Oficialistas y opositores volvieron a cruzarse sobre la decisión de Daniel Scioli de no participar del debate de los candidatos presidenciales. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, respaldó al gobernador bonaerense al considerar que “no se puede ir a ciegas”: “No se conoce cómo son las reglas de juego, cómo es la cancha, ni la pelota, ni el reglamento, y corremos el riesgo de una batalla campal verbal inútil”, sostuvo. Mauricio Macri ratificó que irá y cargó contra su adversario del FpV: “Si no quiere ir, que lo haga por Skype”, comentó con ironía. El titular del radicalismo, Ernesto Sanz, apuntó que “negarse a debatir es toda una definición personal”.

El miércoles, el candidato del FpV hizo saber que mientras no exista una ley que regule los debates presidenciales no concurrirá a estas contiendas. Fernández lo defendió: “Yo no lo haría”, coincidió con Scioli, “no quiero que me lleven a una discusión en la que quieran hacer jugar a algo que no es lo que yo juego, con un reglamento impuesto”. “Si hubiera garantías de que se desarrolle en un determinado lugar, con un determinado tiempo, con preguntas determinadas, el tiempo para que cada uno exponga, que el otro no opine mientras está exponiendo el que está exponiendo y se respetaran las reglas de juego, debato con cualquiera, pero esas reglas de juego no están en ningún lado”.

El ministro negó, por otra parte, que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner haya tomado la decisión por Scioli. “¿Cómo se va a meter a opinar de ese tema? No soy su exégeta, pero creo conocerla lo suficiente como para saber que no se va a meter a opinar si tiene o tiene que debatir”.

Desde la gobernación bonaerense, el ministro de Infraestructura Alejandro Arlía planteó que “Scioli está haciendo su debate con los que van a ser beneficiarios de su trabajo cuando sea presidente”.

También el jefe del bloque de senadores del FpV, Miguel Pichetto, sostuvo que “no están dadas las garantías de ecuanimidad e imparcialidad” para realizar el debate. El legislador consideró una buena iniciativa que el sciolismo envíe al Congreso un proyecto de ley al respecto. “Hay que evitar que ningún candidato quede condicionado como consecuencia de pautas preimpuestas desde afuera”.

Desde la oposición, sin embargo, replicaron que en el Congreso ya hay un proyecto de ley de debate y acusaron al oficialismo de no haberlo aprobado. “El oficialismo es el que más tiene que discutir y comentar en términos de por qué quiere continuar cuatro años más en el poder”, declaró Macri. “Daniel Scioli no debería tener ningún tipo de miedo de venir a discutir cuáles son sus propuestas, por qué cree que él va a lograr que la Argentina vuelva a crecer cuando hace cuatro años que no crece, por qué él va a lograr recuperar la confianza que se ha perdido en la Argentina”.

“Vamos a insistir para que el señor vaya”, agregó, “no vamos a dejar que el oficialismo diga que mandará una ley para establecer las pautas del debate cuando la ley está hace meses y nunca la sancionaron”.

Por su parte, el radical Sanz consideró que si Scioli “no tiene la voluntad y decisión para enfrentar el debate, no puede tener esos mismos atributos para enfrentar los desafíos de gobernar la Argentina”.

Los dirigentes utilizaron además las redes sociales para difundir sus críticas. La diputada del PRO Laura Alonso subió a su cuenta de Twitter una foto de Scioli inclinado ante la presidenta Fernández de Kirchner con el epígrafe: “Dejaaame ir un rato, mamáaa!”. Su par Patricia Bullrich preguntó “¿por qué Daniel Scioli no quiere debatir? El kirchnerismo siempre rehúye”. El radical Julio Cobos recordó que “en junio” presentó “un proyecto para hacer obligatorio el debate entre candidatos”. El ex jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, replicó: “Macri, gran ausente en los debates de candidatos a jefe de Gobierno, ahora se queja de Scioli”. Durante el ballottage porteño, el candidato de ECO, Martín Lousteau, reclamó un debate con el postulante del PRO, Horacio Rodríguez Larreta,

Existe una iniciativa consensuada en el ámbito de la Comisión de Asuntos Constitucionales pero todavía no fue tratada en el recinto de la Cámara de Diputados.