Sáb 09.01.2016

EL PAíS  › ALERTA POR TRES HOMBRES QUE IRRUMPIERON ANOCHE EN UNA VIVIENDA EN LA LOCALIDAD DE RECREO Y MATARON A UNA PERSONA

Un tiroteo que encendió la alarma

Los investigadores piensan que podría tratarse de los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci. Entraron en una vivienda para robar, mataron a un hombre e hirieron a otros dos. Anoche la policía intensificaba la búsqueda en los alredores.

› Por Raúl Kollmann

Tres individuos, uno vestido de gendarme, entraron anoche en una quinta propiedad de una familia boliviana en la ciudad de Recreo, Santa Fe, a unos 60 kilómetros del galpón en el que el jueves descubrieron a los prófugos del penal de General Alvear. Según fuentes de la zona, los sujetos irrumpieron, mataron a un amigo de la familia, hirieron a una mujer y a un hombre. No está claro si los atacantes huyeron en una moto o en una camioneta. No era seguro que los atacantes fueran los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci, pero las fuerzas de seguridad nacionales y santafesinas convergieron al lugar convencidos de que se trata de los hombres escapados. Al cierre de esta edición, el intendente de Recreo, Mario Formento, relativizaba la posibilidad de que se tratara de los prófugos y especulaba con que fuera un robo común.

Cerrojo

Si quienes concretaron este ataque son los prófugos, queda claro que pudieron romper el cerrojo que se les tendió en unos 30 kilómetros alrededor de San Carlos, donde estaba el galpón en el que habían pernoctado y en el que se encontró la camioneta Kangoo de la suegra de Cristian Lanatta. Es que el asalto a la familia boliviana se produjo relativamente lejos del galpón, a más de 50 kilómetros, una distancia que, en teoría, no pudieron recorrer a pie.

Después de la medianoche se estaba tendiendo un nuevo cerrojo, esta vez alrededor de la casa de la familia boliviana, en Recreo, muy cerca de la capital de la provincia de Santa Fe. A unos mil metros de la vivienda atacada se aglomeraron policías federales, gendarmes, policías de seguridad aeroportuaria, policías bonaerenses y santafesinos. Pocos minutos más tarde empezó a sobrevolar un helicóptero que trataba de iluminar la oscurísima noche en la zona rural santafesina.

La primera versión es que tres individuos irrumpieron en la vivienda de la familia boliviana y reclamaron un vehículo, visiblemente nerviosos. Un hombre de 50 años, que era amigo de la familia dueña de casa, reaccionó ante la irrupción de los desconocidos. Se produjo un tiroteo en el que resultaron heridos dos hombres y una mujer. Convocada de urgencia una ambulancia, uno de los varones falleció en el trayecto hacia el hospital. Las versiones indican que los tres individuos se llevaron una moto, pero no estaba claro si lograron alejarse del lugar. Las fuerzas de seguridad, en la más absoluta oscuridad, trataban de buscar a los atacantes que, según parece, estaban escondidos en una tapera cercana a la vivienda. Otra versión indica que consiguieron una camioneta Ford Ranger con la que pretendían huir, aunque los vecinos sostienen que no es fácil encontrar caminos entre los maizales.

Juzgado

A lo largo de la jornada de ayer, el juzgado federal que está a cargo de Sergio Torres no emitió ninguna orden de allanamiento ni de registro. Significa que no se encontró un lugar en el que pudieran estar escondidos los fugados y que, por lo tanto, requiriera una orden judicial para irrumpir. Todo indica que se había perdido el rastro de los prófugos hasta que anoche se produjo el ataque a la vivienda de El Recreo, bastante lejos de donde se estaba buscando a los Lanatta y a Schillaci.

Del juzgado de Sergio Torres salió el miércoles el dato de que los prófugos estaban en un galpón o depósito en desuso de la zona de San Carlos. La información, aportada por la Gendarmería, no vino de trabajos de inteligencia sino de testigos, como adelantó Página/12. Esas personas, con lógico temor, pidieron ser sumados al programa de protección al testigo. Por lo que se sabe, no reclamaron todavía la recompensa, pero todo indica que lo harán porque aportaron un dato que resultó preciso. El problema es que luego el operativo falló, hubo dos enfrentamientos, y los Lanatta y Schillaci no pudieron ser detenidos.

