EL PAíS › LA DISCUSIóN EN LA MESA CHICA DEL PRO SOBRE EL NUEVO DECRETO DE NECESIDAD Y URGENCIA
En el Gobierno se discutió si separar las medidas anunciadas ayer en partes y si era mejor hacerlas rápido o postergarlas. “Ya lo habíamos sacado a Sabbatella, ¿para qué seguir esperando? Esto salda el debate lo antes posible”, indicaron ayer.
› Por Werner Pertot
Ahora. En enero. En partes. En un solo DNU. En el gobierno de Mauricio Macri hubo un intenso debate sobre cuándo y cómo debía lanzarse la medida que fusionó la Afsca y la Aftic. En un primer momento se pensó en incluirlo en un proyecto de ley que llegar a al Congreso en marzo. Luego pasó a ser un DNU que se iba a aplicar en enero. Finalmente, un sector de la mesa chica PRO ganó la discusión y logró que la medida se hiciera en el último día hábil de 2015. “Había que darle un cierre a esta discusión”, plantearon. También hubo debate sobre si debía hacerse en dos tandas (primero la fusión y luego los cambios a la ley de medios), pero una vez más ganó la postura de hacer todo en un solo shock. El DNU ya fue firmado por el presidente Mauricio Macri y estará publicado en el Boletín Oficial del lunes (no de hoy), según contaron fuentes macristas.
La decisión se debatió entre el jefe de Gabinete, Marcos Peña; su secretario de Coordinación Interministerial, Mario Quintana; el secretario de Legal y Técnica, Pablo Clusellas (con algo de ayuda del abogado Fabián Rodríguez Simón); el ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad y el futuro titular del Enacom, Miguel De Godoy. Uno de los puntos en discusión era el momento oportuno. Algunos pensaban que había que esperar algunos días más (máximo, hasta el 6 de enero), mientras que otros querían salir ya. Queda claro quiénes ganaron. Dicen los contertulios de Casa Rosada que la definición final la dio Macri.
Otro punto de discusión era si se lanzaban todos los cambios en un sólo DNU o si se hacía en dos bloques: primero, la fusión del Afsca y la Aftic y, en una segunda instancia, los cambios a la ley de medios. Al final decidieron hacer todo junto, sobre todo, para no seguir alimentando el debate público sobre el tema. “Intentamos tocar lo mínimo posible –indicó a Página/12 uno de los que trabajó en la redacción–. Por ejemplo, no se tocó el porcentaje de las producciones nacionales, aunque nos parece un disparate. Pero eso resolvimos que lo decida el Congreso.”
¿Por qué primero recurrieron a la intervención, que implicó el desembarco de Agustín Garzón en la Afsca, y pocos días después a una segunda medida? En el gobierno PRO no daban una respuesta clara a este interrogante. “Para desconcertar a la gilada”, fue una de las respuestas de los funcionarios. Sí remarcaron que no los amedrentaban las cautelares, ni ningún hecho externo. Que la decisión ya estaba tomada y que simplemente se adelantó. “Evaluamos el momento político y el presidente dijo: ‘Es ahora’. Ya lo habíamos sacado a Sabbatella, ¿para qué seguir esperando? Esto salda el debate lo antes posible”, indicaron.
También señalaron que la figura de un interventor de la Afsca los ponía en un lugar comunicacional complicado y había que eliminarla lo antes posible de la discusión. En el gobierno nacional, insistieron con que la ley de medios no fue derogada y que el DNU sólo modifica algunos artículos (estratégicos). Remarcaron en que la intención es seguir defendiendo a los medios pequeños e indicaron que todavía el Grupo Clarín tendrá que hacer algunas adecuaciones. Un integrante del grupo que redactó la ley señaló que la modificación no se hizo pensando en el Grupo Clarín. “De hecho, los de la Corpo nos están criticando”, indicó. Un tercero señaló que no sólo el Grupo Clarín será beneficiado: “Telefónica no tendrá que vender los canales”, señaló. La ventaja que tendrá el Grupo Clarín son los dos años que tendrán que esperar las telefónicas para ingresar al negocio del cable. En la gestión PRO afirmaban que cuando se cumpla ese plazo el Estado facilitará el Arsat para que las prestadoras más pequeñas puedan competir con televisión satelital. “La idea es que Enacom más adelante no sea un ente político, sino un ente dirigido por profesionales, como el Enargas”, sostenían los macristas.
Todavía está en redacción el proyecto de ley que enviarán al Congreso para llegar a una nueva ley de medios que unifique la de Argentina Digital con la de medios. Según un concepto del jefe de Gabinete, será una norma pensando en los receptores y no en las emisoras. “Para nosotros hay que pensar en los medios del siglo XXI”, dijo a Página/12 el futuro titular del Enacom, Miguel de Godoy. “La ley de medios fue para los medios del siglo XX. En todos estos años no se cumplió. Para nosotros, se da por terminada esta guerra entre los medios y el Estado. El Estado tiene que hacer su trabajo y los medios, el suyo. Planteamos esta unificación pensando en los medios del siglo XXI”, indicó De Godoy.
Otro de los consiglieri de Macri insistía en que esta decisión deja “limpia la cancha: no van a tener que venir todos los días a preguntar qué tienen que hacer, no nadie los va a amenazar con sacarles la licencia. Va a estar más claro como competir”. Los principales cuestionamientos a la ley de medios están centrados en su aplicación. “Lo que fue una buena idea terminó desvirtuada en esto de ‘estos medios sí, éstos no’”, decía el los consiglieri. Entonces, ¿por qué no aplicar la ley como está? “Porque arrancó vieja, no incluye lo que viene para adelante: el espectro satelital. Internet. La banda ancha.” En el gobierno macrista sostenían que con los cambios que le hicieron se reactivarán las inversiones tecnológicas en el sector de las telecomunicaciones.
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