EL PAíS
› RECLAMO DE FAMILIARES QUE SOSPECHAN DE LA PARTICIPACION POLICIAL
Un año de un secuestro sin resolver
Al cumplirse un año del secuestro y presunto asesinato de Juan Marcelo Ramírez, hijo del propietario de un comercio de Villa Martelli, un centenar de amigos y familiares se concentraron ayer frente a la residencia presidencial de Olivos para reclamar el esclarecimiento del caso. “La información que tenemos es que a nuestro hijo le pegaron un tiro por la espalda a los tres días de estar secuestrado y que después incineraron su cuerpo”, dijeron ayer a Página/12 María Domitila y Venancio Ramírez, los padres del joven de 27 años, secuestrado en José León Suárez. Los secuestradores pidieron un rescate de 500 mil dólares, que luego bajaron a 30.000 dólares o cien mil pesos. Una semana después se perdió todo contacto con ellos. “Nunca denunciamos el caso ante los medios de prensa porque la DDI de Vicente López nos recomendó que no lo hiciéramos, porque la vida de nuestro hijo corría peligro.” La familia cree que en el caso están involucrados varios policías de Tigre sospechosos de amparar a Sergio Leiva, El Negro Sombra, jefe de la banda de secuestradores más buscada del país.
El secuestro de Ramírez ocurrió el 10 de diciembre del año pasado, cerca de las 23, en Márquez y 1º de Agosto, en José León Suárez. El joven Ramírez iba en una Renault Trafic y la única testigo presencial fue su amiga María Belén Chabán, quien identificó ante la Justicia a dos de los secuestradores. La causa primero estuvo radicada en el juzgado federal de San Isidro a cargo de Roberto Marquevich, con intervención de la fiscal Rita Molina. Al principio se produjo la detención de cuatro personas que fueron dejadas en libertad y sólo una sigue procesada como partícipe secundaria. Con posterioridad, la causa pasó, por razones de jurisdicción, al juzgado federal de San Martín a cargo de Alberto Suárez Araujo.
El nuevo juez puso la investigación en manos de Delitos Complejos de la Policía Federal. “Los investigadores de la Federal –dijeron los familiares de Ramírez– nos aseguraron que ellos lograron determinar que a Juan Marcelo lo asesinaron de un tiro en la espalda, al tercer día de estar secuestrado, porque trató de resistirse.” Según la versión que ellos dicen haber recibido, “al cuerpo lo incineraron, con nombre falso, en el cementerio de San Martín”. La Trafic fue hallada un día después del secuestro a 15 cuadras de la comisaría de Villa Martelli, donde se había realizado la primera denuncia.
“En la camioneta había manchas de sangre, pero las muestras se perdieron y no pudo determinarse si eran o no de Juan Marcelo”, comentó a este diario Carlos Ramírez, hermano del joven. Los Ramírez tienen un locutorio y un local de Internet en Villa Martelli y un almacén en Villa Melo. La primera etapa de la investigación estuvo a cargo de la subdelegación de la DDI de San Isidro, ubicada en Vicente López. La familia se queja por la actuación de los policías bonaerenses. “Lo primero que hicieron fue tratar de ensuciarnos; dijeron que nosotros teníamos relación con el narcotráfico, cuando somos personas que trabajamos con negocios legales y no tenemos ningún antecedente policial”, aseguró Carlos Ramírez. “Somos paraguayos, pero eso no significa ser delincuentes como hicieron correr los policías.”
En el acto de ayer se reunieron las distintas ramas de la familia Ramírez, muy numerosa. “Somos más de cien y todos trabajamos”, insistieron los padres del joven secuestrado. “Tío Marcelo, te quiero y te espero”, decía una pancarta que llevaba Guadalupe, sobrina del joven secuestrado.
También se encontraban presentes, entre otros, Emilse Silva, la mamá de Diego Peralta, el chico secuestrado y asesinado en El Jagüel, y Silvia Córdoba, madre de Eduardo Coronel, un joven periodista radical que fue asesinado en San Miguel de Tucumán el 23 de diciembre del año pasado.
Las sospechas de la familia sobre una participación policial en el caso se fortalecieron a partir de una nota publicada en el último número de TXT, con la firma de Cristian Alarcón, en la que son mencionados tres policías de la comisaría quinta de Tigre que serían encubridores de Sergio Leiva, alias “El Negro Sombra”. “Esos mismos policías son los que habrían intervenido en el secuestro de Juan Marcelo, de acuerdo con la información que manejan los investigadores de la Federal y que estaría en poder del juez Suárez Araujo, aunque por el momento no se tomó ninguna medida.”
En el momento en que ocurrió el secuestro, los tres policías estaban en la comisaría de Villa Martelli “y dos de ellos fueron los que iniciaron las investigaciones, lo que parece una burla”. Uno de los policías sería “concuñado de la chica que era amiga de nuestro hijo y de la que nosotros sospechamos que fue la entregadora”, aseguraron los padres del joven, que ya se reunieron una vez con el presidente Néstor Kirchner y con el ministro Gustavo Beliz, a quienes pidieron ayer nuevamente “el urgente esclarecimiento del caso”.