El décimo aniversario del atentado contra la Embajada de Israel trae, de hecho, un pacto de no agresión entre el gobierno argentino y el israelí. La Casa Rosada enviará al acto de homenaje de mañana a un hombre de su segunda línea: el ministro de Justicia, Jorge Vanossi. La idea es que no vaya nadie que pueda irritar a una concurrencia que seguramente va a estar dolida por el fracaso absoluto de la investigación. Además, se sabe que los ánimos de los ciudadanos argentinos están encrespados por la actual situación. Por el lado israelí llegó el ministro de Cooperación Regional, Roni Miló, reemplazante del canciller Shimon Peres, cuya visita a la Argentina hubiera producido un fuerte impacto. El gobierno israelí le dará un cariz recordatorio y de homenaje al acto, bajándoles el tono a los reclamos por la falta de investigación. De todas maneras, ayer Miló lamentó “que no se hubiera hecho todo lo que se debía hacer tras los atentados terroristas”. Sin duda, los familiares –representados por Carlos Susevich– son los que pondrán la mayor cuota de protesta sobre una pesquisa en la que nunca hubo un detenido, ni siquiera un sospechoso.
La conmemoración de la masacre del 17 de marzo de 1992 se iniciará esta noche a las 21 en el templo de la calle Libertad 785. Allí habrá pantallas en el exterior para que la gente pueda seguir lo que será un homenaje religioso-musical. Hablarán el rabino Sergio Bergman, el embajador de Israel en la Argentina, Benjamín Orón, y el ministro Miló. El quinteto Suárez Paz interpretará “Adiós Nonino” y otras piezas de Astor Piazzolla y luego la Orquesta de Cámara Mayo cerrará con dos composiciones de Ernst Bloch y Dimitri Shostakovich.
El acto central está previsto para el domingo a las 14, el día y la hora en que se cumplen los 10 años del atentado que provocó 21 víctimas. El lugar será la plaza ubicada hoy en el lugar donde estaba la embajada, Arroyo y Suipacha. Allí hablarán el ministro Miló y Carlos Susevich, quien perdió a su hija Graciela en el ataque. Además del ministro Vanossi, ha anunciado su presencia el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, y un largo listado de diputados y senadores.
“El mundo ha aprendido lo que significan los actos terroristas –señaló ayer Miló–. En la Argentina sufrimos el tremendo golpe del ataque contra la embajada y dos años más tarde el de la AMIA. Hay una moraleja: cuando hay terrorismo, debe lucharse contra él porque de lo contrario aumenta, golpea otra vez. En la Argentina ese peligro sigue existiendo. No tenemos ningún informe ni alerta concreta, pero los terroristas, cuando saben que lograron un éxito como el que lograron aquí, vuelven a atacar.”
–Integrantes de la Corte Suprema sostienen más o menos abiertamente que Israel no colaboró en la investigación del ataque contra la embajada. ¿Cuál es su respuesta? –le preguntó este diario al ministro Miló.
–¿Qué ventaja hubiéramos tenido nosotros con semejante actitud? Hemos colaborado y les dimos a las autoridades argentinas la información que teníamos. Estamos incluso ayudándole a Estados Unidos en casos en los que nosotros no hemos sido víctimas. Es más, insistimos en la responsabilidad de Irán que ahora no sólo financia y entrena terroristas, sino que hasta desarrolla armas nucleares que son un peligro para muchas naciones.
Miló informó que estuvo ayer con el canciller Carlos Ruckauf quien le dijo que se seguiría investigando, aunque la realidad es que la pesquisa está prácticamente cerrada. De todas maneras, los gobiernos de Israel y Argentina mantienen una excelente relación desde los tiempos de Carlos Menem. La Cancillería siempre respaldó la política norteamericana e israelí en Medio Oriente e Israel se cansó de elogiar al riojano e incluso a Eduardo Duhalde cuando era gobernador.