Con más dudas que certezas llegó el día del Congreso Nacional Justicialista, en el que todos los sectores de un atomizado peronismo se verán las caras y empezarán a delinear el camino hacia el 8 de mayo, fecha en que habrá nuevas autoridades partidarias o una intervención federal. Aunque el sanjuanino José Luis Gioja sigue siendo el favorito para conducir el PJ a partir de ese día, ya sea como único presidente o a la cabeza de un triunvirato, difícilmente eso quede definido hoy en el club Obras Sanitarias, donde se prevé que haya un plenario “express” para evitar una sobreexposición de las fisuras internas. Después, sí, será el momento para la rosca: 45 días en los que se definirá el futuro del partido más grande del país.

A las nueve de la mañana, el titular del Congreso, Gildo Insfrán, hará el primer llamado. Es necesario un quórum de dos tercios de los congresales para dar inicio a la sesión. Si no se consigue, el gobernador de Formosa hará un segundo llamado dos horas más tarde, con una exigencia más ligera: alcanzará con 300 congresales para comenzar. En las últimas horas se multiplicaron los llamados y mensajes entre los armadores de los distintos espacios, que quieren vivir una jornada en paz y habría un preacuerdo para que el trámite sea veloz y antes del mediodía ya esté todo confirmado.

El temario prevé que se apruebe el calendario electoral confeccionado hace veinte días en el Consejo Justicialista (que extiende hasta el 4 de marzo el plazo para las afiliaciones y fija al 8 de mayo para realizar las elecciones) y que se elija una junta electoral con representación de todos los sectores, cuya conformación se negocia minuto a minuto en la previa del Congreso. De no mediar sorpresas, habrá mociones únicas en ambos puntos y votación unánime a mano alzada. “Después cantamos la Marcha y nos vamos a almorzar”, explica, optimista, uno de los congresales dedicado a cerrar ese plan.

Sin embargo, es probable que el guión no se cumpla al pie de la letra. En principio, un sector de diputados del bloque del Frente para la Victoria-PJ, encabezado por legisladores de La Cámpora, presentará una moción para mandatar a todos los diputados que fueron elegidos en 2013 y 2015 bajo esa sigla para que no den quórum o eventualmente voten en contra en el Congreso cuando el Gobierno trate de derogar la Ley Cerrojo y la Ley de Pago Soberano para destrabar un acuerdo con los fondos buitre. La semana pasada, el PJ bonaerense había decidido adoptar una medida similar, que apunta directamente a los diputados díscolos que rompieron la bancada este mes.

También está abierta la posibilidad de que se discuta una reforma en la Carta Orgánica del partido para eliminar la elección directa de las autoridades (que nunca en la historia pudo aplicarse) para reemplazarla por una elección indirecta, a través de los congresales. Este cambio, si se concreta, no podría utilizarse en esta ocasión sino que empezaría a regir a partir del próximo ciclo, en el 2020. “Es un cambio necesario para evitar la amenaza permanente de la intervención, pero también es cierto que no hay ningún apuro por hacerlo ahora mismo”, evalúa un gobernador que asistirá a la cita. Dicho sea de paso, la jueza en lo electoral María Servini de Cubría enviará funcionarios de su juzgado para que controlen que todo lo que suceda hoy en Obras se enmarque en la ley.

Habrá, seguramente, asistencia perfecta de las figuras, sacando la ausencia avisada de Cristina Fernández de Kirchner, que nunca fue muy afecta a estos ámbitos. El ex candidato presidencial Daniel Scioli, el ex jefe de Gabinete Jorge Capitanich y el ex gobernador sanjuanino Gioja serán las caras más buscadas por los fotógrafos, junto con los díscolos Juan Manuel Urtubey (gobernador de Salta), Sergio Casas (de La Rioja) y Diego Bossio (diputado), que regresan a la actividad partidaria tras haberse ausentado a la reunión de Consejo a principios de este mes. La Cámpora, que faltó a algunas citas partidarias desde diciembre, también enviará a sus congresales.