EL PAíS
El PJ avanzó para darle la banca de Bravo a María Laura Leguizamón
Así lo dispuso ayer la Comisión de Asuntos Constitucionales, imponiendo su mayoría. La semana que viene el cuerpo va a refrendar la decisión. Los socialistas apelarán en la CIDH.
› Por Felipe Yapur
Se veía venir. El justicialismo del Senado había decidido hace ya tiempo que la disputada banca porteña por la minoría debía ser para la duhaldista María Laura Leguizamón, en detrimento de la socialista Susana Rinaldi. Ayer, la Comisión de Asuntos Constitucionales finalmente emitió un dictamen de mayoría en ese sentido. Con esta decisión –que será refrendada por el cuerpo la semana que viene– se podría considerar que finaliza este largo litigio. Sin embargo, el diputado socialista Oscar González anticipó que su partido recurrirá “a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)” en reclamo de la banca para Rinaldi.
El despacho de mayoría contó con el respaldo de buena parte de los senadores justicialistas que integran la comisión, pero no fue el único. Por un lado, el peronista riojano Jorge Yoma y la porteña Vilma Ibarra refrendaron uno que recomienda la designación de la cantante Rinaldi, segunda en la lista del ARI que en 2001 encabezó Bravo. Los radicales Raúl Baglini y Eduardo Moro, si bien compartían los mismos argumentos, prefirieron redactar uno propio.
El justicialismo ya saborea la nueva banca. Sabe que cuenta con los votos necesarios para imponer su voluntad. Tanto es así que el propio jefe del bloque, Miguel Pichetto, aseguró que el próximo miércoles el cuerpo aprobará el dictamen. Para ello, el rionegrino cuenta con votos de los senadores radicales que responden al todavía presidente del bloque Carlos Maestro y de varios legisladores de partidos provinciales.
La existencia de dos despachos por la minoría en realidad perjudican a Rinaldi. Y es que las motivaciones son diferentes. Tanto Yoma como Ibarra consideraron que la Justicia Electoral había habilitado las dos listas que llevaban a Bravo como candidato y que le permitió imponerse sobre Beliz. “Si luego se cambiaron las reglas de juego es que se engañó al elector que lo votó”, afirmó Ibarra. Si bien Baglini y Moro llegaron a la misma conclusión, a éstos los mueve una disputa similar que se lleva adelante en Mendoza donde la UCR pelea una banca con el PJ.
La historia de la poltrona porteña data desde el mismo día en que se realizó la elección en octubre de 2001. Mientras la puja se dirimía en la Justicia, el PJ se mantuvo al margen. Sin embargo, una vez que Beliz asumió como funcionario de Néstor Kirchner y su reemplazante era la duhaldista Leguizamón, el PJ comenzó a terciar, pero todo se frenó porque los contendientes solicitaron que el Senado se abstuviera de resolver hasta tanto la Corte Suprema decidiera al respecto. En junio los supremos le dieron la razón a Beliz y el PJ redobló su presión. El juicio a Eduardo Moliné O’Connor dilató la definición. Ahora, prácticamente definido el caso del supremo, la definición de la banca porteña se volvió inminente.
Indignado por la decisión de la comisión, el socialista González afirmó que todo se trata de “una maniobra de (Eduardo) Duhalde que pretende una corte real en el Senado”. El diputado aseguró que la determinación del PJ de quedarse con la banca le significará un alto costo político porque su partido va a continuar peleando y para ello recurrirá a la CIDH.