“Voy a ser más Scioli que nunca”, prometió Daniel Scioli al día siguiente de los comicios presidenciales y a 27 días de la segunda vuelta electoral que deberá disputar contra el candidato de Cambiemos, Mauricio Macri. El hombre del Frente para la Victoria, secundado por su compañero de fórmula, Carlos Zannini, brindó ayer al mediodía una conferencia de prensa y por la tarde una entrevista radial, en las que confirmó que participará de un debate con su rival una semana antes del ballottage y ratificó el mensaje que tuvo hasta ahora en la campaña. Puertas adentro, hubo una fuerte autocrítica y un replanteo de la estrategia que redundará en novedades que pueden comenzar a traslucir esta semana.

“No hay dos sin tres. Ganamos en las PASO, ganamos en las elecciones y vamos a ganar el 22 de noviembre”, arengó Scioli sobre el final de la conferencia de prensa, tratando de transmitir optimismo. Un hotel cercano a la Plaza de Mayo fue el lugar elegido por el candidato para dar su primer mensaje desde que se conocieron los resultados de los comicios del domingo, ya que esa noche, en su bunker, sólo había hablado antes de que se cargaran los primeros datos oficiales. Minutos después del mediodía la fórmula del oficialismo apareció en la sala dispuesta para tal fin.

El escrutinio provisorio finalmente dio al gobernador bonaerense dos puntos y medio por arriba de su rival, casi 620 mil votos de ventaja de cara a la segunda vuelta; una distancia prudente pero menor a la esperada. “La gran final es por el futuro de los argentinos: las dos visiones, las dos historias y los futuros que pensamos Macri y yo”, dijo. “Hoy comienza una nueva elección en la que la discusión de fondo está de cara al futuro: si es un gobierno que tenga muy claro lo que tienen que defender, proteger y priorizar, o es la concentración o dejar librado al mercado, con políticas de endeudamiento que a los argentinos nos generaron una gran frustración.”

“La palabra cambio puede ser muy atractiva, pero hay que darse la discusión profunda sobre qué tipo de cambio quieren los argentinos”, apuntó Scioli contra su rival, que hizo de ese término su bandera en esta campaña. Además, ante la consulta de la prensa, confirmó que esta vez aceptará participar de un debate público ante su adversario y felicitó por la elección a la “flamante gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal”, a quien, prometió, ayudará a “tomar la posta” en ese distrito.

En otro momento, el candidato le habló a los votantes de opciones que quedaron el domingo afuera del ballottage. En ese sentido, dijo representar mejor el “reclamo de mayor federalismo” de Adolfo Rodríguez Saá; aseguró que comparte con Sergio Massa varios puntos de la agenda, como “la prioridad por los jubilados y la revisión del Impuesto a las Ganancias”; y aunque dijo que buscará el voto de “los peronistas que están en distintos espacios”, también hará lo propio con progresistas y simpatizantes de izquierda.

Luego de la conferencia de prensa, Scioli regresó a su centro de operaciones en el edificio del Banco Provincia en el microcentro porteño, donde hubo reuniones durante toda la tarde con el equipo que participó de la campaña, sus funcionarios de confianza, algunos dirigentes del gabinete que anunció para convocar en caso de una victoria y algunas figuras de peso del PJ. El balance concluyó con cambios de estrategia, algunos más notorios y otros más subterráneos, cuyo efecto comenzará a notarse en pocos días.

La agenda del gobernador bonaerense para hoy permanecía, hasta anoche, en blanco. Aunque no se descarta que haga alguna aparición pública durante a jornada de hoy, la primera actividad prevista es mañana, en Mar del Plata. Para el fin de semana, estiman en su equipo, estará nuevamente en pleno ritmo de campaña, redoblando esfuerzos para intentar recorrer una vez más todo el país en el tiempo que queda hasta el 22 de noviembre.

Por la tarde, Scioli dio una única entrevista radial, en la que ratificó el mensaje con el que se identificó toda la campaña. “Voy a ser más Scioli que nunca porque obviamente esa es mi identidad, es mi personalidad y eso no es contradecir en nada lo que yo vengo sosteniendo”, dijo, descartando un giro en su discurso para atraer nuevos votantes. “Ahora se viene la gran decisión, en qué país queremos vivir, cuál es la agenda con la que se compromete cada uno”, aseguró.

En ese sentido, se diferenció de Macri, a quien acusó de cambiar su mensaje en medio de la campaña. “Uno pertenece a un espacio político, promueve ideas que, en mi caso, son muy claras y las más coherentes a lo largo de estos años”, comparó. También ratificó que en caso de llegar a la presidencia daría continuidad al modelo aunque “interpretando las nuevas demandas de la sociedad y el sentido del voto, que exige cada vez más”.