El bochorno generado en torno de la fuga y captura de los tres condenados por el triple crimen de General Rodríguez no dejó en buenos términos la relación entre el gobierno nacional y la gestión socialista de Santa Fe. Ayer, el gobernador santafesino, Miguel Lifschitz, sostuvo que “el enclave mafioso más importante de la Argentina está a metros de la Casa Rosada”, en referencia a la villa 1-11-14 del Bajo Flores. Lifschitz cuestionó también las notas periodísticas que buscan “estigmatizar” a su provincia, en referencia a la reciente aparición disfrazado de un prófugo acusado de liderar la banda narco Los Monos. Lifschitz calificó a Los Monos como “una organización de un barrio de la ciudad que fue escalando, pero está lejos de ser una de las organizaciones delictivas complejas que hay en la Argentina” y aseguró que “está totalmente desmembrada” en la actualidad. Por eso imaginó que “es evidente que es todo un armado con alguna intencionalidad”. Por su parte, la vicepresidenta a cargo del Ejecutivo, Gabriela Michetti, se refirió a las declaraciones del gobernador y resaltó que la lucha contra el narcotráfico requiere de unidad porque “tensar las relaciones no sirve de nada”.