Sáb 31.10.2015

EL PAíS  › HUBO UNA ADVERTENCIA SOBRE POSIBLES ATENTADOS EN DOS SHOPPINGS

Amenaza telefónica vía París

En la embajada argentina en Francia se recibió un llamado anónimo que alertaba sobre ataques al Abasto y Unicenter este fin de semana. Berni dijo que no “hay elementos para alertarnos”, pero igual se dispusieron medidas de seguridad.

› Por Raúl Kollmann

Un individuo, que no se identificó, llamó por teléfono este miércoles a la embajada argentina en París para advertir que habría dos atentados en el shopping Abasto y en Unicenter. El sujeto dijo que estaba en Mali, cerca de la frontera con Costa de Marfil, y pidió que le mandaran un auto. Aunque su teléfono quedó registrado, no hubo forma de volver a contactarlo. Como la llamada fue el miércoles y advirtió que los atentados serían ayer o este fin de semana, se dispuso un alerta por cuanto no había forma de chequear la veracidad en 48 horas. Llamadas semejantes hay casi todas las semanas, pero suele haber espacios de tiempo para verificar si los teléfonos, los nombres o las modalidades figuran en archivos y datos internacionales sobre terrorismo. Sobre el mediodía de ayer, el Ministerio de Seguridad concretó una conferencia de prensa en la que el viceministro, Sergio Berni, insistió en que no “hay elementos para alertarnos, pero por una cuestión de prudencia tomamos medidas y las mantendremos hasta el domingo”. En anteriores procesos electorales –empezando durante el gobierno de Raúl Alfonsín en 1985– ya hubo oleadas de amenazas a colegios, oficinas, dependencias públicas, cines, creando un clima enrarecido con intencionalidad política. En las últimas semanas hubo muchísimas amenazas de este tipo.

La persona que llamó a la embajada argentina en París dijo integrar el grupo Ansar Dine, o Ansar Al Din, que significa Defensores de la Fe. Se lo vincula con Al Qaida, pero no tiene antecedentes de haber puesto bombas y, menos aún, de haber atacado fuera de su lugar de origen, la república africana de Mali. El grupo busca imponer el Islam en ese país, para lo cual utiliza tácticas similares a Boko Haram en Nigeria: secuestros, casamientos obligatorios, ejecuciones, castigos físicos.

El individuo habló con precisión de los dos shoppings y dijo que habría atentados durante el fin de semana. También contó que los terroristas ingresarían por avión a la Argentina. Eso motivó que el Ejecutivo hiciera la denuncia en el juzgado federal de Lomas de Zamora, a cargo de Jorge Di Lorenzo, que tiene jurisdicción sobre el aeropuerto de Ezeiza. Como Di Lorenzo se tomó un día de licencia intervino el otro juez del distrito, Alberto Santamarina. En los registros investigados, no figura el ingreso reciente de ninguna persona originaria de Mali.

En el Ministerio de Seguridad y la Cancillería dicen que estas amenazas son habituales en los últimos tiempos. Se habla incluso de que hay una por semana, en promedio. Pero lo habitual es que el denunciante anónimo advierta sobre atentados a producirse una semana o diez días más tarde, lo que permite hacer un chequeo más riguroso de teléfonos, nombres, grupos, metodologías. En este caso sólo había 48 horas entre la denuncia y el supuesto atentado. Por ello, la Dirección de Inteligencia Criminal libró un alerta que se filtró por WhatsApp durante toda la mañana de ayer hasta que Clarín la hizo pública cerca del mediodía. El texto está firmado por el licenciado Sebastián Fernández Giatti, director Nacional de Inteligencia Criminal. En los WhatsApp de la mañana se decía que los shoppings habían sido evacuados, algo que no ocurrió en ningún momento. La Cámara Argentina de Shopping Centers señaló en un comunicado que en Abasto y en Unicenter se tomaron las precauciones necesarias, mientras que Berni confirmó que seguirían con el operativo de seguridad hasta el domingo.

En la llamada a la embajada de París, el desconocido habló en francés y pidió que le mandaran un auto para entablar un diálogo. Incluso sostuvo que tenía documentos para respaldar lo que decía pero que no tenía cómo entregar esos papeles porque la Argentina no cuenta con embajada en Mali. La credibilidad del alerta era baja, en esencia porque Ansar Dine no tiene antecedentes de realizar atentados fuera de Mali y ni siquiera registra ataques con bomba en ese país, donde tiene actividad.

A lo largo de las tres décadas de democracia hubo varios procesos electorales en los que recrudecieron las amenazas de bomba. Una de las secuencias más recordadas ocurrió en 1985 contra Alfonsín, cuando había días de hasta diez amenazas en cines y en una oportunidad se contabilizaron 29 amenazas de bomba en colegios en un solo día. Alfonsín recurrió al estado de sitio. Eran tiempos de actividad de los carapintadas y la mano de obra desocupada. En 1987 unos 15 locales de la UCR sufrieron ataques con explosivos de bajo poder. También hubo oleadas de amenazas en 1992, 1994, 1995, 1997 y en las elecciones de 1999.

En los últimos meses hubo que desalojar la ex ESMA varias veces, lo mismo ocurrió en colegios e incluso los shoppings registran amenazas muy frecuentes. A nivel internacional, la versión es que en embajadas argentinas y en la Argentina, pero realizadas desde otros países, hay también llamadas amenazantes. Más allá de los que quieren crear incertidumbre en su lugar de trabajo o estudio y la existencia también supuestas picardías de estudiantes, están los que apuestan a un clima agobiante en tiempos electorales.

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