador de Salta, fue interceptado alrededor de las 8 del 11 de marzo de 1976 cuando conducía su Peugeot 504 poco después de dejar su casa. Los miembros de la patota abordaron su auto, lo inmovilizaron y luego, una vez desvanecido, lo tiraron en la parte posterior del vehículo.

Mientras todo aquello ocurría, la empleada de comercio Margarita Martínez y el comerciante Santiago Arredes, propietario de un almacén, salieron a la calle para ver qué estaba sucediendo. Arredes, quien salió en defensa de Ragone, fue asesinado y Martínez fue herida. Entre otras acciones y omisiones, Lona no tomó declaración testimonial a Martínez; entregó el cadáver de Arredes sin realizar la autopsia y dispuso el sobreseimiento provisional de la causa el 31 de mayo de 1976 sin ordenar ninguna medida de prueba, apenas doce días después de haber recibido las actuaciones en el juzgado.