Ariel Sujarchuk, intendente electo de Escobar por el Frente para la Victoria, forma parte de los dirigentes que debutarán a cargo de sus municipios tras las elecciones que modificaron el mapa político de la provincia de Buenos Aires. Luego de participar de una reunión con Daniel Scioli junto con los intendentes electos Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Juan Zabaleta (Hurlingham) y Mariano Cascallares (Almirante Brown), también elegidos para renovar la conducción de sus distritos, afirmó a Página/12 que se siente “parte de la renovación política del Frente para la Victoria” y que tanto su objetivo como el de sus compañeros es “lograr que Scioli sea el candidato más votado en el ballottage”. Sobre la relación que tendrán los intendentes con la gobernadora electa María Eugenia Vidal, advirtió que “si su gestión es buena, los lazos serán buenos”. Y se diferenció de los dirigentes de Cambiemos que han ganado municipios al FpV: “Me preocupa que Martiniano Molina (intendente electo de Quilmes) llame a un casting para armar gobierno –apuntó–. Cuando hay que gobernar, se acaba el verso.”

–¿La reunión con Scioli sirvió para depejar dudas sobre la unidad interna del FpV que sembraron algunos rumores y entredichos?

–En primer lugar, Daniel nos felicitó y calificó nuestra victoria como la renovación de la política al interior del Frente para la Victoria, un frente que tiene la capacidad de renovarse a sí mismo. Luego, sirvió para hacer un análisis de los pasos a seguir de cara al ballottage, en el que vamos a militar para que Daniel Scioli resulte el candidato más votado, igual que en esta primera vuelta del domingo. Los que hablan de diferencias en realidad son los que esperan que aparezcan. Acá hay una unidad del Frente para la Victoria para que Scioli sea presidente.

–¿Cuál fue el análisis interno sobre del nuevo escenario?

–No es momento de hacer análisis ni de echarse culpas. Es momento de redoblar los esfuerzos y fundamentalmente convencer la gente. Nuestra tarea es convencer a la gente sobre la necesidad de seguir desarrollando la industria nacional, aumentando semestralmente las jubilaciones y las pensiones familiares, e invertir en educación como ha hecho este Gobierno.

–¿Lo sorprendió el resultado?

–Esperábamos ganar la provincia. Eso habla bien de la campaña que hizo Vidal. Aunque no impide el paso que sigue, que es discutir qué modelo país queremos a partir del 10 de diciembre. Por supuesto que queremos ganar por la mayor diferencia posible. Esa es la meta y el objetivo, que Scioli sea el presidente de los argentinos.

–¿Cuál es la clave para seducir a los votantes en segunda vuelta?

–Lo que ahora tenemos que entender todos es que hay dos modelos muy claros para la Argentina que se viene. Una propuesta estética, que es Cambiemos, y una propuesta con contenidos muy claros que es el FpV. Habrá que ver si los argentinos nos dejamos seducir por los contenidos o por la estética.

–¿Cómo definiría esa “propuesta estética” de Cambiemos?

–Para nosotros se necesita un planteo muy serio sobre las políticas que cada candidato va a llevar adelante, de cara a la población. Por ejemplo, Macri dice que va a bajar las retenciones y que va a devaluar, pero no puede explicar cómo va a hacer para que el boleto no se cuadruplique como pasó con el subte en Capital, ni cómo hará entonces para sostener el aumento a las jubilaciones o la AUH. Si va a sacar los subsidios, que explique qué impacto va a tener sobre la clase media, y si va a liberar el comercio exterior, cómo se sostiene la industria nacional. Hay que ser responsable y decir las cosas como son, porque sentado en el sillón de Rivadavia se acaba el verso.

–¿Como prevé la relación con Vidal?

–Vidal es la gobernadora electa y tiene toda la legitimidad para gobernar. Si bien no era mi candidata, en la medida en que plantee buenas políticas para la provincia y para Escobar, la relación va a ser buena. Mi tarea como intendente es defender al pueblo de Escobar, sea quien sea el gobernador. De todas formas, estoy convencido de que lo mejor para el distrito es que Scioli sea el presidente de los argentinos. Scioli, igual que la presidenta, tuvo la altura de gobernar para todos los distritos, incluso para aquellos conducidos por otras fuerzas, por ejemplo con las policías locales. Espero que Vidal haga lo mismo que voy a hacer yo: fui electo por el FpV, pero voy a gobernar para todos los escobarenses.

–En Escobar hubo corte de boleta y Aníbal Fernández, como candidato a gobernador, sacó tres puntos menos que usted, que obtuvo el 40 por ciento. ¿A qué lo atribuye?

–Fue una sorpresa. Nosotros trabajamos con la misma intensidad todos los tramos de la boleta y recibimos tanto al jefe de Gabinete como a Scioli. Pero después está la decisión de los votantes. Ha sido mérito del PRO, que hizo mas hincapié en la campaña a gobernador que en la campaña a presidente, mientras que nosotros hicimos lo contrario. Con el diario del lunes, creo que han acertado más que nosotros, es mérito de quién gana.

–¿Cuáles son para usted los temas mas importantes de la provincia?

–Fundamentalmente hay que revisar cómo se administra la coparticipación, en el caso de Escobar tenemos menos coparticipación que otros distritos mas pequeños. También obras hidráulicas para combatir los cambios en la climatología, y la educación.

–¿Y en su distrito?

–Tenemos la oportunidad de aprovechar el corredor logístico que implica Escobar, por eso creemos que el modelo productivo que propone Scioli es el que mejor le va al distrito, porque va a radicar nuevas industrias y parques industriales. Y desarrollar nuestro potencial turístico.

–¿Qué diferencia a la nueva generación de intendentes del FpV de los electos por Cambiemos?

–Yo respeto a todos los intendentes electos, pero no somos lo mismo que Martiniano Molina, que dijo que va a hacer un casting para armar gobierno. Me preocupa, primero porque “casting” tiene más que ver con televisión que con gestión del Estado, y segundo porque quiere decir que no sabe con quién va a gobernar. Es compleja la tarea de ejercer un gobierno y hace falta transmitir al votante que ideas tiene y qué piensa hacer cada uno, mas allá de la estética del partido.