EL PAíS
› CON TELLELDIN TERMINARON DE DECLARAR LOS TESTIGOS POR LA AMIA
“Galeano se ganó el Pinocho de Oro”
Telleldín afirmó que no puede asegurar que los policías de la Bonaerense se llevaron la Trafic. Dijo que Galeano le pagó para que los incriminara.
› Por Raúl Kollmann
Después de dos años y tres meses, concluyó ayer el paso de testigos por el juicio oral del caso AMIA. El cierre fue a toda orquesta. Por un lado, el principal imputado, Carlos Telleldín, sostuvo que vendió la camioneta Trafic a una persona que no conocía y que se fue escoltado por dos autos que le parecieron sospechosos. Luego –siempre según Telleldín– el juez Juan José Galeano le pagó para que dijera que estaba seguro de que se trataba de policías de la Bonaerense y le indicó qué foto debía marcar para comprometer de esa manera a un hombre del ex comisario Juan José Ribelli. El otro tramo de la sesión final estuvo dedicado a ver un video en el que aparecieron negociando Alejandro Broussón, encargado de la SIDE de la investigación, y el abogado Mariano Cúneo Libarona, en ese momento a punto de ser designado defensor de Ribelli. Según la AMIA y la DAIA en ese video, Cúneo admite la hipótesis de que la camioneta se la llevaron policías bonaerenses. Otros letrados sostienen que Cúneo trata de seducir a Broussón con esa hipótesis para proponerle después que impute a otro policía, de apellido Alí, y dejen en libertad a Ribelli.
Según coinciden todos los participantes en el juicio, Telleldín es quien aparece más comprometido y el que tiene mayores chances de ser condenado como cómplice del atentado. Ayer centró su defensa en los siguientes puntos:
- El 10 de julio de 1994, ocho días antes del atentado, vendí la camioneta como siempre vendí todos mis vehículos, sin preguntarle al comprador para qué la iba a usar.
- Los policías a mí me venían extorsionando. Yo no era socio de ellos, nunca lo fui. Me venían pidiendo dinero destinado a gente detenida por la masacre de Wilde.
- Aquel día se presentó un tal Ramón Martínez, probó la camioneta, peleó el precio y después se fue escoltado por dos autos que me parecieron sospechosos.
- Uno de los Galaxy volví a verlo cuatro días después cuando fui perseguido por policías bonaerenses que me dispararon. Por eso me pareció que los que se llevaron la camioneta podían ser policías.
- Esa hipótesis y otras 50.000 las manejamos con Galeano. Pero él me terminó pagando para transformar en realidad las hipótesis. Todo fue un armado. Lo que se armó, entre otras cosas, fue un croquis sobre los autos que estuvieron aquel día en los alrededores de mi casa. Ese croquis fue obra de la camarista Luisa Riva Aramayo.
En síntesis, Telleldín dijo que no puede afirmar ni negar que los policías se hayan llevado la Trafic. Que esa duda se transformó, mediante el pago que le hizo Galeano, en una declaración armada en la que afirmó que sí les entregó la camioneta a los policías. “En las últimas semanas le dieron a Galeano el Pinocho de Oro, máximo galardón al mentiroso del año”, chicaneó Telleldín.
La exhibición del video de la negociación Broussón.Cúneo completó la jornada final.
- La AMIA y la DAIA pidieron su exhibición porque consideraron que es una prueba en contra de los policías pues Cúneo manifiesta, aunque como hipótesis, que la Trafic se la pudieron haber llevado los uniformados. Lo único que pide es que en lugar de perjudicar a su eventual cliente, Ribelli, se le eche la culpa del atentado a otro oficial de origen islámico y de apellido Alí.
- La mayoría de los defensores de los policías pidieron también que el video se exhibiera para que queden demostradas dos irregularidades. La primera es que Galeano escondió ese video en forma ilegal y que incluso sus secretarios mintieron ante el tribunal negando la existencia delvideo. La segunda irregularidad es que un hombre de la SIDE aparece negociando con el abogado de un imputado y le dice, por ejemplo, que Anzorreguy domina a los camaristas. Los defensores de los policías consideran que Cúneo actuó como un vivo: simuló darle la razón a la historia oficial, pero quería arreglar la libertad de su cliente a cambio de imputar falsamente a otro policía.
En todo caso, serán los jueces del Tribunal Oral los que deberán evaluar esa controversia, surgida de un hecho insólito: Galeano, demolido porque el juicio oral fue totalmente adverso a su investigación, dijo que encontró, por casualidad, hace tres semanas, el video traspapelado en su escritorio.