Del análisis de lo encontrado en el galpón de San Carlos quedó clarísimo que quienes pasaron la noche allí fueron los prófugos. Se hizo un levantamiento de huellas, que todavía no se mandaron a comparar, pero los celulares que quedaron en el lugar coinciden con los que estaban siendo investigados. Respecto de la Kangoo, por las patentes es la supuestamente robada a la suegra de Martín Lanatta: anoche se hacía un peritaje sobre el número de chasis y de motor. Para el juzgado, no hay dudas que en el galpón durmieron los hombres buscados. Por eso la sospecha del ataque en El Recreo recae sobre los prófugos, aunque también podrían ser ladrones comunes. Vecinos de la zona señalaron que ya hubo algún ataque de esa naturaleza en oportunidades anteriores.

Operativo

Sin hacer una embestida pública, los jefes policiales santafesinos fueron muy críticos del operativo que se armó el jueves a la mañana. “No es cierto que hayan llegado 150 efectivos de la Gendarmería. No vinieron en vehículos para esa cantidad de gente. Eran pocos, 50 o menos. Después del tiroteo no tenían la cantidad de efectivos para hacer el operativo cerrojo y recién ahí nos convocaron. Ya habían pasado tres horas. En ese tiempo es probable que los prófugos hayan hecho bastantes kilómetros saliendo del círculo que se armó demasiado tarde. Por eso, no es improbable que hayan llegado a El Recreo”, diagnosticó un alto oficial de la fuerza.

Por lo general, cuando se hace un operativo en una zona la tendencia es a no avisarle a la policía del lugar, justamente por las complicidades que pudieran existir. Y lo cierto es que el trabajo de captura fue encomendado a la fuerza que consiguió la información sobre el escondite: la Gendarmería. El pase de facturas se produce ahora, una vez que el operativo, al que en el argot llaman matar a la víbora, falló. Y, si los atacantes son los prófugos, el error en el operativo se estaría pagando muy caro, con la muerte

Búsqueda

Las fuerzas de seguridad nacionales seguían ayer buscando en la zona del galpón de San Carlos y unos 30 kilómetros a la redonda. Para ellos, la versión más firme seguía siendo que los prófugos están a pie y que no pueden haberse alejado demasiado. Pero sumada toda la jornada del jueves y toda la del viernes, 30 horas de luz, no se pudo encontrar a los escapados. La posibilidad de que los individuos hayan escapado al cerrojo, ya no se descartaba después del mediodía de este viernes.

Un indicio partió del hecho de que la propia Gendarmería realizó ayer operativos en Laguna Paiva, a 80 kilómetros de San Carlos. También hubo acciones en Coronda, fuera del radio del operativo cerrojo. Esto indica que las propias fuerzas de seguridad nacionales están evaluando alternativas distintas.

Por su parte, los medios de comunicación de Santa Fe reportaron que ayer por la tarde se produjo un repliegue de los efectivos provinciales que intervinieron en la búsqueda. Los policías retornaron a sus puestos originales. Esa movida llevó a pensar que se barajaba el diagnóstico de que los prófugos ya no estarían en territorio santafesino. Habrá que ver si el ataque de anoche desmiente ese diagnóstico.

Según dijeron ayer los jefes comunales del departamento de Las Colonias, donde está San Carlos, ya se percibieron menos vuelos de helicópteros e incluso se redujeron los operativos. De manera que, pese a la óptica de los jefes de la fuerzas nacionales, la búsqueda tiende a bajar en esa zona y se extiende de manera indeterminada. Por de pronto, están en alerta Córdoba y Entre Ríos y hubo un comunicado de la Procuraduría de Narcocriminalidad, que encabeza Diego Iglesias, en que se decidieron coordinar acciones fiscales de Córdoba, Chaco, Santiago del Estero, Jujuy y Santa Fe. Incluso el juez de La Plata César Melazo reiteró una orden de captura internacional y pidió la colaboración de Interpol.

La ampliación del área de búsqueda por parte de las fuerzas de seguridad y la Justicia es una especie de reconocimiento de que se le perdió el rastro a los prófugos. A la medianoche, el ataque en El Recreto produjo un terremoto. En el juzgado de Sergio Torres estaban buscando confirmación de que quienes irrumpieron y mataron fueron los Lanatta y Schillaci. Pero desde el mismo lugar de los hechos, nadie podía confirmarlo al cierre de esta edición.

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