Las declaraciones del ministro de Cultura porteño, Darío Lopérfido, acerca de la cantidad de desaparecidos durante la dictadura militar siguen generando repercusiones. Ayer, Claudia Mabel Careaga, hija de una de las fundadoras de Plaza de Mayo, le envió una carta documento exigiéndole su renuncia dado que “sus declaraciones pretenden reducir no sólo la magnitud del genocidio sino que directamente demuestran su profundo desprecio por el dolor de familiares y allegados a los detenidos-desaparecidos, que usted intenta asimilar a una cuestión de subsidios”.

Mabel Careaga es hija de Esther Ballestrino de Careaga, una de las primeras Madres de Plaza de Mayo, secuestrada en la iglesia de la Santa Cruz en diciembre de 1977. De allí fue trasladada a la ESMA donde fue torturada y asesinada diez días después en uno de los “vuelos de la muerte”, frente a las costas de Santa Teresita. “En nuestro caso, son seis los miembros de nuestra familia que faltan, que fueron víctimas del accionar de esa dictadura”, recuerda la carta enviada a Lopérfido por Careaga, quien también tiene desaparecido a su marido Manuel Carlos Cuevas, a la que adhirieron otros familiares de víctimas. “Las circunstancias de cada uno de los secuestros y asesinatos de nuestros familiares elevan aún más la indignación que sus declaraciones nos producen. El contexto en que fueron hechas nos llevan a pensar que usted tiene una intencionalidad que va más allá de la cuestión aritmética, y que su real objetivo es arrasar con las políticas de Memoria, Verdad y Justicia”, agrega.