La decisión de la jueza Susana Córdoba de ordenar la remoción de una imagen de la virgen de la entrada del Palacio de Tribunales desató un increíble revuelo. Uno de los integrantes del Consejo de la Magistratura, Jorge Casanovas, quien dijo sentirse afectado, encabezó una cruzada contra la magistrada y pidió su juicio político.
El fallo de la jueza Córdoba fue consecuencia de una presentación de la Asociación por los Derechos Civiles (ADC). En la resolución sostuvo que como la imagen de la virgen “se ubica” en “un sitio relevante de la sede de un poder del Estado que ejerce el ‘poder’, aquél resulta institucionalmente comprometido con un culto con el que comulgan sólo una parte de quienes lo integran y de los justiciables que a él recurren”.
Casanovas, ex ministro de Justicia de Carlos Ruckauf, replicó: “Yo me siento discriminado porque trata de impedir que yo ejerza mi culto en el lugar en que habitualmente lo hago. Y ése es un derecho humano que está no sólo en la Constitución, sino también en los pactos internacionales”.
En febrero de 2002 la Corte había autorizado la colocación de una virgen “peregrina” de Medjugorje, lo que fue criticado por la ADC. Aquella fue retirada y reemplazada por la virgen de San Nicolás. En junio, la Corte Suprema –con las disidencias de Augusto Belluscio, Enrique Petracchi y Juan Carlos Maqueda– resolvió que no existían “razones suficientes” para quitarla.