A 23 días de las elecciones, la sangría continúa en el Frente Renovador y conspira contra la candidatura presidencial de Sergio Massa. “Quiero que un peronista gobierne la Argentina. Para todos es más tibio tener que definirse en un ballottage si tenés a (Mauricio) Macri enfrente, yo prefiero hacerlo ahora y que (Daniel) Scioli gane en primera vuelta”, dijo a Página/12 la diputada provincial del massismo, Mónica López, que ayer selló con el propio candidato presidencial del Frente para la Victoria la decisión –junto a otros 50 dirigentes de su espacio– de “trabajar” para que el gobernador bonaerense se consagre como el nuevo presidente en los comicios del 25 de octubre. “Yo no pedí estar ahí, no necesito un cargo, tengo dos años más de mandato como legisladora provincial”, respondió López respecto de su continuidad como candidata al Parlasur en la boleta bonaerense de Unidos por una Nueva Alternativa (UNA). Además, aseguró que no habrá problemas familiares si su esposo, el sindicalista petrolero Alberto Roberti, continúa como presidente de bloque de diputados nacionales del massismo, tal como le confirmó anoche al equipo de campaña de Massa. José Manuel de la Sota fue el encargado de replicarle a López.

“Llegó el momento de optar. Lo que está en discusión son dos modelos de país bien diferentes, por eso haremos un esfuerzo en el territorio para que gane en primera vuelta y sea el próximo presidente de todos los argentinos”, le manifestaron a Scioli los dirigentes que abandonaron el massismo durante el encuentro que mantuvieron en la sede porteña del Banco Provincia y que el equipo de campaña del gobernador se encargó de difundir. Además de López, participaron concejales de Almirante Brown, Avellaneda, Quilmes, San Vicente, General Madariaga y Azul, además de dirigentes gremiales del sindicato de comercio y referentes provinciales de Chaco, Misiones, Santa Fe y Santa Cruz. La semana próxima habrá una nueva reunión de trabajo para sumarse a la campaña sciolista.

El encuentro de ayer tiene su historia de seducción política. “Ante una consulta periodística de a quién votoría en un ballottage entre Scioli y Macri, yo respondí que era peronista y que votaría a Scioli. El gobernador me llamó telefónicamente para agradecerme”, relató López a Página/12.

–Pero usted fue muy crítica de la gestión de Scioli –consultó este diario.

–Sí, y le pedí disculpas. En política uno se exacerba y comete muchos errores. Ahora es tiempo de madurez. Considero que desde el Gobierno, como sosteníamos en el massismo, se hicieron muchas cosas buenas. Por eso el próximo presidente tiene que ser peronista para garantizar la continuidad de todo lo bueno y corregir otras cosas –respondió la diputada.

Las conversaciones entre López y el sciolismo se sucedieron en la Legislatura bonaerense con el vicegobernador Gabriel Mariotto. Pero el encargado de sellar el encuentro de ayer fue el operar Juan José Alvarez, quien abandonó la jefatura de campaña del massismo a principios de año por no compartir la estrategia del líder renovador. Alvarez –presente en la sede del Bapro– es uno de los dirigentes que mejor conoce el tendal de heridos que dejaron muchas decisiones de Massa.

“No soy una resentida política, porque en primer lugar nadie es inocente, pero hay cosas que te causan mucho dolor. Cuando yo quería ser candidata a gobernadora, me enteré que él (por Massa) me había bajado por la tele. Así que ahora, no me tomé la molestia de llamarlo para avisarle”, dijo López sobre su portazo al massismo y también dejó en claro que no le interesa la candidatura al Parlasur, “por la que tampoco me consultaron”, como premio consuelo. López insistió en que “empezó a ver” que muchos “compañeros” del Frente Renovador “estaban en desacuerdo con el acercamiento” de Massa con Macri, por lo que se decidió “apoyar” a Scioli.

“Graciela Camaño y Luis Barrionuevo apoyan a distintos candidatos, los Moyano (Hugo, Pablo y Facundo) también hacen lo mismo”, se justificó López ante este diario en referencia a la decisión de su marido, Roberti, de continuar en las filas massistas. “Ella está apoyando a un peronista como Scioli y no está mal”, dijo su marido.

El comando de campaña renovador le bajó el precio al éxodo de López y otros dirigentes. “Si se tratara de una dirigente que aporta muchos votos estaríamos preocupados, pero este no es el caso”, dijeron a Página/12, al tiempo que adelantaban que sería De la Sota y no Massa quien saldría a responderle. “Nuestro espacio político ve satisfactoriamente que la diputada Mónica López haya blanqueado su posición política, la cual está en las antípodas de nuestras convicciones y objetivos para el futuro del país”, sostuvo el gobernador cordobés en un comunicado difundido por el Frente Renovador. Allí, también sentenció que “lo que está claro es la desesperación e incapacidad de Scioli para crecer en esta elección, y entonces busca con artilugios y operaciones propias de la vieja política lo que no puede lograr con el apoyo de los votantes”.

El propio Scioli salió en defensa de los dirigentes que abandonaron el massismo para apoyar su candidatura. “Los peronistas de distintas visiones de país están tomando conciencia de que vamos a una clara disputa, en cuanto a las ideas que sostiene nuestro movimiento de justicia social e independencia económica adaptadas por nuestra Presidenta, contra una nueva versión de una alianza conservadora”, dijo el gobernador en referencia a Cambiemos de Mauricio Macri y marginando a Massa de esa pelea.