EL PAíS
› ELIGEN DIPUTADA A UNA MUJER INCAPACITADA PSIQUICAMENTE
A la banca por un puñado de votos
La peronista Elsa Lofrano está declarada incapaz en un expediente jubilatorio. Pero el PJ consiguió que se le aprobara el diploma.
› Por Eduardo Tagliaferro
Le llevó dos horas de discusión y dos votaciones, pero finalmente el justicialismo consiguió que la diputada por Chubut, Elsa Lofrano, se sentara en la banca que había dejado vacante Mario Das Neves. La discusión previa no fue menor y comenzó luego de que la legisladora por Izquierda Unida, Patricia Walsh, impugnara a la chubutense, por cobrar desde hace 15 años una jubilación por estar incapacitada física y psíquicamente en un 85 por ciento. Apelando más a las mañas que a los argumentos, el titular del cuerpo, el duhaldista Eduardo Camaño, también se las ingenió para sortear la dura polémica que mantuvo con Luis Zamora durante la reunión de Labor Parlamentaria. En este caso la manzana de la discordia había sido la construcción de un vallado para blindar el edificio anexo del Congreso. Con alborozo, Camaño le respondió a Zamora “su proyecto ha sido rechazado señor diputado”.
Para ese momento, Camaño había puesto en juego toda su muñeca para conseguir que la chubutense Lofrano pudiera jurar sobre los Santos Evangelios. Para ello repitió lo que había dicho en la reunión de Labor Parlamentaria: “Al no haber una decisión judicial en su contra, está habilitada”.
A la objeción de Walsh se sumaron las de Zamora, las del Frente para el Cambio, el bloque del ARI, algunos diputados del radicalismo e incluso representantes de partidos provinciales. Luego de que la legisladora de Izquierda Unida afirmara en forma contundente que la chubutense “no cuenta con la capacidad necesaria para ocupar una banca”, se escuchó el reflexivo punto de vista de uno de los diputados por los partidos provinciales que alertó sobre las complicaciones legales que podría afrontar la novel legisladora. “Si se le tomara juramento podría estar cometiendo el delito de estafa. Delito que también podría estar cometiendo la junta médica”, dijo.
El radical por Chubut Fortunato Cambarelli salió en defensa de su coterránea. Afirmó que “su incapacidad era para ejercer el cargo de enfermera” y sostuvo que “en su provincia hay otros trabajadores que luego del conflicto de Malvinas sufren situaciones similares”. El puntano Oraldo Britos había hecho la defensa de Lofrano y sugirió que detrás de las objeciones había un sesgo discriminatorio.
Fue en ese momento en el que Héctor Polino propuso votar que el tema pasara a la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento. Precisamente en la comisión que preside la menemista Alejandra Oviedo hay un expediente en el que María Elena Medel, compañera de fórmula de Lofrano, había radicado una impugnación. El tema debía ser tratado en la Comisión de Poderes, pero luego de la extensa discusión en la que se rechazó la propuesta menemista de recusar a los abogados que integran la comisión que lleva adelante el juicio político a la Corte Suprema (ver pág. 9), la impugnación a Lofrano pasó al olvido a pesar de estar en agenda. “Este tema será discutido en Labor Parlamentaria”, fue la única acotación que Oviedo formuló a sus pares a primera hora de la mañana.
Mientras el tema se discutía en el recinto, no se vio muy preocupada a la titular de la comisión que debía haberse expedido sobre el tema que tanta polémica estaba generando en el recinto. Lejos de estar pendiente de las críticas intervenciones, la riojana de corte a la garçon y amplia camisola blanca ocupaba su tiempo hablando por celular y deliberando con sus colegas.
Sobre 194 presentes, noventa diputados votaron para que el expediente de Lofrano fuera girado a la comisión. Otros noventa votaron para que jurara en ese momento y hubo 14 abstenciones. Camaño recomendó a quienes se habían abstenido a que reconsideraran su posición. El esfuerzo valió la pena. En la segunda votación, con 201 presentes, el peronismo logró imponer su criterio. Cien votos contra 94, cinco abstenciones y dos votossin identificar, habilitaron el tembloroso juramento de la suplente de Das Neves.
Otro plato fuerte fue la disputa entre Zamora y Camaño. El legislador por Autodeterminación y Libertad pretendía discutir sobre tablas una iniciativa para repudiar la construcción del tabique blindado. Anteayer Camaño había mostrado su enojo frente a las cámaras televisivas. Un grupo de legisladores habían cuestionado políticamente la decisión y también a la empresa adjudicataria. Las sospechas estaban radicadas en que la firma era de Quilmes, la misma localidad de la que proviene Camaño. “La obra salió 21 mil pesos y la decisión es de esta Cámara”, había respondido el titular del cuerpo. Por eso ayer, el duhaldista no pudo evitar cierto gozo cuando pudo dar el tema por terminado.
Posteriormente fue pasado a comisión un proyecto que recomendaba la separación de la Cámara de la diputada Norma Godoy por “inhabilitación moral”. Para entender por qué los caceroleros gritan “que se vayan todos”, a veces alcanza con presenciar una sesión legislativa.